Pablo Ramos Baldi, INTERIORISTA Y DECORADOR

“Lanzarote es una Isla inspiradora para decorar por su luz y sus colores”

M. Riveiro 2 COMENTARIOS 21/10/2017 - 10:34

El diseñador de interiores Pablo Ramos Baldi se asentó hace ocho años en Lanzarote y ya ha dejado su sello en locales muy reconocibles de la Isla: el snack bar Marilyn, la discoteca Kopas o el restaurante El Risco llevan su firma. También viviendas con una cuidada decoración en Arrecife, Playa Blanca o Puerto del Carmen. Precisamente en esta última localidad turística tiene entre manos un proyecto en un hotel que está seguro que “va a romper esquemas y a sorprender en Canarias”. Su atelier (estudio, tienda y galería) en San Bartolomé es su espacio creativo. Y desmitifica algunos tópicos: se puede decorar con gusto sin gastarse una millonada.

- ¿Cómo son sus inicios en el mundo del diseño de interiores y la decoración?

- Estudié en Santiago de Chile diseño industrial y me especializo en diseño de interiores y muebles. Desde niño, cuando ayudaba a mi madre a cambiar el salón o las cortinas, siempre tuve muy claro cuál sería mi profesión. Hace 15 años vine a España a cursar un máster en la Universidad Complutense de Madrid y mientras estudiaba encontré trabajo. Cuando llegó el momento de regresar, con el billete de vuelta comprado, decidí que me quedaba.

- ¿Cómo descubre Lanzarote y cómo se plantea abrir ‘Pablo Ramos Baldi Interiorismo Shop&Art’?

- Mi pareja es de Lanzarote y hace ocho años dimos el salto a la Isla. Llegamos en plena crisis y empecé a trabajar como interiorista desde mi casa. Al recuperarse la situación económica aumentó el trabajo y mi casa se quedó pequeña. No quería abrir solo un estudio sino un espacio que fuera también tienda y showroom. Vienes a plantearnos tu proyecto al estudio y al mismo tiempo encuentras la lámpara, el sillón o el cuadro que puedes poner en tu salón. En la tienda todo es de venta directa y también tenemos venta a través de catálogo; si se quiere, por ejemplo, un sillón en un color específico, se pide al proveedor. No me gusta tener la mercancía más que un tiempo determinado y, cuando decidimos que ya es suficiente, le bajamos el precio de forma radical. Creo que eso ha gustado mucho, porque la tienda cambia continuamente y parece distinta.

- ¿A qué público se dirige?

- A un público muy amplio. Desde una persona que está buscando un regalo -hay objetos desde cinco euros en adelante- hasta alguien que quiere el diseño y la decoración de un hotel. Hay clientes que nos piden la reforma de un restaurante, de una tienda, de una clínica, una peluquería, una casa o un dormitorio. No decimos que ‘no’ a ningún proyecto.

- ¿Cuáles son las claves para conseguir una decoración sobresaliente?

- Los interioristas diseñamos el interior de un espacio, no lo amueblamos. Amueblar lo hace cualquier persona: tienes un espacio vacío, te vas a Ikea, lo llenas de muebles y lo has decorado para ti, pero no has hecho interiorismo. Los interioristas nos preocupamos de todos los detalles, que todos los elementos (la pared, el sillón, la mesa y el suelo, por ejemplo) combinen a la perfección y, sobre todo, que se consiga un espacio uniforme y funcional. Precisamente la funcionalidad, la distribución y la iluminación, que es importantísima, son claves para un buen diseño. A partir de ahí, cada uno vive como quiere. Es verdad que muchas casas parecen museos, pero también es cierto que hay partes nobles en las viviendas que se usan solo cuando hay invitados y otras que son de uso diario.

- ¿En el diseño, la máxima de ‘menos es más’ sigue estando vigente?

- Cada interiorista tiene una visión diferente y algo que lo define. Hay algunos recargados y otros con conceptos más minimalistas. Cuando hago un proyecto lo que busco es que el cliente quede satisfecho. Me trato de meter en su cabeza para conocerlo y saber qué está buscando. Personalmente prefiero un salón con cuatro piezas buenas a un salón con doscientas piezas malas.

“Los interioristas diseñamos el interior de un espacio, no lo amueblamos. Nos preocupamos de todos los detalles, que todos los elementos combinen y se consiga un espacio uniforme y funcional”

- ¿Se puede diseñar un buena decoración con poco presupuesto?

- Una buena decoración no quiere decir que obligatoriamente se deba hacer con elementos caros. De hecho, soy bastante crítico con eso. Al trabajar en una Isla es más difícil tener al alcance proyectos de gran escala como compañeros que estén en Madrid o Barcelona. Es fácil decorar cuando tienen un presupuesto elevado y es más sencillo lucirte con algunos objetos. Pero también hay que saber elegir. Puedes tener dinero pero no el gusto para combinar. Lo cierto es que con objetos económicos se pueden realizar combinaciones espectaculares. Aconsejo a los clientes no gastarse una millonada en todo, sino colocar por ejemplo varios objetos que puedes encontrar a buen precio y luego un elemento que llame la atención, que sea de calidad y a lo mejor que sea caro, como un espejo, una butaca o una lámpara. El cerebro hace que la mirada se fije en ese objeto y que la impresión es que el espacio en su conjunto es maravilloso.

- ¿De qué manera le inspira para su trabajo vivir en una Isla como Lanzarote?

- Lanzarote es una Isla inspiradora. Decorar aquí no es lo mismo que hacerlo en otro sitio. La luz que tenemos, el sol, el viento, los colores... Hay una línea que soy muy consciente que hay que respetar. No me gustaría que la Isla se transformara en algo que no debe ser, ni ver a Lanzarote dentro de 20 años convertida en una Ibiza. La Isla tiene que evolucionar pero en el camino correcto, teniendo en cuenta el legado enorme de César Manrique en cuanto a arquitectura, diseño y decoración. Manrique hizo obras que perduran, sin fecha de caducidad. Los diseños que se ven hoy en día son muy temporales. El mundo va muy rápido, hay una globalización tremenda con internet y se me puede ocurrir una idea innovadora, como montar una palmera dentro de un restaurante, y al poco encontrarte esa idea en otras partes del mundo.

- ¿Hay clientes en Lanzarote que apuestan por arriesgar en sus proyectos?

- Claro que sí. Entre los decoradores, interioristas y arquitectos que trabajamos en la Isla creo que hemos ido haciendo una labor pedagógica. Quizás antiguamente no era necesario que un local transmitiera nada. Ahora es necesario destacar y ser diferente al resto. Hoy en día, dónde estás sentado en un restaurante, por ejemplo, es muy importante. Cuando me llaman para un proyecto lo primero que hago es mostrar lo que se está haciendo en el mundo y que comprendan que no están locos. Vengo de haber trabajado en Madrid siete años, para el Corte Inglés en grandes proyectos, y se me abrió la mente.

Comentarios

Un orgullo ver a Pablo triunfar y lograr su sueño , un hombre íntegro e inteligente que con sacrificio y mucho corazón se ha convertido en un gran interioriorista !! Gran chileno !!!!!
Qué bello .recorrer Lanzarote y encontrar a un chileno tan brillante.exito por siempre .

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