REPORTAJE

La basura visual de Feo Flip: “Arrecife es ideal para pintar”

Feo Flip y su obra La máquina humanizada (o el humano mecanizado). Callejón de la calle Otilia Díaz (Arrecife).
M.J. Tabar 22 COMENTARIOS 10/09/2015 - 06:30

Feo Flip (Haría, 1984) siempre quiso ser dibujante. “En vez de golosinas, a mi madre le pedía cómics porque me duraban para siempre”, cuenta. No leía el texto, sólo miraba los dibujos y guardaba el tebeo debajo de la cama. Tomó la costumbre de copiar las figuras de Spiderman y de Goku, para luego empezar a dibujar sus propios muñecos y jugar con ellos. Hoy se gana la vida pintando murales y participando en encuentro de arte urbano.

 “La primera acuarela que vi fue en un cómic no en un museo”, explica el artista lanzaroteño que vive a caballo entre La Laguna, Haría y muchas partes. Estudió Ilustración en la escuela de arte Fernando Estévez (Tenerife) y compaginó las clases con un trabajo a media jornada en el bazar de su madre. Entre venta y venta, se empapó de Marvel, Moebius y del cómic europeo más vanguardista.

La evolución natural lo llevó a matricularse en Bellas Artes, en Barcelona. “Allí conocí a mucha gente con la que pude compartir pasión, pero académicamente… fue un desastre”, recuerda. “El grafiti y las galerías de arte llevan trabajando juntos desde los años 80, pero mis tutores veían el arte urbano como una ilegalidad y no querían saber nada”. Vivía en La Otra Carbonería, un espacio social autogestionado en el Exaimple que fue desalojado en 2014.

Bansky, Os Gêmeos… Feo Flip mencionó en su proyecto estas y otras figuras del arte urbano internacional, pero su tutor no cambió de opinión: “No puedes hacer un proyecto sobre gente que no tiene una licencia de Bellas Artes”. Fue la gota que colmó el vaso de su espíritu crítico. Pensó que Dalí y Van Gogh nunca tuvieron título y eran esenciales. “El arte es una forma de vida; estudiar Bellas Artes no tiene mucho que ver con eso y es un poco triste”. Le concedieron dos becas y se mudó a Galicia y a Grecia para ampliar conocimientos y alejarse de aquella facultad que empezaba a bloquearle.

Se licenció y desde entonces ha participado en varios encuentros de arte callejero: Poliniza 2015 (Valencia), el encuentro de arte urbano de Finochietto (Buenos Aires), Puerto Street Art (Santa Cruz de Tenerife), el II Encuentro de Arte Urbano del Tagor (Fuerteventura), el Festival Vibra Valboa (Lugo-León) y el campeonato canario de graffiti de El Toscal (Tenerife) entre otros.

Se gana la vida haciendo trabajos por encargo, ayudando a empresas y autónomos a mostrar su identidad, con obras artesanas al servicio del cliente. Ha pintado viveros, herbolarios, escuelas y consultas de psicología. “Bendito grafiti que me salvó la vida”, dice. “Al final, me gano la vida con lo que hacía antes de estudiar”.

Pero la obra que verdaderamente le representa está en muros derruidos, ventanas ciegas y paredes abandonadas. Lleva una pequeña mochila con una libreta de bocetos (una agenda roja de tapa dura rescatada de la basura) donde se suceden teléfonos con patas arácnidas, personajes grotescos y un velero encallado transformado en un pájaro-saurio con colmillos.

Reflexiona sobre el progreso con composiciones biomecánicas y anamórficas que llena de pequeños detalles, siempre que el tiempo se lo permita. “Me gusta que las cosas no sean lo que parecen a primera vista”, que estén sujetas a la libre interpretación del que las mira. Ashley Wood, Kent Williams y Matías Mata (Sabotajealmontaje) son algunas de sus referencias.

Su bolso se completa con varios rodillos. “En verano se tira montón de pintura plástica a la calle y estoy atento por si me encuentro algo”. Prepara la mezcla y compra los tintes. A veces fotografía las posibles localizaciones de sus pinturas. Es particularmente cuidadoso con la selección del lugar y la integración de su obra en el espacio público. Le gusta que el Norte rural se mantenga con las calles limpias, bien cuidadas y sin firmas.

“El arte urbano tiene repercusión mediática, atrae turismo y es una inversión de la que puede disfrutar todo el mundo”

Arrecife es otra historia. “Es ideal para pintar”. Las paredes huérfanas, los islotes descacharrados y los muros se cuentan por decenas. Todavía se pregunta cómo es posible que al propietario de un solar vacío en la calle Francos prefiriese la pintura negra que el dibujo que hizo él en 2012. No es la primera vez que tiene detractores. Una vez, en Tenerife, unas monjas le preguntaron quién le enviaba a pintar “cosas satánicas”. Afortunadamente, las cosas han cambiado mucho: “Ahora puedo estar pintando tranquilo en un callejón y que pase gente mayor y no me grite. Eso es mucho cambio”, añade.  La gente le felicita y le pregunta.” Se dan cuenta del trabajo que supone”.  Otras veces, se limitan a interactuar y resulta francamente divertido como la vez que encadenó a una farola un tótem fabricado con piezas de ordenador. “¡Un homenaje a Linux, ya era hora!”, gritó un vecino.

“Si vas a trabajar en un espacio público tienes una responsabilidad: tiene que agradar, lo bueno es que la gente del barrio se apropie de tu obra”, reflexiona. El arte urbano “tiene repercusión mediática, atrae turismo, es una inversión de la que puede disfrutar todo el mundo”. Es lo que explicó a los responsables del área de Urbanismo del Ayuntamiento de Arrecife, con los que se reunió hace un mes para presentarles su trabajo y proponerles un encuentro de arte urbano en la ciudad. Cosechó cierta indiferencia y una sugerencia: quizás estaría bien organizar un taller para niños. “No está mal, pero los pibes necesitan referencias, si no, estos talleres son como una manualidad cualquiera”. Próximo intento: áreas de Cultura y Juventud.

Tanto si el proyecto prospera, como si no, Feo Flip seguirá pintando. Igual que Mangüe, Sueño y otras firmas que se mueven por Lanzarote dándole una vuelta de tuerca al desmoronamiento urbano.

Consulta: basuravisual.blogspot.com.es

 

Comentarios

Fiqieu impresionado com os desenhos de Feo Flip, que garimpei em dois bairros (Barbalho e Ondina), da cidade de Salvador, Bahia.
Felicidades por traernos arte a la calle. Sigue así, mi hermano sintió lo mismo cuando estudió arte y le atajaron las manos y la cabeza... Adelante!! Desde Gran Canaria, gracias por el Mural que nos has regalado en La Isleta.
me encanta, emn mi casa ,el vecino sta haciendo una segunda planta que me tapa medio cielo, si pudiera te llamaria para romper ese desagravio y graduar tus dibujo con el azul...cuanto cobras y como puedo localizarte...

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