REPORTAJE

Propuestas para recuperar el patrimonio: los alumnos plantean ideas para rescatar espacios

Calera de Argana Baja, en la actualidad / Fotos: De la Cruz.
M.J. Tabar 1 COMENTARIOS 09/06/2015 - 12:35

“Un bien que sin ser nuestro, nos corresponde”. Así definen los alumnos del Instituto de Tinajo la cueva de Ana Viciosa, una oquedad abierta en el siglo XVII en el acantilado de Los Cuchillos que se usó como refugio y puesto de vigía para alertar de los ataques corsarios. Los institutos de la isla han elaborado propuestas de uso y recuperación para salinas, molinos, caleras y arquitectura insular. El objetivo: ganar espacios para la comunidad y recuperar la memoria colectiva. El área de Patrimonio del Cabildo se ha comprometido a valorar la viabilidad de cada una de las propuestas.

Antiguas casas de hacendados, una arquitectura popular rural que es ejemplo de funcionalidad y de belleza, los ingeniosos sistemas de captación de agua que se idearon para sobrevivir a las terribles sequías, los faros, los yacimientos arqueológicos sin museo de sitio ni protección… A pesar del inusitado esfuerzo que realizan algunos ciudadanos cada fin de semana (visitando el patrimonio, retratándolo, divulgándolo en redes sociales) y del trabajo de las áreas de Patrimonio que integran la administración, el patrimonio geológico, cultural, arquitectónico, natural y etnográfico de Lanzarote sigue esperando una política común, que lo rescate y lo convierta en prioridad. Porque los desacuerdos, la burocracia y la prioridad desarrollista lo han reducido en muchos casos a una montonera de piedras deterioradas.

Argana Baja. Una mañana cualquiera en este barrio de Arrecife habitado por más de 1.300 personas, que sólo protagoniza noticias en la estación de lluvias y en campaña electoral. A 750 metros en línea recta del instituto del barrio se encuentra un antiguo horno de cal, una construcción protegida como bien del patrimonio etnográfico de la isla. La calera está abandonada y llena de basura. A finales de mayo se celebró en la Casa de la Juventud el I Foro sobre Educación y Patrimonio, en el que participaron nueve institutos de la isla. El centro educativo de Argana Baja planteó la recuperación de la calera y la conversión de su área de influencia en un parque con bancos, parque infantil, skate park y espacio de encuentro para el barrio.

Los alumnos estudiaron la tipología de cono truncado de las caleras lanzaroteñas, sus materiales (piedras porosas y ligeras) y el severo oficio del calero, que durante cuatro o cinco días debía mantener el horno entre 800 y 1.000 ºC para extraer la preciada cal de las piedras calcáreas usada para construir casas, pintar aljibes y evitar plagas. Con el calor residual de la calera era tradicional sancochar las papas.


Maqueta de alumnos que proponen la rehabilitación y la creación de un parque.

Su maqueta y su propuesta de intervención será “estudiada” por el área del Patrimonio del Cabildo: “Vamos a coger los proyectos, estudiarlos y ver su viabilidad”, dijo el consejero de Patrimonio en funciones Juan Antonio de la Hoz el pasado 28 de mayo. El responsable del área se comprometió a hacer lo posible por atender “los retos que nos plantean” y avanzó que “a partir de octubre o noviembre” se podrá visitar la sala aneja del futuro Museo Arqueológico, además de asegurar que están “buscando la ubicación para el Museo del Mar” y realizando un inventario de todos los molinos de sal y gofio de la isla para recuperarlos.

En el largo periodo del mientras tanto, un amplísimo porcentaje del patrimonio insular permanece oculto, deteriorado y sin audioguías que lo expliquen. El Instituto Agustín Espinosa es el más antiguo de Lanzarote y el tercero de Canarias, en su interior, sobresale una preciosa araucaria. Los turistas siempre se asoman para visitar el edificio.

En 1928, el escritor surrealista y profesor de literatura Agustín Espinosa fue nombrado comisario regio del primer instituto de segunda enseñanza de la isla. Primero estuvo ubicado en una casa terrera de las Cuatro Esquinas y en 1947 se trasladó a la calle Coronel Bens. Sus alumnos han construido una maqueta explicando los valores arquitectónicos del edificio (amenazado por la humedad y las grietas) y proponiendo su uso como sede de cursos de verano y visitas guiadas.

El Instituto de Tinajo propone facilitar el acceso a la cueva de Ana Viciosa, “mujer de aúpa, con vigor de hombre y belleza singular”, y señora de Tinajo. Hoy por hoy, la visita a la cueva que aquella brava mujer ordenó habilitar como fortificación natural resulta imposible a no ser que se practique la escalada. Los alumnos han desarrollado un cómic inspirado en la historia de Ana Viciosa y proponen un museo de sitio. Las “recetas creativas del patrimonio” también contemplan un juego de mesa sobre conocimiento general de la isla, con cuatro temas: el agua, el viento, el fuego y el mar. Los alumnos del Instituto de Tías se documentaron, elaboraron las preguntas y manufacturaron el tablero.

En la Escuela Pancho Lasso han puesto en valor las antiguas tiendas de aceite y vinagre de Haría, que conservan pesas antiguas y vitrinas de otro siglo, que abastecían a la población de productos de primera necesidad y practicaban el pago directo, el fiado y el trueque. Los estudiantes de fotografía retrataron las tiendas que sobreviven e hicieron entrevistas para documentar todos los pequeños establecimientos. Su opción es realizar una pequeña ruta patrimonial por las 27 tiendas documentadas.

