¿Cáritas contra Cáritas? En Lanzarote hay dos asociaciones que se llaman Cáritas: la Cáritas parroquial y Cáritas Lanzarote. La segunda nació de la primera pero siguió con esa denominación.

La primera está asociada a las parroquias y ejerce una labor asistencial a familias sin recursos, facilitando alimentos, ropa, gastos de agua, luz, farmacia, etc. Atiende a unas cien familias semanalmente y cuenta con un local en la calle Portugal, que paga el Cabildo y una subvención (por primera vez este año) del Ayuntamiento de Arrecife, de 18.500 euros. Su presupuesto se eleva hasta los 30.000 euros y se completa con las aportaciones del Banco de Alimentos y las colectas que todos los primeros sábados y domingo de cada mes se realizan en las Iglesias.

La segunda es una organización civil, con 11 empleados, que gestiona un albergue en Altavista con capacidad para 18 personas y un comedor en la calle La Palma. Sumando la subvención del Cabildo y el Ayuntamiento de la capital, recibe el año unos 170.000 euros, más las ayudas del Gobierno de Canarias, “para dar de comer a los usuarios que ellos deciden; es decir, que para entrar en el albergue o en el comedor hay que cumplir unas determinadas normas que ellos libremente imponen y obligan a cumplir”, según dice un voluntario de Cáritas parroquial, ya que Cáritas Lanzarote no ha querido responder para la elaboración de este reportaje.

El caso es que desde hace años hay diferencias entre las dos asociaciones y este verano se ha llegado a un punto de desencuentro total. El desencadenante fue el concierto benéfico de homenaje a Alfredo Kraus que se celebró en el Teatro Atlántida el 29 de agosto. Lo organizaba el Ayuntamiento de Arrecife y se anunciaba que era a beneficio de Cáritas (sin más), colocando el conocido logotipo de Cáritas. Así que la Cáritas Diocesana consideró que, siendo así, la recaudación sería para su organización, pero era para la otra.

“El problema -señalan fuentes de la asociación- es que esta asociación de tipo civil está usurpando el nombre de Cáritas y sus logotipos y anagramas, con lo cual se produce una enorme confusión entre la población que cuando oye hablar de Cáritas Lanzarote piensa que es la Cáritas tradicional y se siente engañada”.

La situación, aseguran, ha sido denunciada ante el Obispado de Las Palmas por todos los sacerdotes de la Isla, pero hasta la fecha no se ha conseguido que esta se cambie de nombre que es, en definitiva, lo que se pretende.

Añaden que el uso del nombre de Cáritas por la otra asociación es “totalmente fraudulento y sin duda para crear confusión y ganar en río revuelto”. “Por ello es absolutamente imprescindible que se lleve a cabo una investigación en profundidad de esta cuestión y no se siga engañando a la población, como actualmente ocurre, con el beneplácito de todos”, concluyen.