MEDIO AMBIENTE

Cruzada contra el plástico del colegio de Caleta de Famara

Un proyecto insta a los establecimientos de la localidad a reducir el uso de plástico y premiará a aquellos que hayan puesto en marcha esas medidas

Saúl García 1 COMENTARIOS 15/10/2018 - 10:33

Famara, un mar de agua y no de plástico. Ese es el lema del proyecto que promueve el Colegio de Infantil y Primaria de Caleta de Famara para convertirse en un verdadero Colegio de la Biosfera.

El proyecto comenzó el curso pasado y tiene varias fases. La primera fue un trabajo de campo, o de arena. Padres, madres y el alumnado del colegio hicieron pequeñas parcelas en la playa de un metro cuadrado para comprobar cuánto plástico, sobre todo microplástico, convive con la arena.

El resultado fue sorprendente: encontraron 727 gramos de micro plástico, lo que equivale a 24 botellas de plástico de un litro y medio. Así que, con esos datos, calcularon cuánto plástico había oculto en la arena entre una bandera y la otra en un extensión de unos 500 metros por diez metros de ancho y llegaron a la conclusión de que había más de 363 kilos solo en ese trozo de playa. O lo que es lo mismo: 120.000 botellas de plástico.

El abuso del uso del plástico no es un problema de la playa de Famara, sino que es un problema mundial, pero el colegio decidió actuar en el ámbito en que puede actuar, el local. El siguiente paso fue el de hacer una campaña dirigida a los establecimientos del pueblo para lograr que, a medio plazo, “Famara sea quizás un referente en su sensibilización por el impacto de plástico”.

A finales de este año se entregará un reconocimiento por parte del colegio a todos los establecimientos que hayan puesto en marcha medidas para reducir el uso del plástico. En esa campaña colabora la Oficina de la Reserva de la Biosfera y el Ayuntamiento de Teguise.

"Famara sin plástico"

Durante todo el año, los padres y madres del colegio se han estado reuniendo para decidir las medidas a tomar y los premios. Primero entrevistaron a los establecimientos para saber su grado de conocimiento del problema y lo que hacen para reducir el uso del plástico. El resultado fue positivo porque casi todos estaban dispuestos a colaborar “para tener una Famara sin plástico”.

También elaboraron una serie de propuestas adaptadas a cada tipo de establecimiento, como bares y restaurantes, escuelas de surf o supermercados, para que pusieran en práctica para reducir el uso de plásticos. En enero, el colegio entregará un certificado, que se podrá colocar en el comercio para que los clientes sepan que colabora con la iniciativa.

También pidieron al Ayuntamiento que durante las fiestas se prohibiera el uso de vasos de usar y tirar y sopesaron otras medidas como la instalación en la playa de un contenedor transparente en el que depositar residuos plásticos encontrados en la playa para producir un “impacto visual”. Esa idea aún no se ha llevado a cabo pero el Ayuntamiento de Teguise sí que prohibió, en pleno, el empleo de vasos de un solo uso para las multitudinarias fiestas de Famara.

Pérgola de plásticos en Biosfera Plaza


Foto: Manolo de la Hoz.

Marta Torrecilla es arquitecta y realiza instalaciones con plástico para concienciar de su abuso. El último fin de semana de septiembre lo dedicó a llevar a cabo una instalación con botellas de plástico recogidas de tres de los establecimientos de hostelería que hay en el centro comercial Biosfera Plaza. Esos tres establecimientos acumularon más de mil botellas en tres semanas. El objetivo de la instalación, según señala, es el de “visibilizar el consumo excesivo de plásticos”. Ya ha realizado anteriormente este tipo de instalaciones en Italia que pretenden “concienciar más que crear un espacio bello”.

Durante el tiempo de la instalación se repartió a los clientes del centro comercial unos mini fanzines con datos e información sobre el excesivo uso de plástico. La gerente del centro, María Ortega, señala que la instalación se quedará durante todo el mes de octubre y que los plásticos se entregarán a la recuperadora Martínez Cano.

Comentarios

Quizá podrían inculcar esta cultura a las Escuelas de Surf. Los picnis que llevan a la playa para los alumnos y campañas de recogida. Y....que también trabajar con los locales comerciales y hostelería de la zona en reducir el número de colillas que los incívicos dejan en la playa y por las calles de arena del pueblo??

Añadir nuevo comentario