-A un año de las elecciones y tras dos ejercicios difíciles por la pandemia, el Ayuntamiento de Teguise presume de deuda cero. ¿En qué se va a traducir para los ciudadanos del municipio?

-Realmente quedan unos ocho meses efectivos. Mire, no vamos a hacer obras faraónicas ni inventarnos proyectos para captar un voto que consideramos consolidado. Lo que queremos hacer es darle calidad de vida al vecino y la vecina de Teguise, actividades para nuestros mayores y nuestros jóvenes, ofrecer mucha cultura y ocio, recuperando la Noche en Blanco, por ejemplo, o diseñando una Navidad diferente. Es verdad que tenemos que culminar las obras empezadas y nuevas inversiones, como los parques infantiles de Tahíche y el pulmón verde del pueblo, el plan de aceras de Costa Teguise o reformas en los centros socioculturales, pero me preocupan mucho más los ciudadanos.

-Ha saltado la polémica sobre si se va a retomar o no el festival gastronómico Saborea Lanzarote en Teguise. ¿Que el evento esté en el aire lo ve como un ataque político?

-Lógicamente, Saborea se puso en marcha bajo el impulso de Coalición Canaria y eso duele. Han recurrido al argumento de la pandemia, cuando Teguise estuvo celebrando el mercadillo de los domingos con 15.000 personas. Quien quiere hacer algo, lo hace. Saborea es la marca de Lanzarote en el exterior. No es de Teguise, ni de Yaiza ni de San Bartolomé, ahí coincido con la descripción del Cabildo. Pero también es verdad que La Villa tenía su festival en noviembre consolidado y el gobierno del Cabildo lo que hace es tirar por la borda el esfuerzo de muchos años, un evento que abarcaba la Macaronesia. Ni saben qué van a hacer ni han trabajado y ahora dicen que van a hacer un análisis. Su hoja de ruta de gobierno es un folio en blanco. Lo que hay, en el fondo, es un dolor político. El Saborea es una excusa más. No voy a entrar en el debate reclamando el Saborea para Teguise, ya sabrá la gente quién lo quitó de aquí. Es una muestra más, como los problemas con el colegio de Costa Teguise o el paralizado saneamiento de La Graciosa.

-La reciente Feria agrotecnológica y ganadera sirvió para que buena parte de la población de la Isla redescubriera o conociera las instalaciones del Complejo Agroindustrial. ¿No hay una fórmula para que sea un espacio para el impulso del sector primario insular?

-Cuando llegué a la alcaldía, el Ayuntamiento tenía 22 millones de euros de deuda, de los que siete procedían de la empresa municipal del Complejo, que se ha disuelto. Hace tres años había un acuerdo sobre la mesa entre el Gobierno de Canarias, el Cabildo y el Ayuntamiento mediante el que el Consistorio traspasaba la propiedad al Cabildo. Se hizo una tasación de unos tres millones de euros, que destinaríamos al propio sector primario. Nada más asumir el cargo Dolores Corujo se lo planteamos, pero en todo este tiempo solo ha habido excusas. En la pandemia, el sector primario no paró y se comercializó a domicilio, y la gente de Lanzarote se volcó. La asistencia a la primera Feria agrotecnológica y ganadera fue masiva, más de 70.000 personas. También estuvieron los cabildos de Fuerteventura y El Hierro y, a pesar de haber invitado al de Lanzarote, no participó. El sector industrial y el alimentario ya ha contactado para estar el próximo año. Esta feria ha venido para quedarse. Me daba mucha lástima que Fuerteventura contara con FEAGA y que Lanzarote no tuviera nada parecido. No será lo único que hagamos en el Complejo: desde septiembre habrá un mercado agrícola los sábados.

“No queremos obras faraónicas, sino darle calidad de vida a los vecinos”

-¿Sigue creyendo que el Complejo Agroindustrial debe ser un equipamiento insular gestionado por el Cabildo?

