TRIBUNALES

El Juzgado incorpora la grabación al propietario de Alegranza a la causa sobre el chivatazo

En la conversación, Jordán afirma que un agente del Seprona era un chivato de los furtivos. La defensa de la sargento del Seprona, Gloria Moreno, había pedido que se reabriera el caso

Imágenes de la operación contra la caza de pardelas en Alegranza. Fotos: Guardia Civil.
Saúl García 0 COMENTARIOS 08/01/2019 - 06:12

La grabación en la que el propietario del islote de Alegranza, Enrique Jordán, afirmaba que un agente del Seprona era un “chivato” y podría haber avisado a los cazadores furtivos de pardelas de las intervenciones previstas por la Guardia Civil, se ha incorporado al Juzgado número 3 de Arrecife.

En una diligencia fechada el pasado 15 de diciembre, el letrado de la administración de Justicia de ese órgano judicial ordena que se una esa grabación al procedimiento en el que se investigó por esos hechos a un agente, Miguel Ángel Padial.

El letrado, figura que antes se denominaba secretario judicial, incorpora la grabación y un oficio procedente de la Comandancia de Guardia Civil de Las Palmas de Gran Canaria en el que se adjunta un escrito del periodista Sergio Calleja, que es el otro interlocutor en esa grabación y que había remitido, a su vez, la grabación a la Comandancia.

En dicha grabación, Jordán reconocía su antigua relación de amistad con Fernando González Berriel, uno de los participantes en el asadero de pardelas que fue denunciado por el Seprona y por el que están acusadas, por parte de la Fiscalía, once personas por un delito contra la fauna. Además, el Gobierno de Canarias ha propuesto una sanción de 140.000 euros.

Dice que esa relación se rompió porque se negó a seguir con la caza furtiva y que cuando tenían amistad y González Berriel estaba en su casa de Alegranza le llamó el propio Padial.

La sargento del Seprona, Gloria Moreno, está acusada en otro procedimiento por el agente Padial por considerar que le acusó falsamente de pasar información a los furtivos. La Fiscalía pide cuatro años de prisión para Moreno como autora de un delito de denuncia falsa.

Tras el archivo de la causa contra Padial, este agente denunció a Moreno por un presunto delito de falsedad en documento oficial, a pesar de que no fue ella quien lo denunció en el Juzgado, pero sí quien puso en conocimiento de sus superiores que había conocido a través de un trabajador de la Estación de Doñana en Alegranza, Juan Jesús Moreno Rajel, que Padial podía haber pasado información sobre el operativo de las pardelas.

Ese trabajador posteriormente negó esa información. La defensa de la sargento pidió en el Juzgado número 3 la reapertura del caso en el que Padial estaba investigado de revelación de secretos y que el Juzgado había archivado de forma provisional sin que ni siquiera declararan ni los testigos ni el investigado. Se pidió la reapertura en base a esa grabación y se solicitó que declarasen dos testigos más, entre ellos el trabajador de la Estación de Doñana.

La defensa de Moreno cree que la grabación enseña “de una manera coherente, precisa y sin atisbos de duda, que la comunicación que hace Gloria Moreno a requerimiento del capitán Germán García, sobre lo que le refiere el testigo Juan Jesus Moreno Rajel acerca de que el guardia Miguel Ángel Padial filtra información a los cazadores furtivos de Alegranza, en concreto a los hermanos Gonzalez Berriel, es cierta”.

“Un chivato de esta historia mil por mil”

La conversación grabada se produjo el 5 de octubre en un establecimiento comercial propiedad de Jordán. El propietario del islote había llamado previamente a Sergio Calleja, a quien no conocía, para que hiciera llegar una pregunta a la sargento del Seprona.

La conversación gira en torno a la denuncia por la caza de pardelas, aunque aparecen muchos otros temas antiguos que no tienen que ver con el caso y también aparecen menciones a la política lanzaroteña.

Los interlocutores hablan de los procedimientos judiciales en marcha sobre el asadero de pardelas y sobre la sargento del Seprona. A lo largo de la conversación, Jordán reconoce su relación de amistad con Fernando González Berriel hasta hace “diez o quince años” y asegura que esa relación se rompió porque se negó a seguir con la caza furtiva. “Si está prohibido, está prohibido”, se le oye decir.

Revela que cuando tenían amistad y González Berriel estaba en su casa de Alegranza le llamó el propio Padial. Jordán añade: “Yo sé que Miguel Ángel Padial es un chivato de esta historia mil por mil desde que vino a Lanzarote”.

En la grabación, Calleja le insta a que ratifique ese relato en el Juzgado, pero Jordán contesta que no lo hace por miedo y porque no lo puede demostrar, porque es la palabra de uno contra la de otro.