El antiguo edificio de Correos, en la avenida marítima de Arrecife, y la Casa del Cabrerón, en el barrio de Valterra, pasarán a manos públicas una vez que sean adquiridos por el Cabildo de Lanzarote, tal y como anunció este jueves la presidenta Dolores Corujo.

La institución insular, que ha presentado el presupuesto de 2023, tiene previsto destinar 3,2 millones de euros para la compra de ambos inmuebles: 2,5 millones de euros para el edificio de Correos y 666.000 euros para la Casa del Cabrerón, un inmueble de valor histórico que está incluido en la Lista Roja de la organización Hispania Nostra.

La antigua sede de Correos se destinará a Museo del Mar, mientras que la Casa del Cabrerón, en estado de abandono y tapiada desde hace años, todavía no tiene un uso definido, pero se piensa que esté vinculado al barrio de Valterra, como equipamiento público.

El antiguo edificio de Correos se remonta a mediados del siglo pasado. En concreto, las obras fueron entregadas en 1959, ejecutadas por la empresa de Pedro Elejabeitia, la misma que llevó a cabo el antiguo Parador de Turismo en la capital lanzaroteña.

Desde 1960 hasta ya entrado el año 2017, el inmueble situado en un lugar estratégico del centro de Arrecife, junto a la Casa de la Cultura Agustín de la Hoz, fue utilizado como sede de Correos, antes de que el servicio se trasladase a otras dependencias.

En peor estado de conservación se encuentra la Casa del Cabrerón, que data de 1887 y debe su nombre a su propietario inicial, Justo Cabrera y Cabrera. En esta casa se instaló el primer dispensario sanitario que tuvo la ciudad, el pequeño Hospital de Dolores, y posteriormente el edificio fue empleado como casa de huérfanos, instalación militar durante la Guerra Civil, escuela y residencia.

El edificio, de “imponente planta”, como destaca la entidad Hispania Nostra, que lo incluyó en el listado de bienes con valor de todo el país en riesgo de desaparición, está construido en roca volcánica y encalado. El inmueble consta de dos pisos y cuenta además, con grandes ventanales, así como con una puerta principal y varias laterales.

“En el interior de la parcela, llama la atención un ficus de grandes dimensiones, que fue muy probablemente plantado en el momento de construcción del edificio”, añade la citada entidad que vela por la conservación del patrimonio histórico.

El inmueble se encuentra en mal estado de conservación. En el techo y las paredes del espacio se pueden apreciar grietas. Además, la madera de los ventanales está muy degradada. El edificio ha estado okupado en el pasado y se han tapiado sus entradas.

Corujo dijo este jueves en rueda de prensa que “todos coincidiremos en la extraordinaria importancia de que las administraciones adquieran este tipo de inmuebles para garantizar su conservación y conseguir, además, su puesta a disposición de la ciudadanía”.