La fiesta de Los Dolores, patrona de Lanzarote desde que la leyenda le adjudicase el poder de detener la lava del siglo XVIII,  es uno de los momentos más vernáculos y populares del calendario anual.

Para disfrutar de los diferentes enfoques y momentos de la fiesta, es necesario empezar visitando la Feria de Artesanía de Mancha Blanca y presenciar la elaboración en directo de puritos palmeros o de cerámica.

La artesanía tradicional atraviesa momentos difíciles, por falta de relevo generacional y poca flexibilidad administrativa (no existe una fórmula legal que permita vender manufacturas puntualmente, sin desembolsar cuota de autónomo) y esta feria, que cumple 25 años de existencia, es un momento importante para poner en valor los productos que se elaboran con técnicas ancestrales y naturales.

El folklore lanzaroteño y canario estará presente en la propia Feria, pero para comprenderlo mejor hay que presenciar el Encuentro Folklórico Nanino Díaz Cutillas (viernes 13,  21.30 horas) en el que participarán agrupaciones folklóricas de Gran Canaria, Tenerife, Fuerteventura y Lanzarote.

Las peregrinaciones a la Iglesia de Los Dolores (Mancha Blanca) han comenzado desde hace días. Pero además de devoción católica, el sábado 14 de septiembre se vivirá el clímax del costumbrismo y la jarana. Nada mejor para vivirlo que vestirse a la antigua usanza, con  cachorro, chaleco negro, fajín, pañuelo negro, camisa blanca y pantalón oscuro (hombres) o blusa, falda negra (observemos que el color fluorescente no existía antaño), justillo, pañuelo y sombrera (mujeres), hacer un poco de deporte, catar los deliciosos productos de una tierra fatigada e ingeniosa y bailar desde una folía hasta un tema rockero de Los Lolas (lunes 16, 13 horas).