Los vecinos de las casas de Valterra del Instituto Social de la Marina se han cansado de la falta de respuesta de las administraciones y han decidido colgar unas pancartas en sus viviendas para exigir una solución ante el problema de la transmisión de las escrituras de las casas.

De las doscientas viviendas de esta barriada que se construyeron por parte del Instituto Social de la Marina en suelo cedido por el Ayuntamiento de Arrecife en los años cincuenta del siglo pasado, la mitad ya ha pasado a nombre de los inquilinos originales o de sus descendientes mientras que la otra mitad no. Quedan 102: cuarenta que eran de Garavilla, diez de Ojeda, veinte de Rocar y treinta y dos de particulares.

Antonio Betancor, portavoz de la asociación Mesa negociadora por las viviendas de Rocar, Garavilla y Ojeda, señala que ya están cansados porque nadie les da una respuesta y que han optado por protestar de esta manera.

En los años sesenta se firmaron los contratos entre las empresas conserveras y los trabajadores. A algunos se les descontaba la mensualidad directamente de la nómina y a otros no, pero en 1989 todas las casas estaban ya amortizadas. Sin embargo, los vecinos siguen sin ser los propietarios legítimos.

En mayo pasado, el Instituto se comprometió a ceder las viviendas a sus verdaderos propietarios pero realizando una transmisión gratuita al Ayuntamiento para que éste, a su vez, transmita las casas a los inquilinos. El nuevo grupo de gobierno del Ayuntamiento de Arrecife alega ahora que no tiene personal para llevar a cabo el traspaso y que debe ser el Gobierno central quien se encargue.