El Juzgado de instrucción 4 de Arrecife ha decido calificar la causa que se sigue contra tres agentes del Seprona de Lanzarote, por omitir su deber de perseguir varios delitos de maltrato animal, como causa compleja y alargarla durante 18 meses.

El juez prorroga la instrucción al no haber concluido el conjunto de diligencias de investigación acordadas para el esclarecimiento de los hechos y de sus responsables.

El Juzgado alega dificultades, ya que solo tres meses después de la ratificación de la querella se declaró el estado de alarma, incluso antes de que declararan los investigados.

La Fiscalía se opuso al sobreseimiento solicitado por los querellados y pide que se siga investigando.

El próximo 16 de marzo tendrá que declarar como testigo el responsable de bienestar animal y jefe de expedientes del Ayuntamiento de Yaiza para comprobar qué informe trasladó a los querellados sobre alguna de esas denuncias.

También se ha solicitado otra diligencia dirigida a los Juzgados para que informen si abrieron diligencias penales por los supuestos delitos de maltrato animal.

La querella la presentó la sargento del Seprona, Gloria Moreno, mientras que los tres agentes, a su vez, presentaron una queja interna por supuesto acoso contra ella, que se archivó.

Los agentes ya fueron sancionados internamente por no tramitar una denuncia de posible maltrato animal.

Según la querella, dos de los agentes conocían que se había cometido un posible maltrato animal y no incoaron el correspondiente atestado policial, ni pusieron los hechos en conocimiento de la autoridad judicial.

Además, tenían conocimiento de la existencia de otras tres denuncias por presuntos delitos continuados de maltrato animal, que, por otra parte, acabaron siendo juzgados, con condenas para los acusados.

Uno de los casos fue el del perro King, en el que dos personas entraron en la cárcel por una pena de tres meses y un día.