El comité de empresa del ente público Centros de Arte, Cultura y Turismo (CACT), que depende del Cabildo de Lanzarote, ha tachado de “acto de represión injustificable” el despido tras un expediente disciplinario de su presidente, Antonio Bonilla.

Bonilla, representante de Intersindical Canaria, fue objeto de un expediente sancionador por presuntas irregularidades en el acceso a documentación interna del ente público, que el trabajador rechazada.

“Antonio Bonilla se ha caracterizado por ser defensor de lo público, de la obra de César y denunciar la mala gestión y atrocidades que ha cometido la Dirección en los Centros, hechos que le han costado su cabeza en la empresa pública”, señaló en un comunicado el comité de empresa.

Desde el comité han mostrado su “solidaridad y apoyo” a Bonilla y consideran que “ha sido injustamente expedientado y despedido en un acto de represión injustificable”.

Para los representantes de la plantilla, “los consejeros y la dirección” de los Centros “se han convertido en verdugos, jueces y parte tomando la decisión de despedir a un trabajador, que es delegado de personal y presidente del comité de empresa, sin nombrar a un instructor independiente, que garantice la resolución del expediente disciplinario”.

Bonilla, que ha obtenido también el respaldo de su sindicato y de Comisiones Obreras, ha ejercido, para el comité de empresa, “de manera activa y responsable las tareas para las que fue elegido”, es decir, “defender los intereses de sus compañeros”.

El comité de empresa asegura que “no consiente semejante atropello” y avisa que se mantendrá “muy activo ante la vulneración de derechos y las represalias hacia este y otros representantes de los trabajadores”.

“En condiciones de precariedad laboral y paro es difícil organizarse y conseguir tener una representación eficaz en las empresas, y más difícil aún, perder el miedo, exigir y velar por el cumplimiento de nuestros derechos”, afirman los representantes de la plantilla.

“La lucha de Antonio Bonilla es nuestra lucha y por tanto su despido atenta contra la defensa de la gestión pública transparente y contra los derechos de los trabajadores”, insiste el comité de empresa, que añade que no va a permitir que sus representantes “sean represaliados, reprimidos y su voz callada”.

Por último, el comité advierte que pondrán a disposición de Bonilla todas sus fuerzas “contra la represión sindical y por la readmisión” del delegado sindical despedido.