En la Isla existen pocas asociaciones que trabajan con todo el colectivo de personas con discapacidad. Una de ellas es Adepsi, que lleva dos años en Lanzarote “ofreciendo oportunidades para que las personas con discapacidad alcancen sus derechos y mejorar su calidad de vida”, según destaca su gerente Natasha García. Una clave es conseguir un empleo y para ello trabajan en mejorar las competencias profesionales.

Este año han convocado el segundo curso para personas con discapacidad, donde mayoritariamente se han inscrito desempleados con alguna discapacidad psíquica, principalmente porque el objetivo de la formación es ofrecer los conocimientos para desempeñar labores de operario de almacén.

Confían en que al menos cuatro de estas personas consigan el empleo, teniendo en cuenta las estadísticas con las que ya trabajan en los proyectos de Gran Canaria, aunque, según explican los técnicos de Adepsi, con estos cursos el éxito se mide en algo más que alcanzar el puesto de trabajo: “Hay otros factores de éxito además de la inserción, como que la persona se empodere”, matiza Virgina García, psicóloga y preparadora laboral de la asociación.

Sobre el perfil de los alumnos inscritos en el curso de operario de almacén, que se desarrolla gracias a la Asociación Inserta Empleo, Fundación ONCE, dentro del marco que representa la Ejecucion y Gestión del Programa Operativo de Inclusión Social y Economía Social cofinanciado por el Fondo Social Europeo (FSE), Virginia resalta que a pesar de ser una profesión bastante masculinizada “es paritario, con lo que rompemos más barreras”.

La decisión de Adepsi de asentarse en la Isla tras más de una treintena de años desarrollando su labor en Gran Canaria surgió ante la demanda de las propias personas con discapacidad y de las empresas dentro de su faceta de agencia de colocación de empleo a través de un proyecto que consiste en “una acción formativa que permite romper barreras y abrir puentes”, enfatizan desde la asociación.

Adepsi logró insertar en el mercado laboral el pasado año a 25 personas en Lanzarote y en lo que va de año ha enviado a 57 personas a ofertas de empleo. “El hecho de que tengan estas entrevistas es relevante para estas personas con discapacidad al comprobar que siguen en activo”, añaden.

Una de las principales trabas a las que se enfrenta el colectivo de personas con diversidad funcional es que la mayoría de las empresas y la propia administración pública incumple la normativa que obliga a contratar a un porcentaje de la plantilla con discapacidad, 12 por ciento en el caso de las instituciones y un dos por ciento en empresas con más de 50 empleados. Es por ello que Virginia García anima a las empresas a que pierdan el miedo a contratar a estas personas.

Añade Marta Orozco, coordinadora del Área de Empleo, que hay estudios que garantizan el éxito de estas contrataciones. Además de que generalmente las empresas que acogen a alumnos en prácticas acaban contratando a alguno de los alumnos.

Para ello, Adepsi aboga por “visibilizar a estas personas, el talento, las competencias y seguir instando a la administración y a todos los responsables públicos a que apuesten por este tipo de proyecto.

Muchas de las personas que engrosan las listas de parados de larga duración son personas con discapacidad, y adaptando la formación a estos desempleados para que se conviertan en personas productivas y puedan cotizar a la Seguridad Social, que en definitiva nos beneficia a todos. Nosotros como asociación nunca nos hemos concentrado en las limitaciones, sino en las capacidades”, señala Natasha García.

Otro frente de lucha es exigir a las empresas, con las inspecciones pertinentes, el cumplimiento de la normativa. Recuerda, por su parte, la coordinadora del Área de Formación y Empleo que existen recursos en la Isla para alcanzar estas estadísticas. “Es una Isla muy rica en oportunidades laborales para las personas con discapacidad”, añade la gerente. Así, cursos como el de operario de almacén nacen ante la gran demanda existente al amparo del desarrollo de la Isla en el sector de la logística y para adaptarse a la realidad del mercado.

Una de las funciones de Adepsi es capacitar al colectivo para ocupar estos puestos de trabajo. Tan sólo en la bolsa de empleo de Adepsi están inscritas 200 personas que buscan su oportunidad. El pasado año fueron ocho desempleados con discapacidad los que se formaron en el sector del comercio.

Adepsi logró insertar en el mercado laboral el pasado año a 25 personas en Lanzarote y en lo que va de año ha enviado a 57 personas a ofertas de empleo

Añade Virginia García que con proyectos de inserción laboral como el que desarrollan se persigue no sólo capacitar a la persona para el desempeño de un trabajo, sino que necesitan apoyos específicos que en una formación ordinaria no podrían conseguir y acaban fracasando. Califica la iniciativa de “pionera en la Isla en formación a personas con discapacidad, por la metodología de trabajo, por la ocupación en la que se les ha formado y la forma de trabajar en la asociación”. Se trata de capacitar a personas que en muchas ocasiones no han trabajado anteriormente o han tenido experiencias nefastas, resalta la docente Corín Machín “y hemos conseguido que superen sus miedos y alcancen sus metas”.

Realización, superación, ilusión, alegría son algunos de los vocablos con los que manifiestan las sensaciones los alumnos participantes en el curso de comercio. Patricia Jiménez, prospectora laboral añade que “esto ha supuesto a las empresas participantes en el proyecto la posibilidad de eliminar prejuicios”.

Destacan además la disponibilidad de las empresas para participar en el proyecto. La metodología de Adepsi está basada en un enfoque integral, puntualiza la gerente. “No sólo orientamos la capacitación técnica sino que abarcamos toda la dimensión social y personal y damos apoyo emocional tanto a los alumnos como a las familias para garantizar que la integración laboral sea exitosa.

El objetivo es continuar con esta labor formativa en una próxima edición. “Pero queremos seguir gestando más alternativas” como las que ya disponen en Gran Canaria con centro de día y otros servicios que han desarrollado a lo largo de sus 36 años de vida, tales como el de ayuda a domicilio, comenta Natasha.