El caso de las viviendas que se construyeron a mediados del siglo pasado para familias necesitadas en Argana Alta (Arrecife), que fueron donadas a la Iglesia y que la parroquia de San Ginés vendió en 2006 ha trascendido las fronteras de Lanzarote y este lunes se ha publicado en el diario ‘El País’.

El reportaje, de Saúl García, describe la situación del matrimonio nonagenario compuesto por Sinforiano y Pilar, que tendrán que abandonar por orden judicial la vivienda, construida por el colectivo de los Cursillistas de la Cristiandad, a la que accedieron en 1959 por su precaria situación económica.

También se recoge el testimonio de Domingo Valenciano, de 90 años, que participó altruistamente en la construcción de las viviendas. “Se construyeron como se construía en aquella época, entre todos: pedíamos los materiales a las empresas y trabajábamos los fines de semana”, recuerda.

El párroco que materializó la venta de las casas a un concesionario próximo por 360.607 euros sostiene que a los vecinos “se les dieron tres opciones: que devolvieran la casa, que era lo más lógico, que compraran o que se fueran a vivir a otra vivienda en usufructo”. Sin embargo, se niega a dar explicaciones de para qué quería la Iglesia el dinero que obtuvo por la venta.

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