-Si fuera presidente del Cabildo, lo tendría más claro que el agua. Clarísimo. Es necesario dirigir toda la capacidad de la institución insular a trabajar de forma conjunta con los ayuntamientos. El sector primario debe formar parte de la acción de gobierno, no solo utilizarlo 15 días antes de las elecciones. O hacer política contra otras instituciones. Le pongo un ejemplo: cuando firmamos un convenio y entregamos la llave al Consejo Regulador del Vino para que se instalase en el Complejo, algo histórico, se abrió la caja de Pandora y el Cabildo movió cielo y tierra para llevárselo al Monumento al Campesino, donde no tiene sentido, mediante la presión política. En lo que al Cabildo atañe, me gustaría saber cómo está su nave de transformación y envasado. He remitido varios oficios a la institución insular sobre su viabilidad y futuro, pero ni contestan.

-El Parque Natural del Archipiélago Chinijo sigue sin Plan de uso y gestión. ¿Cuáles deberían ser las prioridades para La Graciosa?

-La primera es dotar de seguridad jurídica a los vecinos, no solo en La Graciosa, sino también en La Caleta de Famara. Hay una dejadez importante por parte del Gobierno y del Cabildo, en ámbitos como el que le decía del saneamiento, para evitar contaminación, que se empezó en el pasado mandato, pero que no se ha retomado. Tengo una pregunta en el Parlamento al respecto porque no se entiende que en tres años el Gobierno no haya iniciado las obras. También hay otras cuestiones que debemos analizar. La Graciosa ha vivido siempre del sector pesquero, pero ahora la economía es turística y no se controla. Un ejemplo claro es la gastronomía: antes todo el mundo iba a La Graciosa a echarse un caldo de pescado y ahora se piden hamburguesas y papas fritas. Aquí pasa algo. Es un paraje natural único en el mundo y se puede reconducir. Lo que es llamativo es que se desconozca el modelo del Cabildo para el Archipiélago Chinijo. Podemos hablaba de la capacidad de carga de La Caleta de Famara, pero al Ayuntamiento de Teguise no le ha presentado nada, ni expone soluciones ni propuestas concretas, que estamos con los brazos abiertos para escuchar. Lo que no se puede hacer es abrir debates y que el alcalde reciba los cogotazos cuando en muchos casos no tiene competencias.

“El derribo del esqueleto ha sido por la insistencia del Ayuntamiento, no por el PSOE”

-¿No es victimismo político quejarse de la falta de atención de otras instituciones como el Cabildo y el Gobierno de Canarias?

-La realidad es que, sin salirnos del Archipiélago Chinijo, en el puerto de La Graciosa no se ha hecho una obra en tres años, pese a que prometieron un millón de euros... No se dan cuenta de que a quien dañan no es al alcalde, sino a la ciudadanía de Teguise. No hace mucho, el PSOE pedía un plan de modernización para Costa Teguise y yo le digo que hay que especificar qué aporta el Gobierno de Canarias. He estado con tres presidentes y no he visto tanto sectarismo como ahora. Aquí no ha venido el presidente de Canarias, pero no solo a Teguise sino a Lanzarote. Ángel Víctor Torres va del aeropuerto a la sede del Cabildo y de nuevo al aeropuerto. Eso nunca había sucedido. Al PSOE de Teguise le digo que siga presumiendo de siete concejales, porque auguro que va a volver a sus números de siempre...

“Saborea se puso en marcha bajo el impulso de Coalición Canaria y eso duele”

-De la oposición ha recibido críticas por la gestión del urbanismo en el municipio, en concreto de los hoteles paralizados por la Justicia con licencia anulada, los esqueletos de Costa Teguise.

