La Audiencia Provincial de Las Palmas ha condenado a Yovani Ernesto Pérez a cuatro años y seis meses de prisión por un delito de homicidio en grado de tentativa a su entonces pareja. El condenado roció con gasoil a su pareja y a su vivienda y trató de prenderle fuego.

El intento de homicidio ocurrió en la localidad de Soo, en el municipio de Teguise, en la madrugada del 22 de agosto de 2015. La mujer había llegado de trabajar y estaba durmiendo cuando el acusado comenzó a dar golpes a la puerta para tratar de acceder al interior del domicilio, sin conseguirlo.

Así, golpeó una garrafa que estaba junto a la puerta, en cuyo interior había gasoil que utilizaba para las barbacoas y, tras romper el cristal de la ventana del dormitorio, accedió al interior de la vivienda con la garrafa. Ya dentro de la vivienda, empujó a su entonces pareja, le quitó el teléfono móvil y lo tiró al suelo.

Acto seguido, tal y como recoge la sentencia, comenzó a rociar con el gasoil toda la vivienda, impregnando a su vez a la mujer, diciendo mientras lo hacía "que la iba a matar". La Audiencia recalca que el acusado tenía "la intención de acabar con la vida de su pareja".

El ahora condenado cogió un mechero e intentó prender fuego a las cortinas de los muebles de la cocina, en cuyo interior se encontraba una bombona de butano, "sin que llegara a funcionar el mechero".

Tras ser detenido por las fuerzas y cuerpos de seguridad, mantuvo una "actitud violenta y agresiva" en el cuartel de la Guardia Civil de Costa Teguise, golpeando la pared y la puerta, orinando dentro del calabozo y causando desperfectos. Además, le dijo a los agentes que iba a "volver con amigos" y que los iba a "matar a todos", además de "tirar el cuartel abajo".

La Sección Segunda de la Audiencia Provincial señala en la sentencia, hecha pública este jueves, que la declaración de la víctima tiene "toda la credibilidad", y que además se ve apoyada por las declaraciones de los agentes que acudieron a la vivienda y por los informes de los peritos.

La Audiencia establece una pena de cuatro años y seis meses de prisión, al entender que "al no funcionar el mechero, no llegó a prender el fuego"

Por su parte, el acusado trató de justificarse alegando que se había puesto "nervioso" al comprobar que no tenía llave de la casa y porque "el día anterior había discutido" con su entonces pareja y quería haber llegado "a la vivienda antes que ella". Aunque no lo alegó su defensa, el acusado sostuvo que "había consumido alcohol, pastillas y que había fumado crack".

La Fiscalía pedía 10 años de prisión por el intento de homicidio y otro año más por un delito de resistencia. La Audiencia Provincial establece una pena de cuatro años y seis meses de prisión, al entender que "al no funcionar el mechero, no llegó a prender el fuego que se hubiese rápidamente propagado con el gasóleo vertido anteriormente, incluso sobre la víctima".

Además, la Audiencia tiene en cuenta que "la víctima no sufrió lesiones que supusieran un peligro concreto para su vida como consecuencia de la acción del acusado". En la sentencia también se fija la prohibición de aproximarse a menos de 500 metros de la víctima, así como de comunicarse con ella durante 14 años y seis meses, y una indemnización de 10.000 euros por los daños morales sufridos.