Hay quien acompaña el cartel de literatura y quien añade dibujos, quien da más explicaciones y quien aprovecha para acordarse de su clientela y de fomentar buenas intenciones. Algunos lo escriben como si fuera una decisión personal. Como este: “Nos quedamos en casa. Entendiendo la gravedad de la situación y la importancia de las medidas de seguridad para prevenir la difusión del virus hemos decidido cerrar nuestra puertas hasta nuevo aviso”. Otros, en la misma calle, son más prácticos: “Cerrado hasta nueva orden”.

Los hay en varios idiomas y los hay con fecha, de gente optimista: “Cerrado hasta el 29 de marzo”. El cartel está dentro del establecimiento, así que no se puede cambiar hasta una fecha aún por determinar. Hay otros que escriben el nuevo horario y otros que dicen que venden online. Es una señal de buen gusto dejar un cartel si el comercio está cerrado, aunque en este caso haya pocas personas que lo lean y que la causa sea evidente. No hace falta dar más explicaciones pero nunca está de más escribir. El premio se lo lleva un muñeco en una tienda de artículos de fiesta con una cartulina que dice así: “No vendemos papel de baño pero te organizamos la mejor fiesta de tu cuarentena”.

En Arrecife no hay tantos carteles en las ventanas como se ven en ciudades más grandes, pero hay algunos. Muchos de ellos están dibujados o escritos por niños o niñas. Animan a resistir y dicen que todo irá bien. El más inquietante es uno, escrito con colores, en un folio, en medio de una ventana, en un primero. No es fácil de ver y dice: “Es tiempo de buscar a Dios”.

Dios (o las religiones) siempre hace adeptos en tiempos de zozobra. Puede que esta crisis provoque un auge de las creencias ante el horizonte de incertidumbre, y que eso ayude a la gente, de manera individual, a afrontar su presente y su futuro. Puede que sea así, pero la solución del virus vendrá, como siempre, de la respuesta de la ciencia y del conocimiento. Si fuera la hora de Dios, no estaría mal que el cartel cambiara el verbo buscar por el verbo encontrar. Porque se le va a hacer tarde.

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