Ha pasado por la Isla como jurado de los cortos documentales del Festival de cine. Hace veinte años que la guerra es su oficina y ha viajado por medio centenar de países para hacer su trabajo. Nacido en Gaza le valió una nominación a los Goya y Nacido en Siria, su último trabajo, cuenta la odisea de los niños refugiados a su paso por Europa.

- Dos de tus últimos trabajos, Nacido en Gaza y Nacido en Siria, cuentan la guerra con los niños como protagonistas. ¿Por qué?

- Ellos son las víctimas más inocentes, lo que diga un niño tiene mucho sentido común, tiene una mirada política y nos ayuda a comprender el costo de la guerra. Funcionan muy bien como narradores, lo que dicen es muy descarnado y yo quiero sacudir conciencias. Además, me apena, mi empatía está con los niños.

- ¿El documental permite huir del habitual sensacionalismo de los informativos de televisión?

- Mi trabajo complementa. Si ves una noticia de ‘700 muertos esta semana en Siria’, pues yo les pongo nombres y apellidos. La noticia pura y dura es importante pero también el trabajo de fondo que permite tener puentes con la gente. Una película documental tiene alcance. Nacido en Siria se ha vendido a 35 países, llega a mucha gente.

- ¿Se ha vendido a festivales?

- No, en televisiones.

- ¿Y en España, a los documentales se les da el espacio que se merecerían?

- Hay poco espacio. Está Movistar y TVE... Es una pena porque si no entendemos de qué va el mundo, difícilmente podemos encontrar nuestro sitio. No se puede ignorar lo que pasa fuera, y el documental es una forma, que puede ser artística, de saber lo que pasa fuera. Echo en falta más documental. A veces trabajamos más para fuera que para aquí.

- ¿Hay muchos problemas para conseguir financiación, o hacer documentales es barato?

- Como yo viajo, grabo, escribo y dirijo, puedo hacer tres o cuatro al año, porque no son caros. Es cuestión de pasión y ganas

- ¿Debería haber más implicación de las televisiones públicas, tanto para producir como para emitir?

– Todo se puede mejorar. No es que no me quiera mojar, pero también deberían apostar las televisiones privadas por el documental. No entiendo por qué no se emiten más.

“Los medios apuestan menos por lo internacional y más por la tertulia, por lo fácil, en vez de mandar a alguien o hablar con expertos. Es una desidia que a mí, como consumidor de noticias, me irrita” 

- ¿Ha crecido la demanda? ¿El público exige documentales?

- Sí. Nacido en Siria ha estado más de ocho semanas en cines de toda España, y es buen antídoto contra los Trump, el Brexit, Le Pen... porque demuestra que todos los que huyen son personas de carne y hueso, no viene la plana mayor del ISIS. Esos testimonios nos pueden ayudar a tomar decisiones como ciudadanos.

- Y a desmontar prejuicios...

- Exacto. Hay mucho listillo y vendedor de crecepelo que aprovecha para conseguir votos con un discurso de construir muros cuando lo que hay que hacer es construir puentes.

- Las corresponsalías de guerra, ¿se mantienen más por la voluntad de los corresponsales que por la implicación de los grandes medios?

- Yo he sido freelance veinte años. Es lo que nos ha tocado. Los medios apuestan menos por lo internacional y más por la tertulia, por lo fácil, en vez de mandar a alguien o hablar con expertos. Es una desidia que a mí, como consumidor de noticias, me irrita. Pero hoy te puedes ir a una guerra y puedes colaborar con veinte medios y tener un blog... Hemos perdido por un lado y hemos ganado por otro.

- ¿Y la protección del corresponsal se ha perdido?

- Se está más expuesto. Yo he ido a países en guerra sin seguro durante años porque no me lo podía permitir, pero vas y te comparas con la población civil y eres un privilegiado. Estamos más expuestos pero esto es una vocación. Contar historias de gente desesperada, no vamos a dejar de hacerlo. Hay compañeros que dicen que siempre hubo secuestros. Ahora, organizaciones como el ISIS, con Internet ya no te necesitan tanto, tienen sus propios aparatos de publicidad y todo este extremismo tiene una guerra contra Occidente y nosotros somos parte de Occidente. Antes los bandos te hacían la pelota... Es una pena no poder ir a algunas partes de Siria, a Libia, o a Yemen. Es negativo porque hay que contar lo que pasa.

- A muchos les interesa que no haya testigos.

- Sí, la impunidad es mayor, pero también hacen una gran labor los periodistas locales y son fuentes fiables.

- ¿Cómo se elige ir a cubrir un conflicto y no otro?, porque hay muchas guerras olvidadas y en todas muere gente...

- Sudán del Sur es un conflicto terrible. El año pasado fue el país que más refugiados lanzó al mundo, todos han ido a Uganda, y llama la atención que casi nadie se ha ocupado de eso. Yo he trabajado principalmente en África y me sentía más sólo pero más útil porque cuando vas a contar una historia eres el primero que ha pasado por allí. Nuestra capacidad de empatía es limitada y cuanto más lejos y ajena es la persona, menos nos interesa. Nos cuesta entender lo que está lejos y África está cerca pero culturalmente lejos.