Marcos Bergaz (1978) es profesor del IES Teguise y tutor de Derecho en la Uned, árbitro de fútbol sala, aficionado a las carreras y, “lo más importante”, dice, padre de dos hijos. En este mandato ha sido consejero en el Cabildo y ahora asume el mayor reto de su trayectoria política: aspirar a la alcaldía de La Villa.

-¿Cómo se decidió a encabezar la lista del Ayuntamiento de Teguise, una plaza muy difícil con mayoría absoluta de CC y un liderazgo muy marcado de Oswaldo Betancort, uno de los principales activos políticos de los nacionalistas? Hay quien puede decir que es un kamikaze...

-El PSOE quiere salir a ganar en todas las plazas y tenemos una oportunidad extraordinaria de ser primera fuerza en la Isla en mayo de 2019. El partido me pidió que diera un paso al frente en una plaza complicada, pero también cargada de oportunidades como es Teguise. Como apuntaba Suárez, entre la comodidad y la dificultad, a la hora de tomar una decisión, opté por la dificultad para que la comodidad no decidiera por mí. Mencionó la mayoría absoluta de CC, que ha sido perjudicial para los intereses del municipio porque tienen 12 concejales liberados y lo cierto es que la gestión ha brillado por su ausencia. Se acomodaron, no consultan con nadie y eso lo está pagando Teguise. Estoy tremendamente ilusionado. Sabía que, de concursar en la política municipal, sería en el municipio donde trabajo y donde vivo.

-Por eso último le quería preguntar porque sus rivales han deslizado que es un candidato obligado, que no es del municipio y que poco menos que es un paracaidista , utilizando terminología socialista. ¿Qué responde?

-Es una pena que los pupilos de Oswaldo bajen tanto el nivel. Estoy dispuesto a debatir sobre las cuestiones de fondo del municipio. Quizás el más obligado a permanecer en la lista de CC a Teguise sea Oswaldo porque durante los meses previos iba pregonando que quería ser candidato al Cabildo, incluso a presidente del Gobierno porque Teguise era poco para él y, finalmente, acordó con San Ginés que encabezaría también la lista al Parlamento. Han dicho que no soy de Teguise y creo que están faltando al respeto, no a mí, que me lo tomo con deportividad, pero sí a los miles de vecinos que no han nacido en el municipio, pero que trabajan todos los días por que este municipio merezca la pena y sea un lugar mejor. Me refiero a los cientos de funcionarios, de agentes de la Guardia Civil, de la Policía Nacional, de vecinos que han nacido en otros sitios pero que han echado raíces. Quiero ser alcalde de todos los vecinos y críticas como que vengo obligado o que no soy del municipio lo único que significan es que están nerviosos y que no les ha gustado mi candidatura porque su mayoría absoluta y su alcaldía corren serio peligro.

-¿Qué cambiaría en el Ayuntamiento de Teguise si Marcos Bergaz fuese alcalde?

-Son muchas las diferencias. La primera es que vamos a ser una máquina de gestionar los asuntos públicos. No pueden achacar ni a la mala suerte ni a la burocracia que las muchas promesas de estos ocho años de Oswaldo en la alcaldía no hayan salido. Con gestión, Costa Teguise tendría ya una gran ciudad deportiva, tendría ya resuelto el asunto del Paseo de las Cucharas y la mejor avenida de la Isla. Con gestión, no hablaríamos de que Teguise es el ayuntamiento más endeudado de Lanzarote, algo que tiene que cambiar, ni que los pagos y pueblos del municipio no han visto una obra desde que llegó Oswaldo.

-¿Qué carencias le trasladan los vecinos?

