Los terrenos sobre los que se construye un hotel de más de 700 plazas en Costa Teguise se subastaron de forma irregular por parte de la Agencia Tributaria. Así lo ha determinado el Tribunal Económico Administrativo Central, integrado en el propio Ministerio de Hacienda, que anuló la subasta, a raíz de la cual con posterioridad se adjudicaron las dos parcelas, que suman unos 70.000 metros cuadrados.

Por poco más de tres millones de euros, la cadena hotelera Gloria, del presidente de la Federación de Empresarios de Hostelería y Turismo de Las Palmas, José María Mañaricúa, se quedó con unos terrenos en primera línea valorados para la subasta en siete millones de euros y con valor catastral superior a los 15,5 millones de euros.

El origen de este pelotazo -en sentido coloquial operación económica que produce una gran ganancia fácil y rápida- se remonta a 2015. Sands Beach Resort acumulaba unas elevadas deudas tributarias, contraídas antes de que cogiera las riendas del establecimiento alojativo el empresario Juan Carlos Albuixech, especializado en el turismo deportivo, que heredó unas obligaciones con Hacienda de unos 16 millones.

Sands Beach solicita a la Agencia Tributaria un aplazamiento. Como garantía de parte de esas deudas, una sociedad vinculada a los anteriores propietarios del complejo, Millenium Energía Verde, hipoteca las dos fincas que constituyen la parcela 244-F de Costa Teguise, la última de primera línea antes del camino hacia Los Ancones.

En octubre de 2015, la Agencia Tributaria acepta las hipotecas de las fincas, que se inscriben en noviembre de ese año. Apenas dos meses más tarde, en enero de 2016, se anuncia la subasta de los terrenos. En aquel momento, según ha podido saber Diario de Lanzarote, se estaba negociando una venta voluntaria a precio de mercado para descontar un importe sustancial de la deuda con Hacienda y captar fondos para la reforma de Sands Beach. Sin embargo, al activarse la subasta la operación se frustra.

Hacienda primero valora a efectos de la subasta cada finca en 2,6 millones de euros, que tras un recurso corrige a 3,5 millones de euros. La subasta se fija para abril de 2016, pero nadie se presenta y queda desierta. Arranca entonces el trámite de adjudicación directa. La empresa de Mañaricúa terminó pagando tan solo 1,5 millones por cada una de las fincas, en pleno suelo urbano consolidado, a 44 euros el metro cuadrado. La Agencia Tributaria sostiene que es “la mejor oferta presentada” y la estima “suficiente”.

Batalla legal

Entonces comienza una batalla legal que aún no ha finalizado. Primero el Tribunal Económico de Canarias y luego el Central confirmaron la nulidad de la subasta ordenada por la Agencia Tributaria. Una de las claves es por qué se agruparon las dos parcelas en un único lote. La empresa afectada alega que no existe “ningún tipo de motivación” para agrupar las dos fincas en un único lote. Y añade que “la venta de una sola de las fincas” debía cubrir “con creces el importe adeudado” por el que se activó la subasta, que era de 1,1 millones de euros, de un expediente sancionador por el impuesto de sociedades que se remontaba a 2001. “De no conseguirse” un comprador, “nada impediría subastar después la otra finca”.

Al unir las dos fincas en una sola subasta, se incrementaba la dificultad para participar, “al exigirse el depósito de casi 1,4 millones de euros”, además de “una capacidad financiera de siete millones de euros para adquirir las fincas”. No obstante, al quedar desierta la subasta, esos requisitos económicos se relajaron de forma notable.

El presidente de la patronal hotelera provincial se hizo a bajo precio con terrenos en primera línea

El Tribunal Regional “anula los acuerdos de enajenación”, ya que si bien la formación de lotes a efectos de subasta “queda en la esfera discrecional del órgano de recaudación”, sin embargo es necesario justificar la decisión. “No existe ninguna explicación sobre las características de las fincas y la necesidad de formar un solo lote”, señala en su resolución. “Como señala la interesada”, añade el Tribunal Económico Central en referencia a Sands Beach Resort, el importe de la deuda que se estaba ejecutando era de 1,1 millones de euros, mientras que el valor de los bienes de la subasta era de unos siete millones, “seis veces más”.

El Tribunal Económico Central añade que la normativa de recaudación contiene “un mandato expreso de evitar la enajenación en subasta de bienes con un valor notoriamente superior al de la deuda”. Agrupar dos fincas como se hizo “es evidente que exige motivación de algún tipo”, pero “no se ha producido”. Esa “ausencia de una motivación”, concluye el Tribunal Central, “habría causado una indefensión” a la citada empresa, por falta de “proporcionalidad” de la Agencia Tributaria.

“Sin ejecutar”

Las fuentes consultadas destacan la incidencia de que la adjudicación de los terrenos a la cadena hotelera Gloria, cuando la subasta previa quedó anulada por el Tribunal Económico Central, puede tener consecuencias. Al menos desde enero de 2017, la compañía de Albuixech ya le advirtió a la de Mañaricúa que había impugnado la subasta y que la “validez” de la adquisición de los terrenos dependía del “requisito previo” de una subasta que ahora es considerada irregular por el Tribunal que revisa las actuaciones del propio Ministerio de Hacienda en vía administrativa.

El pasado mes de noviembre, la empresa Sands Beach Resort se dirigió a la Agencia Tributaria, para recordarle que continuaba “sin ejecutar la resolución dictada por el Tribunal Económico Administrativo Central” pese a que “es firme”. Ya lo había solicitado seis meses antes, sin éxito. Al finalizar este pasado marzo tampoco tenía ninguna contestación positiva. La ejecución tendría una evidente “trascendencia” económica para Sands Beach. Mientras tanto, se han acelerado las obras del hotel, de 356 habitaciones y 709 plazas, y con un presupuesto de más de 77 millones de euros.