Raúl Díaz regresó este martes a la vivienda en la que residía con Romina Celeste Núñez, precintada desde el jueves de la semana pasada. El marido de la joven paraguaya, detenido desde el domingo por la tarde, permaneció unas dos horas y media en el interior del inmueble, que ha sido registrado por la Guardia Civil.

Efectivos del Instituto Armado llegaron al complejo residencial de Costa Teguise sobre las dos y media de la tarde con el sospechoso de la desaparición de Romina Celeste Núñez.

El detenido salió de la urbanización en la parte trasera de un vehículo azul, escoltado por la Guardia Civil y tapado con una manta para ocultarse, sobre las 16.45 horas de este martes.

La Guardia Civil también ha rastreado la urbanización con perros especializados en la búsqueda y localización de restos de cadáveres, del Servicio Cinológico del Instituto Armado.

El Instituto Armado confirmó que también se ha registrado el despacho del marido de Romina, ingeniero de profesión, y un vehículo de alquiler que había contratado el sospechoso de la desaparición.

Según indicaron fuentes de la Guardia Civil, el citado vehículo de alquiler presuntamente habría sido utilizado por el detenido para deshacerse de los restos de la desaparecida.

La investigación está siendo dirigida por el equipo de Personas y Homicidios de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia de Las Palmas, que está siendo apoyado en los registros por el Equipo Central de Inspección Ocular de Criminalística.

El marido de la joven, de 28 años y nacionalidad paraguaya, declaró a la Guardia Civil que tuvo varios días su cuerpo en casa, que intentó quemarlo y que luego lo arrojó al mar en varios puntos del litoral.

La Guardia Civil lleva desde el lunes efectuando búsquedas en el litoral lanzaroteño, en zonas como Los Hervideros, en el municipio de Yaiza, o Los Ancones, en un tramo de costa próximo a la localidad de Costa Teguise.

El detenido insistió en su declaración tras ser detenido que no mató a Romina sino que ya estaba fallecida cuando regresó a la casa. Raúl Díaz sostiene que había consumido drogas, que asustó y que se deshizo del cadáver.

Antes de arrojar el cuerpo al mar trató de quemarlo en el jardín y añadió que se rompió en gragmentos al intentar moverlo, según ha trascendido de la declaración del detenido, que presuntamente habría lanzado los restos mortales al mar en diferentes puntos del litoral de la Isla.