-En el PSOE están acostumbrados a encender una hoguera para que la gente vea el humo y no se fije realmente en lo importante. En este asunto me he jugado mi patrimonio a favor del pueblo de Teguise, para que no tuviera que pagar nada. Cuando voy a Intervención y pregunto por dos millones de euros para ejecutar con cargo al Ayuntamiento las demoliciones, si los hay, se tienen que detraer de otro sitio, de no hacer actividades para niños ni subir las becas, por ejemplo. Hemos actuado con responsabilidad, exigiendo que quien tiene que pagar si hay derribo sea el propietario. Y el PSOE se atreve a decir que ha sido gracias a él que se ha derribado un esqueleto. No, mire, gracias el Ayuntamiento, que durante dos años ha hecho gestiones con la propiedad, con insistencia, para que lo ejecutara. Las instituciones donde gobierna el PSOE y tiene competencias, por ejemplo, en inspección turística, no intervienen. Hay gente que está volviendo a un garaje en casa de sus padres para alquilar su vivienda, hay poblaciones que no tienen ni la consideración de núcleo urbano donde se ven viviendas vacacionales. ¿Quién fiscaliza eso, cuáles son los criterios de calidad? Y luego está el hotel que se está construyendo en Playa Blanca, donde el PSOE, en una parcela para 1.000 camas mete 1.700. ¿Eso es sostenibilidad? Mientras tanto, en Costa Teguise, el Cabildo instó al tribunal a que se ejecutara el derribo sobre la parcela del Hotel Playa Verde y acaba de responderle que no procede.

-Antes ha dicho que el presidente del Gobierno no ha acudido a su municipio, pero sí que lo ha hecho, para colocar, hace un año, la primera piedra de la residencia de mayores de Tahíche, cuyo contrato de construcción se está anulando...

-Esto es curioso. Sé que toda obra tiene un procedimiento de adjudicación engorroso y que hay empresas que empiezan a jugar con la administración. Por eso les digo a todos los que me criticaban por rescindir de forma ágil el primer contrato del campo de fútbol de Costa Teguise que hagan lo mismo. Yo presenté un proyecto y al día siguiente tuve que darle una patada a los constructores porque empezaron a jugar con el Ayuntamiento y a modificar el presupuesto. Han pasado tres años de la adjudicación de la residencia de Tahíche, he preguntado en qué situación está y cuáles son las previsiones y he obtenido la callada por respuesta. Es una irresponsabilidad manifiesta de una institución que teniendo suelo y ficha financiera no haya solventado en tres años un problema administrativo. Mientras tanto, la pirámide poblacional de Lanzarote va envejeciendo. En el Parlamento he pedido otros 15 millones para que cuando se inaugure la de Tahíche se haga otro centro, porque nacerá pequeña. Recuerdo al anterior gobierno del Cabildo pelear por que Lanzarote se llevara fondos del plan de infraestructura sociosanitaria y poner el suelo. El nuevo gobierno vendió la residencia como un modelo para Canarias... Algo bueno hicimos entonces. Ahora tienen el mismo color político el Gobierno central, el de Canarias y el del Cabildo, y solo hay una sumisión exquisita. Me da mucha pena ver a una presidenta del Cabildo sacarse fotos con equipos deportivos y colegios, como si fuera una alcaldesa. Lanzarote necesita que se ocupe de los problemas reales, desde el paro juvenil a la dependencia.

“En septiembre habrá un mercado agrícola los sábados en el Complejo”

-En el Parlamento de Canarias, usted ha afeado al consejero de Obras Públicas, Sebastián Franquis, que no se invierta en Lanzarote y que una reivindicación como el soterramiento de la autovía de Playa Honda no esté en la agenda mientras se licita por 70 millones un proyecto similar en la zona turística del sur de Tenerife.

-No es posible que el Gobierno de Canarias no afronte los retos de Lanzarote. La autovía de Playa Honda aguanta cada día más de 60.000 coches y existe un problema grave de fragmentación de la localidad y en los accesos a la zona comercial y a la residencial. Se ha puesto sobre la mesa un proyecto de soterramiento y un bulevar en la superficie, que ven bien los residentes, los empresarios y el Ayuntamiento de San Bartolomé. El fallecido Alexis Tejera dijo que no estaba de acuerdo con abrir otra brecha por el jable, con una nueva autovía, que es lo que parece que defiende el consejero. Me da mucha rabia que a Lanzarote se le diga que no mientras que se van a soterrar cinco kilómetros en Tenerife. Me gustaría que Podemos se pronunciara sobre si ve bien construir otra autovía. Está claro que Lanzarote necesita un pacto insular por la economía, la educación y la sanidad. El problema es que no hay liderazgo. Se está viendo con el problema sangrante de falta de aparcamiento en el Hospital. Teguise está dispuesto a ceder ya mismo 200.000 metros cuadrados, limítrofes con Arrecife, para el Hospital del futuro que necesita la Isla.