SOCIEDAD

Arte para ayudar a los refugiados

Softex, campo de refugiados de Tesalónica. Foto: Albert Tudela.
M.J. Tabar 0 COMENTARIOS 12/05/2017 - 05:47

Con una obra de arte, hablando, aportando dinero o mano de obra. “Hay muchas maneras de ayudar”. Dos artistas afincadas en Lanzarote, Mariate Die y Naomi Cullen, han organizado un encuentro de arte el sábado 13 de mayo, de 11.00 a 16:00, en la Villa de Teguise. Objetivo: mejorar la calidad de vida de gente que huye de la guerra.

Cuando Naomi Cullen recibió un whatsapp pidiendo gente para trabajar en los campos de refugiados de Grecia, le faltó tiempo para buscar un cómplice y preparar el viaje. Con los 1.400 euros que recaudó entre su círculo más próximo compró artículos de primera necesidad para los poblados improvisados que gestionan cientos de voluntarios en Grecia, mientras llegan las lentísimas ayudas oficiales.

En mayo de 2016, Naomi y Donovan Curbelo llegaron a Tesalónica. Al día siguiente de pisar suelo griego, las autoridades del país desmantelaron el campamento de Idomeni, un extensísimo poblado construido para todas las personas (hasta 100.000) que se encontraron con la frontera cerrada y no pudieron seguir avanzando hacia su destino (Alemania, Inglaterra, el país donde tuvieran un familiar o un contacto).

Quedaron atrapados en un limbo legal y desposeídos de todos sus derechos: sin poder regresar a su país, roto por la guerra; sin papeles que les permitiesen trabajar y rehacer su vida; sin conocer el idioma; sin salida y sin perspectivas. “Empezó a llegar gente con casetas, voluntarios que llevaban comida y se las ingeniaban para cocinar, hasta que consiguieron armar un mini-pueblo”, cuenta Naomi.

En mayo de 2016, Naomi llegó a Tesalónica. Al día siguiente las autoridades del país desmantelaron el campamento de Idomeni

Las autoridades griegas anunciaron que clausuraban el campamento de Idomeni para reubicar a los refugiados en centros oficiales, con comida, agua y atención sanitaria, y donde podrían empezar a procesar su solicitud de asilo. La realidad que vivieron Naomi y Donovan fue muy distinta a la versión oficial. Las excavadoras derribaron el único refugio que habían conseguido miles de personas durante seis meses; sin traductores, el ejército no explicó nada a los refugiados, que se encontraron con unas guaguas blindadas con un destino desconocido.

Los nuevos campamentos, localizados en naves industriales abandonadas, tenían restos de cristales y polvo; la comida consistía en una ración de pasta o arroz con tomate y no había gente suficiente que explicara y tramitara las solicitudes de asilo… Algunos militares asumieron que estaban desbordados y permitieron que voluntarios independientes entraran a realizar labores concretas: servir el té, repartir fruta, hacer estadísticas para poder gestionar los recursos de la mejor manera posible o recibir a los refugiados, intimidados por la presencia militar. “Había gente que no se quería bajar ni en broma de la guagua”, recuerda Naomi. Gente indignada, la mayoría, desesperada, con personas mal nutridas y bebés sin leche que tomar.

“El telediario se olvidó de los refugiados hace meses. La única mención que hicieron fue hace unos días, con el Barça-Real Madrid… El canal 24 Horas dijo que fue un partido que se vio por todo el mundo, desde los refugiados en Grecia hasta la gente en Nueva York”, dice Naomi, que recuerda que además de garantizar las condiciones mínimas de supervivencia, los médicos y enfermeros atienden cuadros de depresión y ansiedad, que exigen tratamiento. “La gente necesita evadirse, aprender algo, jugar”.

“Actualmente hay unos 3.000 refugiados que no tienen cabida en los campamentos militares oficiales, que ya están colapsados”

“Actualmente hay unos 3.000 refugiados que no tienen cabida en los campamentos militares oficiales, que ya están colapsados”. Así empieza el comunicado que han hecho circular Naomi y Mariate, que quieren ayudar a los “campos alternativos” (squats) que gestionan en solitario asociaciones de voluntarios, sin ninguna ayuda gubernamental.

Toda la ayuda que se consiga reunir el próximo 13 de mayo en Lanzarote se destinará a un pabellón que coordina En Red Sos Refugiados, donde se alojan hombres solos. Muchos son mayores y han perdido a su familia en la guerra siria. “Son los últimos de las listas para poder salir de esa situación. Su esperanza de futuro es muy poca”.

Antes de que empezase a trabajar allá la asociación española Sos Refugiados, 150 hombres tenían que compartir un baño. “Ahora ya tienen baños en unas condiciones aceptables; pero falta acondicionar las cocinas e ir suministrando el resto de las necesidades básicas”.

The Bycicle Project será el otro proyecto que apoyará el encuentro de artistas: con la ayuda que se obtenga se fletarán contenedores con bicicletas y se repararán algunas en mal estado. La bici es el único medio de transporte que permite a muchos niños ir al colegio, acceder a atención médica y visitar a otros miembros de la familia.

 

Más información: naomicullenymk@ gmail.com | info@teresadie.com

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