DESTACAMOS

De vivir de la pesca en Lanzarote a encontrar la muerte en Mauthausen

En la lista de españoles que murieron en los campos de concentración publicada por el Gobierno hay dos lanzaroteños: Pedro Noda y Domingo Cedrés, pero hubo muchos más que huyeron de una guerra y acabaron encontrando otra

Prisioneros republicanos españoles reciben a las fuerzas americanas el 5 de mayo de 1945, día de la liberación de Mauthausen-Gusen. Foto: Wikipedia.
Saúl García 0 COMENTARIOS 20/09/2019 - 07:31

Los nombres ya se sabían pero el Boletín Oficial del Estado hizo el reconocimiento oficial publicando la lista de los 4.427 españoles muertos en campos de concentración alemanes durante la Segunda Guerra Mundial. De ellos, 27 eran canarios y dos habían nacido en Lanzarote.

Se trata de Pedro Noda de la Cruz (en el listado, por error, aparece Nova en lugar de Noda) y Domingo Cedrés Arrocha. El primero de ellos murió con 28 años en mayo de 1942 en el campo de Brestein-Mauthausen y el segundo falleció en noviembre de 1941 en Gusen, con 34 años.

La historia de Noda (Yaiza, 1914) ya fue publicada. En 2005 el diario El País relataba cómo se enteró su nieto del destino del abuelo, con el que compartía nombre y apellido. Lo tecleó en Google y encontró un trabajo publicado por un grupo de universitarios austriacos.

Su nombre aparece en una lápida conmemorativa en el cementerio de Bretstein porque lo mataron en el campo de concentración tras un intento de fuga. Según contaba el periódico, “fue descubierto en plenos preparativos y acarreó crueles represalias contra los responsables”.

Los investigadores llegaron a la conclusión de que Noda era el cabecilla de la fuga y que fue “brutalmente apaleado, atado a una carreta y arrastrado por todo el recinto hasta causarle la muerte” y “su cadáver maltrecho fue expuesto en el campo en señal de amenaza y escarmiento”.

Los españoles de los campos intentaron varias fugas, entre otros motivos, porque creían que se encontraban en el Tirol y podían pasar a Suiza recorriendo unos pocos kilómetros.

De la otra historia, la de Cedrés Arrocha, se ocupa Fabián Hernández Romero en su blog deportadoscanarios. Hernández es un medico tinerfeño, miembro de la Asociación para la recuperación de la memoria histórica y de la Amical de Mauthausen. Lleva años recopilando las historias de los canarios que sufrieron primero la Guerra Civil y luego la Guerra Mundial con el objetivo de “guardar su memoria”, señala.

Domingo Cedrés nació en Papagayo en 1906. Sus antepasados procedían de Tías y debería haberse apellidado Cedrés Suárez, pues su madre se llamaba Luisa Suárez Arrocha. La familia se trasladó a la calle Academia, en Arrecife. Domingo, como Pedro, que huyó a África con su mujer embarazada, como tantos otros en aquella época, también era pescador, costero, roncote...

Sus historias son muy similares. Así se relata en un trabajo publicado en las jornadas sobre Lanzarote y Fuerteventura que se llama Huidos, evadidos, desertores y canjeados. Los canarios republicanos de la Guerra Civil Española y la Segunda Guerra Mundial, de Luis Alberto Anaya, José Alcaraz, Alexis Orihuela y Sergio Millares.

Hubo unos 800 pescadores, principalmente de Gran Canaria y Lanzarote, que acabaron en África, bien porque eran republicanos o bien porque no querían ser alistados en el bando nacional o en el servicio militar.

Huían en falúas o aprovechaban el viaje para no volver y atracaban en Dakar, Safí, Port Etienne o Casablanca, donde pedían asilo político. A algunos les sorprendió el alzamiento en África y no regresaron.

En el caso de Domingo, llegó a Mauritania, de ahí saltó a Argelia y cruzó a Francia, donde lo detuvieron. “No era político, ni republicano ni nada, huyó de la guerra, simplemente”, señala Hernández en su blog.

