La plataforma de vendedores ambulantes de Lanzarote aseguró que este domingo, de 150 puestos autorizados para instalarse en el mercadillo de Teguise, que volvió a celebrarse después de que se declarase el estado de alarma sanitaria en marzo, acudieron 62.

“Nuestro mercadillo ofrecía una imagen muy poco atractiva”, señala la plataforma, que critica las medidas para garantizar la distancia: “Una cinta de precinto roja y blanca pasaba por delante de los puestos a medio metro de distancia dificultando la oferta”.

Sobre el número de puestos colocados, según la plataforma “las exigencias que el Ayuntamiento impuso para poder montar no estaban al alcance de todos”. “La exigencia de una carpa homologada y certificada es una inversión demasiado cara en tiempos de pandemia”, añade el colectivo.

La asociación resalta que los profesionales del sector ya venían “arrastrando una crisis muy larga”. “Trabajábamos con un turismo de todo incluido que gastaba poco dinero en los mercadillos” y “casi ocho meses sin trabajar han hecho mucha mella en el eslabón más débil de la cadena del comercio”, agrega.

La plataforma de vendedores ambulantes de Lanzarote asegura que no conoce “ningún mercadillo en toda Canarias ni en España” que “sólo puedan montar con estructuras homologadas”.

La asociación recalca que está compuesta por autónomos y demanda “libertad” para presentar su mercancía “dentro de la estructura que mejor se adapte” a sus posibilidades, tanto “económicas como prácticas”. También destaca que la renovación de las licencias de venta lleva “año y medio de retraso”.