El consejero responsabiliza al presidente del Cabildo de la pérdida de la concesión por “presentar fuera de plazo” la prórroga para las naves de manipulación de pescado

Noda critica la gestión de Oswaldo Betancort tras la pérdida de una concesión en Naos
El consejero responsabiliza al presidente del Cabildo de la pérdida de la concesión por “presentar fuera de plazo” la prórroga para las naves de manipulación de pescado
El consejero del Grupo Mixto en el Cabildo de Lanzarote, Óscar Noda, ha cuestionado duramente la gestión del presidente insular, Oswaldo Betancort (CC), tras confirmarse la pérdida de una concesión de 3.497 metros cuadrados en el puerto de Naos, destinada a una industria de manipulación de pescado, al haber presentado la solicitud de prórroga tres días después del vencimiento del plazo legal.
La Autoridad Portuaria de Las Palmas acordó inadmitir la prórroga solicitada por el Cabildo, al entender que fue presentada fuera de plazo, como recoge el acuerdo del Consejo de Administración del ente portuario, celebrado el jueves.
La concesión original había sido otorgada en marzo de 2005 por 20 años, con opción a una prórroga de diez años más. El título expiró el 7 de marzo de 2025 y la solicitud fue registrada el 10 de marzo.
Noda calificó el hecho de “imperdonable” y acusó al presidente del Cabildo de actuar con “dejadez e indolencia”, afirmando que la pérdida de esta infraestructura “clave” para el sector pesquero de la isla “es una nueva muestra del caos administrativo que vive la institución insular”.
“Va a ser más que curioso ver cómo el presidente explica ahora a los trabajadores y empresas del sector pesquero que se ha perdido una instalación fundamental por un error de procedimiento”, señaló el también exalcalde de Yaiza.
A juicio de Noda, este caso refleja “una falta de dirección política y de planificación administrativa” que, a su entender, se ha agravado desde la llegada de Betancort a la presidencia en 2023. El consejero acusó al actual gobierno de “centrarse en viajes y eventos” en lugar de “priorizar la gestión pública”.
La pérdida de la concesión implica que el suelo portuario en cuestión revierte ahora a manos de la Autoridad Portuaria, lo que podría afectar a la actividad de las empresas pesqueras que utilizaban esas instalaciones.















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