No se tiene constancia de si llegó a la zona republicana, como lo hicieron cientos de los canarios refugiados en África, o si directamente acabó en la Francia continental. Probablemente estuvo alistado en alguna Compañía de Trabajadores Extranjeros, que realizaban obras civiles, o en alguno de los Regimientos de Marcha de Voluntarios Extranjeros.

En octubre de 1940, estaba detenido en el Frontstalag 140 de la localidad francesa de Belfort. De allí lo trasladan a la prisión o Stalag XI-A de Altengrabow en Alemania y en abril de 1941 es deportado al campo de concentración de Mauthausen junto con otros 468 españoles.

En ese grupo hay otros cinco canarios: el tinerfeño Francisco Afonso García, los palmeros Vicente Méndez Hernández y Juan Pérez Remedios, el también lanzaroteño José Cruz Barreto y Casimiro Morales de la Hoz, también de la provincia oriental.

Dos meses más tarde, Domingo es trasladado al subcampo de Gusen. No logró superar ese invierno. La causa de su defunción, a punto de cumplir los 35 años, se registra como una bronconeumonía, pero según Hernández “a menudo los asesinatos fueron disfrazados como causas naturales de la muerte”.


Acta de defunción de Domingo Cedrés. Cedida por deportadoscanarios.

Muchas historias aún

Dice este investigador que quedan aún muchas historias por salir a la luz, principalmente en Tenerife, y que muchas familias desconocen lo que les ocurrió a sus antepasados. Apunta, además, que hay lanzaroteños que sobrevivieron a los campos y muchos que ni siquiera fueron apresados tras el armisticio franco-alemán, y acabaron exiliados en Francia.

Hernández apunta al menos tres supervivientes lanzaroteños de los campos nazis. Rafael Arrocha Elvira (San Bartolomé, 1918) fue detenido por los nazis en territorio francés y deportado al campo de Mauthausen. Jacinto Morales Perdomo (Máguez, 1918) se evadió de Villa Cisneros en 1937. Formaba parte de la tripulación del correíllo Viera y Clavijo. También fue detenido en Francia y deportado al campo de Mauthausen en 1941. El tercero es Domingo Padrón Valiente (Tías, 1912). Los tres fueron liberados de ese campo el 5 de mayo de 1945.

Igualmente, hay constancia de canarios en los campos de Neuengamme, Sauchsenhausen, Buchenwald y Dora-Mittelbau y algunos de ellos podrían ser de Lanzarote. Además está la historia de Juan Martín Dumpiérrez, que también nació en Papagayo. Llegó en un barco a Dakar el 16 de febrero de 1938 junto con nueve compañeros más y acabaron en la Francia continental sin pasar por la España republicana. El embajador español en Burdeos informa de su llegada y son trasladados a la zona republicana.

Ese año llegaron varios centenares de canarios a Valencia o Barcelona procedentes de la costa africana. Entre ellos, un grupo en el que estuvo Noda, que pasó tres meses en unos barracones en Port Etienne, de allí fueron a Casablanca, Marsella o Burdeos, y de allí remitidos a Barcelona o Valencia. Son declarados desertores. También estaba en ese grupo Nicolás Tavío Martín, de Yaiza, que fue detenido en la Península y trasladado a Las Palmas en diciembre de 1949.

Un topo en La Isleta

Por último, el caso más increíble entre los lanzaroteños que huyeron de la represión o la muerte es el de Pedro Nolasco Perdomo (Haría, 1906). Huyo sin salir de casa. Fue un topo. Vivía en Las Palmas de Gran Canaria. Desapareció tras un enfrentamiento en 1936 en el que murieron dos soldados del bando nacional. Se escondió en la parte trasera de una casa de su familia en el número 31 de la calle Alcorac, en La Isleta. Durante 16 años, ni sus hijos ni su hermana supieron que estaba en aquel lugar, en un cuarto de tres metros cuadrados. Salió a la calle en 1966.

Añadir nuevo comentario