-Me trasladan desde lo menudo hasta lo mayor. Tener las calles limpias, iluminadas, pequeñas zonas deportivas... Y en lo mayor que las inversiones lleguen a Costa Teguise, que ha sufrido un olvido histórico, y prepararla para los próximos 20 años en materia educativa, de movilidad y de infraestructuras. Me piden que deje de ser el ayuntamiento menos transparente, a la vista de las últimas noticias, en las cuales se acredita que tenemos un alcalde que oculta información muy sensible a los vecinos y también a los grupos de la oposición. Me piden un ayuntamiento que fomente la participación, que los vecinos decidan en las cuestiones importantes. También que prestemos atención a los mayores: tenemos que contar con el mejor servicio de atención domiciliaria a los mayores. No es de recibo que, después de ocho años, Oswaldo solo pueda ofrecer promesas. Lo que pretendo son hechos, menos fotos y más realidades.

-En Costa Teguise se dieron licencias ilegales y el anterior alcalde, Juan Pedro Hernández, reconoció haber prevaricado al autorizar miles de camas en hoteles cuyos esqueletos han quedado como recuerdo de aquella época de descontrol. ¿Qué urbanismo defiende para Teguise?

-Si no tenemos Oficina Técnica dotada de músculo para otorgar licencias a los vecinos en un plazo razonable y que no tarden un año como ahora, mucho menos para impulsar el verdadero Plan de modernización que exige Costa Teguise, que necesitamos que sea el núcleo turístico de mayor rentabilidad de Lanzarote. En cuanto a los esqueletos, no voy a simplificar, como hizo Oswaldo, que habló de un concurso de ideas, como si fuera una prueba de pinta y colorea, para resolver el problema. Hay que vallar las parcelas correctamente porque ahora hay zonas peligrosas y limpiarlas para que no tengan la imagen actual. Si los propietarios no lo hacen, el ayuntamiento tiene competencias para requerirles y ejecutarlo subsidiariamente. En cuanto a qué hacer a medio y largo plazo, o reponer esas parcelas a su estado original o bien abordar un planeamiento que ordene de forma racional Costa Teguise. Pero no es de recibo que tengamos esa imagen en nuestro principal motor económico.

-Con el nuevo Estatuto de Autonomía, La Graciosa es la octava Isla, pero administrativamente depende del Ayuntamiento de Teguise. ¿Qué modelo tiene para este territorio tan frágil?

-Respecto de La Graciosa, ni un paso atrás en su diferenciación porque es el principal reclamo que tiene para seguir siendo un lugar único y la principal oportunidad para que los turistas que vayan dejen importantes recursos. Es increíble que el Archipiélago chinijo no cuente con un nuevo Plan Rector de Uso y Gestión y que el alcalde y el presidente se hayan puesto de perfil con este asunto. Cuando cesé como consejero de Política Territorial, en agosto de 2017, dejé sobre la mesa un borrador de Plan Rector del Archipiélago Chinijo, de Plan de La Geria y de Plan Insular. Dieciocho meses después no han avanzado nada.

-La irrupción de nuevos partidos y la atomización de los bloques políticos de la derecha y la izquierda augura un escenario político tras el 26-M con muchas fuerzas en las instituciones. ¿Qué ofrece frente al resto de opciones?

-La única alternativa a las políticas de Oswaldo Betancort es Marcos Bergaz y el PSOE. Quiero representar un proyecto integrador, que supere la militancia política que puedan tener los vecinos. Solo voy a ver vecinos con problemas que resolver, no voy a practicar nunca el sectarismo político. Busco que todos se sientan bien representados, con independencia de si han votado antes a las ocho estrellas verdes, al puño y la rosa, a la gaviota o a naranjito. He hecho críticas a un alcalde que lleva ocho años, que tiene su cabeza pensando más en el Parlamento que en las necesidades del municipio, pero tanto a él como a todos los partidos les voy a lanzar tres grandes propuestas de acuerdo si soy alcalde: revisar el Plan General de Teguise, acordar con los vecinos de La Graciosa el nuevo Plan Rector y aprobar el Plan del conjunto histórico de La Villa; un gran acuerdo en materia inversora, porque los recursos se han gastado mal, por ejemplo, en el 600 aniversario que se prolongó durante tres años; y modernizar el ayuntamiento.