Las principales inversiones en la red de carreteras de Lanzarote para las próximas décadas están a punto de decidirse. Los últimos proyectos ejecutados, como la Circunvalación de Arrecife o la carretera de Tahíche, han fragmentado ambas localidades más aún de lo que estaban. Otras poblaciones, como Playa Honda, Tías o Mácher, también están divididas por las carreteras, que carecen de una adecuada integración urbana.

Junto a la reciente apuesta por la sostenibilidad energética o a la enraizada visión crítica con el consumo de territorio, el diseño respetuoso de las infraestructuras viarias con el entorno se antoja clave para mantener la diferenciación de la Isla. Hasta ahora, las grandes obras en el Eje de Norte a Sur, que va de Órzola a Playa Blanca, han dividido poblaciones y no se han integrado en el paisaje insular.

Otro factor indiscutible es la deuda histórica: se ha invertido mucho menos en Lanzarote que en el resto de Islas, apenas 90 millones de euros en las dos últimas décadas, de una tarta presupuestaria de 2.800 millones de euros. En La Gomera la inversión ha rozado los 96 millones de euros, en Fuerteventura ha superado los 164 millones, en La Palma se ha aproximado a los 189 millones, en Tenerife ha alcanzado los 990 millones y en Gran Canaria ha llegado a los 1.230 millones de euros.

Desde que se inauguró la Circunvalación capitalina hace tres años, las obras en las vías de interés general han brillado por su ausencia. En los próximos meses se espera la firma del nuevo convenio de carreteras entre la comunidad autónoma de Canarias y el Gobierno central, que entraría en vigor el próximo año. Sobre la mesa del nuevo ministro de Fomento, el socialista José Luis Ábalos, está la relación de obras que el Gobierno de Fernando Clavijo negoció con el PP.

El listado incluye obras polémicas que provocaron la recogida de miles de firmas de rechazo, como una vía rápida que atravesaría la vega de Mácher, y vuelve a situar a Lanzarote en el vagón de cola: con 158 millones de euros asignados hasta 2025, está prácticamente al mismo nivel que los 155 millones de La Gomera, y a años luz de los 665 millones de Fuerteventura o los 839 millones de La Palma. El montante económico global a repartir en el convenio de carreteras roza los 4.000 millones de euros.

Cambio de paradigma

Una iniciativa ciudadana, que ya se ha presentado a ayuntamientos de la Isla, al Cabildo y a grupos políticos, plantea aprovechar el escenario inversor que se abre con el nuevo convenio de carreteras entre Canarias y el Estado para un cambio de paradigma en las vías insulares.

Así, se propone diseñar una serie de intervenciones que permita corregir errores del pasado, actuar en puntos críticos para el tráfico como el tramo entre Arrecife y San Bartolomé a través del barrio de Argana, la autovía de Playa Honda o las carreteras que atraviesan las localidades de Tías y Mácher.

“No ocupar nuevos suelos para carreteras”, potenciar el deporte mediante carriles específicos para ciclistas y corredores, una “mínima intervención en el paisaje, mimetizando todas las actuaciones” que se acometan, con “especial sensibilidad” en el “diseño y estética” de las obras, eliminar farolas de gran altura y utilizar fuentes de energía limpias para la iluminación de las vías son algunos de los principales criterios recogidos en el paquete de medidas que están analizando las instituciones de la Isla.