A los comerciantes de la calle Mayor y de la Calle Alisios, en Playa Honda, no les gustan las obras de peatonalización que se están llevando a cabo para crear una zona comercial abierta. “No se nos consultó”, “no se ha pedido opinión”, “no tiene sentido”, son sólo algunas de las opiniones que vierten sobre el proyecto.

Los comerciantes de la zona se quejan de que se enteraron del proyecto cuando ya era una realidad. La alcaldesa Dolores Corujo, por su parte, asegura que se puso en el tablón de anuncios del Ayuntamiento y que el proyecto estaba avalado por la asociación de vecinos y por la Cámara de Comercio. “Playa Honda no tiene asociación de comerciantes -dice-, no había interlocutor”. Los comerciantes dicen que no tienen tiempo para ir a mirar el tablón de anuncios municipal y que cuando se enteraron de que se iban a hacer las obras pidieron una reunión con la alcaldesa.

En esa reunión aseguran que la alcaldesa prometió que las obras terminarían antes de Navidad, pero empezaron el 19 de noviembre y está previsto que finalicen a finales de marzo, aunque los comerciantes dicen que van con retraso. Corujo dice que es el Cabildo el que licitó las obras, que se adjudicaron a Inelcon. También se quejan de que se les prometió unos aparcamientos, pero los que han puesto son pocos y están lejos, y por supuesto, de la marcha de las obras, porque están todo el día “comiendo tierra”. Los comerciantes se plantean recoger firmas para oponerse al proyecto.

“No conozco a nadie que esté a favor de las obras, ni siquiera los vecinos”, dice un comerciante

En algo también coinciden todos, tanto la tienda de animales, como el herbolario, la de efectos de pesca, la de deportes... Las ventas han bajado. Unos cifran el descenso en un 20 por ciento y otros en un cincuenta. “Yo llevo aquí tres años, soy el más viejo, y esto iba bien pero ya no va”, dice el propietario de la tienda de animales. Una charcutería, en al misma acera, tiene previsto cerrar a fin de mes. “Yo no conozco a nadie que esté a favor de las obras -dice otro comerciante -, ni siquiera los vecinos”. Junto a él, otro dice que “no tiene sentido, nadie lo ha pedido y aquí todo el mundo viene en coche”, porque el cliente es de “compra rápida”. “Se ha hecho sin apoyo, pero da igual porque en la reunión nos dijeron que se iba a hacer de todas formas, dijéramos lo que dijéramos”.

En la tienda de deportes, Felipe dice que es esto “es lo más parecido a una cacicada” y lo compara con las obras del barrio burgalés de Gamomal, pero puntualiza que esas al menos aparecían en el programa electoral mientras que las de Playa Honda no: “Han hecho todo al revés de como nos lo contaron”, y asegura que él ya sabe lo que pasa cuando quitan el aparcamiento, porque ya tuvieron que mudarse de la tienda que tenían en El Reducto.

“La resistencia al cambio es natural”, dice la alcaldesa

Otra de las quejas tiene que ver con el sentido del tráfico del único carril que quedará, que irá de abajo, evitando la entrada de coches que tendrían que dar un rodeo grande para llegar, cuando dicen que lo importante es que la gente entre. “Esto -dice la alcaldesa- es perfectamente negociable”. Corujo asegura que, según los estudios de todas las zonas, en el plazo de un año comienzan a instalarse nuevos comercios y que pretende convertir Playa Honda en una ciudad amable, de disfrute y no sólo en una ciudad dormitorio.

La alcaldesa dice que se está buscando la fórmula de recompensar a los comerciantes con bonificaciones del IBI y del Impuesto de la basura: “La resistencia al cambio es natural”, asegura, y dice que existe el compromiso de hacer una campaña para potenciar la zona. Los comerciantes, por su parte, sostienen que esa calle es muy ventosa y que la gente no va a ir a pasear en horario comercial.