La empresa Clece ha interpuesto una demanda contra el Ayuntamiento de Arrecife, que se sustancia en el Juzgado de lo Contencioso Administrativo número seis de Las Palmas, en la que reclama de la institución municipal el pago de 2,6 millones de euros.

La compañía, que resultó adjudicataria de la explotación del parque deportivo municipal -donde se encuentra la piscina- y del pabellón de Argana, cerrado al público, reclama esa importante suma de dinero en concepto de “daños y perjuicios soportados hasta la fecha”.

Clece se llevó el concurso para explotar el parque deportivo municipal y el pomposamente bautizado como Palacio Municipal de Deportes, pero en junio del año pasado ya solicitó ante el propio Ayuntamiento, de forma oficial pero sin éxito, el “restablecimiento económico del contrato”.

La empresa se hizo cargo del servicio en mayo de 2018 pero se ha encontrado, según su versión, “con una demanda” de usuarios “muy inferior a la esperada”. Así, las cifras no concuerdan ni con las del estudio de viabilidad utilizado por el Consistorio para sacar a concurso la explotación de las instalaciones deportivas ni con las propias previsiones que manejaba la compañía, filial de ACS, el grupo presidido por el empresario Florentino Pérez.

Este pasado mes de mayo se cumplieron los cinco primeros años de la gestión por parte de Clece. A priori se contemplaban resultados negativos los tres primeros ejercicios, pero hace ya un año a la empresa no le cuadraban los números y apeló a una cláusula del contrato, relativa a mantener el equilibrio económico, que va en ambas direcciones: lo puede solicitar la empresa, pero también el Ayuntamiento.

Entre la pandemia de Covid, que afectó de forma especial a este tipo de servicios, y la apertura de nuevas instalaciones deportivas en Arrecife, privadas pero con servicios similares, especialmente el de gimnasio, el descuadre en las cuentas de la concesionaria del servicio municipal es notable.

Así, en los cuatro primeros años de explotación, entre mayo de 2018 y el mismo mes de 2022, la previsión de Clece, contemplada en su oferta, era alcanzar una facturación de 6,5 millones de euros.

La concesionaria tiene que reformar el pabellón de Argana, que lleva 10 años cerrado

Sin embargo, lo realmente ingresado apenas alcanzó la mitad: 3,4 millones de euros. En el capítulo de gastos, Clece destinó 925.000 euros menos con respecto a lo que contemplaba desembolsar en los cuatro primeros años del contrato, sobre todo en personal, donde se ahorró 603.000 euros.

El saldo final, según sus cuentas, son unas pérdidas reales para el concesionario de 1,7 millones de euros, y una diferencia de un millón más, hasta los 2,7 millones de euros en negativo, con respecto a lo que Clece interpreta que tenía derecho en contrato.

Pabellón de Argana.

Sin pabellón

Uno de los objetivos principales del concurso para lograr una empresa que explotase la piscina y el pabellón de Argana era conseguir que corrieran a su cargo las inversiones necesarias. De forma obligatoria, en el Parque deportivo municipal el compromiso obligatorio era de 740.000 euros, de lo que se habría ejecutado un 72 por ciento.

De forma voluntaria, Clece se comprometió a llegar hasta 1,6 millones de euros con otras obras, como una nueva sala, instalaciones térmicas o equipamiento deportivo. Según su balance, habría invertido en el complejo de la piscina municipal 1,9 millones de euros.

El pabellón de Argana es otra historia: se inauguró en abril de 2007 pero lleva cerrado desde 2013, por fallos en su estructura. Construido por la empresa FCC, que pagó un viaje a Marruecos a la familia de la exalcaldesa Isabel Déniz, está en el epicentro de la operación Jable, la única pieza que falta por juzgarse del caso Unión. El pabellón de Argana se presupuestó en ocho millones, pero se terminaron pagando casi 13 millones.

En contrato, Clece tenía la obligación de invertir 834.000 euros, pero hasta el pasado diciembre el Ayuntamiento no aprobó el proyecto de rehabilitación.

Mayor inversión

En febrero del año pasado, el Consistorio apuntaba ya que la inversión necesaria para reabrir el pabellón de Argana iba a ser superior a la contemplada por Clece: 1,2 millones de euros.

Si no se cumplía con lo previsto, habría que tomar “medidas más drásticas, que incluso pasarían por iniciar el procedimiento correspondiente para la anulación del contrato”, advertía el grupo de gobierno municipal.

Por ahora, lo más drástico ha sido la decisión de la concesionaria de acudir a los tribunales en un pleito contra el Ayuntamiento.