El ex alcalde de Yaiza, José Francisco Reyes, declaró este jueves de nuevo como imputado por prevaricación urbanística en el caso de la bodega Stratvs, después de que el que fuera su concejal de Urbanismo, José Antonio Rodríguez, lo señalara como responsable de la prórroga de la licencia de obras.

Durante su declaración, Reyes manifestó que no se acordaba de que las obras de la bodega se hubieran iniciado “de forma ilegal”, y añadió que no sabía “si se paralizó la obra de la bodega Stratvs”.

Al ex alcalde se le mostró una orden de paralización dictada por él mismo, de la que dijo que no se acordaba, y que en la práctica no se cumplió. Reyes afirmó que “igual no había pasado por La Geria en todo lo que se estuvo construyendo la obra” y, a pesar de haberla rubricado, aseguró que el secretario, Vicente Bartolomé Fuentes, “no le dice que ha informado jurídicamente la paralización”.

El pasado 2 de febrero, José Antonio Rodríguez entregó en el Juzgado un decreto firmado por Reyes en el año 2005 en el que prorrogaba durante dos años la licencia de Stratvs y traspasaba la titularidad del permiso, inicialmente a nombre de la mujer del arquitecto, a una empresa del promotor.

Sobre una orden de paralización que no se cumplió, Reyes dijo que “igual no había pasado por La Geria en todo lo que se estuvo construyendo la obra”

Ese decreto entregado por Rodríguez a la juez Silvia Muñoz para quitarse responsabilidad de encima, puesto que él había firmado una subsanación de esa resolución, no estaba en el expediente de la bodega en poder del Juzgado.

Este jueves Reyes declaró que no sabía “cuántos decretos ni cuántas resoluciones dictó en este caso” y que no sabía por qué el decreto ampliando en dos años el permiso municipal para el proyecto “no estaba en el expediente”.

El ex alcalde insistió en que “firmaba siempre según el informe técnico”, que los informes del secretario “no los miraba”, y que “no comprobaba los documentos que obraban en el expediente”.

Reyes declaró que no miró el proyecto ni los planos, y que aunque los mirase “no los entiende”. También afirmó que “no se fijaba quién era el solicitante”, “que no tenía ninguna relación con Juan Francisco Rosa”, propietario de la bodega, y que “para él era una obra como otra cualquiera”.