El grupo Martínez Hermanos tiene su sede en Lanzarote pero es una de las empresas de distribución más importantes de Guinea Ecuatorial. Su actividad se remonta a hace casi un siglo y cuenta con más de 1.200 trabajadores. Sus fundadores, que llegaron a aquel país desde Munera (Albacete) comenzaron en la provincia de Río Muni con una plantación de café, después con una fábrica de jabón y otra de aceite de palma, hasta llegar a la diversificación de hoy: turismo, plataformas de distribución y comercialización, logística, transporte, construcción y promociones inmobiliarias.

Desde 2014 hay una variante más: la Fundación Martínez Hermanos. Su directora, Rosa Martín, señala que “fue una forma de institucionalizar la ayuda que ya se prestaba, porque siempre se ha ayudado al pueblo guineano”. Destaca que “cada vez llegaban más peticiones de ayuda de personas o de instituciones” y que crear la Fundación fue una forma de canalizarlas.

El campo de acción de la Fundación es variado, pero se centra, principalmente, en la infancia “porque es el futuro del país y porque en Guinea la esperanza de vida es corta”, señala Martín. Una de sus últimas acciones es una campaña junto con Solán de Cabras para la prevención del cáncer de mama. Se trata de fomentar la detección temprana, que “es fundamental para aumentar las tasas de supervivencia”, a través de la promoción de hábitos de vida saludables y de la auto auscultación.

Los objetivos de la Fundación, según recoge la memoria de actividades de sus cinco primeros años, es promover la ayuda humanitaria, pero también la cooperación en la reconstrucción de infraestructuras, como colegios y viviendas y la preservación del medio ambiente. Para ello, llevan a cabo acciones de cooperación social, formación y educación de niños, jóvenes y adultos o inserción laboral, además de actuaciones sanitarias.

En estos cinco años, ya contabilizan más de un centenar de donaciones de material escolar, diez campus deportivos desarrollados, la creación y mantenimiento de 15 escuelas y hospitales, además de varias expediciones médicas humanitarias que suman más de 1.500 consultas y 500 intervenciones quirúrgicas.

Una de sus líneas de trabajo es la evacuación de niños que necesitan una operación urgente. Primero fue el caso de Rogelio, evacuado y operado en la Clínica Barraquer por un problema de visión, después Reginaldo, de 17 años, al que se le extirpó un tumor y ha podido seguir estudiando, y el año pasado fue Roberto Carlos, también por otro tumor.

Materiales y deporte

La entrega de materiales es una de sus actividades principales, tanto de material escolar como sanitario o higiénico, así como libros o mobiliario, equipos sanitarios o técnicos. En el ámbito sanitario desarrollan dos programas, el Proyecto África Plástica y la acción Visión 2020.

El primero se centra en la cooperación internacional proporcionando atención especializada en cirugía plástica y reparadora para los afectados por secuelas de quemaduras, tumores y malformaciones congénitas y la segunda, junto con la Fundación Barraquer, tuvo como objetivo combatir la ceguera que provoca el avance de las cataratas en África.

En acciones deportivas destaca la campaña Zapatillas solidarias, que se ha repetido durante cinco años y se ha llevado a cabo en colaboración con el Cabildo de Lanzarote y el Club Baloncesto Conejero. La campaña consiste en la donación de miles de zapatillas para hacer deporte destinadas a los jóvenes. Otra campaña es Pasa el balón, que recogió miles de balones y material deportivo, gracias a la colaboración de Saúl Ñíguez, jugador del Atlético de Madrid y la Fundación Seur.

También se celebran cada año, en Bata y Malabo, sendos campus de fútbol, dirigidos por el exfutbolista Benjamín Zarandona; y de baloncesto, liderados por Iván Fernández, del Club Baloncesto Conejero.

Una de las acciones más destacadas de la Fundación, en lo que a donaciones se refiere, fue, en colaboración con la Obra Social “La Caixa”, la campaña Ningún niño sin bigote, en la que se donaron 500 litros de leche. La Fundación tiene abierto su programa Compartiendo Sonrisas para aportaciones económicas.

Señala Rosa Martín que la Fundación Martínez Hermanos siempre ejerce de institución anfitriona. “Somos el eje central, pero para algunas campañas buscamos colaboración de otras empresas o de instituciones”, destaca, y señala que una de las líneas de acción que se han incorporado recientemente es la preservación del medio ambiente.