El Cabildo de Lanzarote celebra este viernes a las nueve de la mañana un pleno extraordinario para votar la concesión de la distinción de hijo adoptivo de Lanzarote a Agustín Pallarés por su “dedicación al estudio, la documentación y la investigación del pasado histórico, natural y cultural” de la Isla.

El consejero de Cultura, Óscar Pérez, indica en el expediente que Pallarés ha destacado “especialmente en los ámbitos de la toponimia”, así como en el estudio de “la historia y la prehistoria de Lanzarote”.

Además, el consejero resalta de Pallarés que “se trata de una de las personalidades más significadas, señeras y fundamentales que ha contribuido activamente al conocimiento, la puesta en valor y divulgación del pasado histórico cultural de Lanzarote”.

El departamento de Cultura resalta en un informe que ha quedado constatado el “desarrollo de una seria y sólida línea de investigación orientada a contribuir al conocimiento” y la “divulgación” del pasado de Lanzarote a través de “numerosas publicaciones, artículos científicos y ponencias en revistas especializadas”, así como en conferencias y foros relacionados con la cultura de Canarias.

De Pallarés se destaca su “incansable” labor de investigación desde los años 60 del siglo pasado. En 2014 publicó con la editorial Ediciones Remotas su “obra cumbre”, el ‘Diccionario de Topónimos de Lanzarote’, que está considerado como uno de los “baluartes bibliográficos de referencia sobre la toponimia en Canarias”.

“Agustín Pallarés Padilla es portador de una sólida formación autodidacta sobre el pasado histórico y cultural de Lanzarote, alimentada a través de muchas horas de lectura, estudio y análisis”, resalta en su informe José Betancort, el instructor del expediente para la declaración como hijo adoptivo de Lanzarote.

Pallarés nació el 8 de octubre de 1928 en La Oliva (Fuerteventura). Hijo y nieto de torrero, su familia se desplazó por diferentes faros de las costas canarias, en La Palma, Pechiguera o Alegranza. En esta pequeña isla “se refugiará la familia Pallarés Padilla entre 1937 y 1944, dejando atrás la represión franquista y los duros años de la posguerra”.

En 2014 publicó con la editorial Ediciones Remotas su “obra cumbre”, el ‘Diccionario de Topónimos de Lanzarote’

La “lejanía” durante su infancia y adolescencia de los centros escolares “convencionales” hizo que su propia familia se ocupase de su educación y formación. Siguiendo la tradición familiar, Pallarés se convierte también en torrero, estando destinado en Tenerife, Pechiguera y también en Alegranza, donde ejerce “durante más de 35 años, hasta que se jubila en 1991”.

“Durante las temporadas de descanso de la actividad asociada a los faros, empieza a ejercer como guía turístico en Lanzarote”, gracias a sus habilidades en idiomas como el inglés y el francés, “y sobre todo por sus conocimientos en patrimonio histórico, cultural y natural”.

En el informe sobre su trayectoria se destaca que “una de las líneas de estudio abierta” por Pallarés plantea la teoría de que “posiblemente el poblamiento aborigen de las Islas Canarias antes de la conquista europea pueda estar asociado al proceso de romanización del norte de África”. Una hipótesis que “sigue viva” y que recientemente “ha tomado cuerpo con los recientes descubrimientos realizados en el yacimiento romano en la Isla de Lobos” o los trabajos arqueológicos realizados en Lanzarote por el profesor Pablo Atoche.