Los alumnos del IES Arrecife se fijaron en unas estructuras de molino depositadas en el Parque Móvil del Cabildo de Lanzarote. “¿Por qué no traer una al instituto?”, se preguntaron. Solicitaron la cesión, obtuvieron autorización del Cabildo y empezaron los trámites y la logística para el traslado, que significaron muchísimas horas. Tantas dificultades que el traslado no pudo hacerse en el curso 2005/2006. En el siguiente curso se retomó la idea y por fin se materializó. Iluminación eficiente para el Charco de San Ginés, con modelos fotovoltaicos y minieólicos, un carril bici con estaciones de alquiler (en el puerto de los Mármoles, en el islote del Francés y en el Charco), trampantojos para reparar la desidia de las fachadas desconchadas…

Los alumnos del IES Zonzamas se documentaron con Antonio Lorenzo, cronista oficial de Arrecife, y con vecinos de la zona para desarrollar un proyecto de regeneración que plantea el respeto de la identidad marinera del espacio, la limpieza de sus fondos, el uso de energías alternativas y el diseño, entre otros, de “un espacio con memoria, funcional, para el uso y el disfrute de todos”.

El IES Cabrera Felipe estudió el Sitio del Cabrerón, que albergó el antiguo hospital y cuna de expósitos, donde se criaron los niños que eran abandonados al nacer en el siglo XIX. Durante la Guerra Civil fue cuartel militar y más tarde, se llegó a alquilar como vivienda unifamiliar, “hoy en día es un edificio protegido lleno de escombros; memoria abandonada”.

La muestra 'Recetas creativas del patrimonio' se puede visitar en la Casa de la Juventud de Arrecife hasta el viernes 19 de junio, de lunes a viernes, de 9 a 13.30 h y de 16 a 21 h.

“Arrecife, un caso aparte”

A día de hoy, el Ministerio de Cultura sigue informando en su web de que la casa natal de Benito Pérez Galdós está en el pueblo de Femés, un error del catálogo de bienes protegidos que lleva años sin corregirse. El error está advertido al menos desde 1996, cuando Francisca Perera, Antonio Montelongo y José Díaz publicaron el documento Comentario de los catálogos de patrimonio del PIOT. Arrecife, un caso aparte: “Sabemos que el Plan no lo redactaron expertos en la materia; que no se realizó ningún estudio previo; que no se justificó en su historia, arte, cultura, etc., sino de manera arbitraria; pero más grave aún es que se demuestre que ni siquiera haya sido revisado tras cinco años de su aprobación; que la desidia por el tema es evidente y que no sólo se es irrespetuoso con el patrimonio insular sino con el de otras islas”.

Los tres expertos en patrimonio insular detectaron contradicciones, errores, criterios subjetivos e ineficaces en la redacción de estos catálogos, que se olvidaron la vivienda popular y de la cultura del agua, y que inexplicablemente llegaron a proteger 31 eucaliptos en la carretera de Guatiza olvidándose de los nopales con cochinilla. El caso de Arrecife es el peor. “El Arrecife que cae es de piedra y barro; el Arrecife protegido es de hormigón, cristal y aluminio”, lamentaban.

Un caso grave y paradigmático ocurrió en 2006, cuando el consistorio capitalino concedió permiso de demolición de la vivienda terrera donde pasaba consulta el doctor Molina Orosa, una casa alta, decimonónica con 22 dependencias, aljibe, pozo de agua salada y dos patios, ubicada en el número 33 de la calle León y Castillo. Hoy en su lugar, y como recuerdo de una legislatura oscura e imputada, permanecen unas vallas de metal con mensajes que invitan a disfrutar la ciudad.

¿Pero esto qué es?

Las zonas arqueológicas de Berrugo, La Graciosa, Tiagua, el Rubicón, Los Ajaches, Zonzamas; el patrimonio geológico lanzaroteño (con diez lugares de importancia internacional imposibles de encontrar en ninguna otra parte del mundo, visitados constantemente por geólogos y volcanólogos); las antiguas fondas y salas de baile con balcones calados y delicias neoclásicas (calle Palmeral, 2, Haría); las multitudinarias salinas (las del Río -las más antiguas de Canarias-, y las de las Caletas, las del tío Joaquín, Los Agujeros, Janubio, Naos, Órzola, la Bufona…), el faro de Pechiguera y Punta Delgada (Alegranza); las zonas paleontológicas de La Santa, Guatisea, Órzola, Guinate, Timbaiba, Punta Papagayo (área de estudio para paleontólogos, arqueólogos y expertos en paleoclimatología), el Charco de San Ginés, toda la red de Centros de Arte, Cultura y Turismo que encierra investigaciones científicas de primer orden, las fortificaciones y los castillos, las ermitas, las cuevas y jameos, los vestigios arqueológicos submarinos, los molinos y las molinas, los jardines, los frentes marítimos…

El 42% de la superficie de Lanzarote está protegida por sus valores culturales, naturales o etnográficos, y sin embargo no está divulgada ni señalizada para su visita, conocimiento y disfrute, siendo habitual el lanzamiento de hipótesis por parte de los viajeros y sus intentos de documentación en la Red y en las librerías de la isla.

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