“Están entregando el viento y el sol de Lanzarote a las multinacionales sin un plan de transición a las renovables”
Pedro Hernández, profesor universitario y activista ecologista
-El pasado mes de julio se firmó entre Gobierno y Cabildo de Lanzarote el protocolo de la Zona de Aceleración de Renovables (ZAR), con una zonificación expansiva y que desde septiembre se reconoció que contenía errores en los planos. El Cabildo aseguró que se iba a dejar en suspenso y a reiniciar el proceso, pero no se ha rectificado la publicación en el boletín oficial. ¿Cómo analiza lo que está sucediendo?
-Lo que está pasando ahora en Lanzarote es lo que viene pasando en Canarias en los últimos diez años. Esto viene precedido de los mapas eólicos y fotovoltaicos elaborados por el Instituto Tecnológico de Canarias, que se hicieron para poner el territorio en manos del oligopolio energético. Además, se modificó la Ley del Sistema Eléctrico de Canarias, añadiendo el artículo 6 bis, que permite declarar cualquier proyecto como de interés general. Todo esto se ha estado haciendo sin ningún plan de transición energética a las renovables.
-¿No hay, entonces, una planificación previa?
-El supuesto Plan lo sacó a información pública el anterior Gobierno, pero el nuevo Ejecutivo lo desechó y no ha sacado ningún Plan nuevo. Funcionan de manera improvisada, como en el sur de Tenerife, Gran Canaria o Fuerteventura. Lanzarote había estado fuera de esa ecuación hasta ahora. Antes, con Pedro San Ginés y con Manuela Armas [en la presidencia del Cabildo de Lanzarote], se apostaba por iniciativas públicas para el desarrollo eólico. Ahora quieren que las grandes multinacionales se queden con el viento y el sol.
“Las zonas industriales y periurbanas están llenas de techos vacíos que pueden ser cubiertos con placas fotovoltaicas”
-En su opinión, ¿cómo lo están haciendo?
-Utilizan una figura contemplada en una directiva comunitaria, las zonas de aceleración de renovables, pero la están interpretando mal. Esa directiva dice claramente que estas zonas deben establecerse en suelos antropizados, es decir, ya transformados, y no en suelo rústico. La planimetría presentada en Lanzarote contradice totalmente esa directiva.
-¿Y qué papel está jugando el Gobierno de Canarias, que es el impulsor de la Zona de Aceleración de Renovables de Lanzarote que ha despertado tanta polémica?
-En el Gobierno actual está una de las ideólogas de esta estrategia, Julieta Schallenberg, como viceconsejera de Energía. El aparato técnico [del Gobierno de Canarias] también está al servicio de este modelo energético centralizado que se plantea, de grandes parques eólicos y fotovoltaicos y grandes líneas de transporte. Eso va en contra de lo que debería ser una transición energética, es decir, instalación de energía renovable allí donde está la demanda, de forma descentralizada y con almacenamiento distribuido.
“Hay que poner en marcha el autoconsumo colectivo y asesorar técnicamente para que pequeños y medianos empresarios puedan entrar al mercado”
-¿Cuáles serían entonces las alternativas?
-En Canarias tenemos 200 kilómetros cuadrados de superficie antropizada, con eso basta. Las zonas industriales y periurbanas están llenas de techos vacíos que pueden ser cubiertos con placas fotovoltaicas. Hay que poner en marcha el autoconsumo colectivo y asesorar técnicamente para que pequeños y medianos empresarios puedan entrar al mercado. Es así de sencillo.
-¿Por qué considera que el Cabildo ha entrado en esa otra dirección, la de abrir suelo rústico en diversas zonas de la Isla a la instalación de renovables por parte de la iniciativa privada?
-No lo sé con certeza. Lo único que me viene a la cabeza es ignorancia. Ignorancia de la tradición histórica de esta Isla, del valor del paisaje como recurso patrimonial y turístico. Hablan de reducir las zonas posibles, pero en los planos publicados están planteando parques eólicos y fotovoltaicos en lugares como Tinguatón, La Santa, Famara, Las Breñas, o encima de Playa Quemada. Es no entender que esta Isla se interpreta en el plano paisajístico por cuencas visuales. Manrique lo entendió bien, pero esta gente no.
“Se aprecia una ignorancia de la tradición histórica de esta Isla, del valor del paisaje como recurso patrimonial y turístico”
-¿Qué opina de la falta de participación pública y de otras instituciones que ha existido hasta ahora?
-Es inadmisible. No ha habido debate público ni siquiera consulta a los ayuntamientos. Hablamos con los alcaldes de San Bartolomé, Yaiza, Tías y Haría y todos nos dijeron que no sabían nada. Esto no puede seguir así. La Zona de Aceleración de Renovables en realidad es como un plan territorial sectorial de renovables y necesita una evaluación ambiental estratégica, donde se analicen todos los impactos de forma acumulada. No pueden hacer esto mediante un simple protocolo firmado entre el Gobierno y el Cabildo.
-¿Y qué debería hacerse ahora, según su criterio?
-Lo que está escrito en los manuales de buenas prácticas: un plan de transición ecosocial que aborde energía, agua, movilidad y turismo. Lanzarote es una de las islas más hipermotorizadas del mundo. Hay que hablar de alumbrado público, de eficiencia, de la huella del transporte aéreo y marítimo. Hay que hacer un plan de ahorro, de eficiencia, y luego sí, generar energía donde se consume. Que los edificios públicos den ejemplo, que se mida y se publique cuánto se ahorra.
“Dijimos no al petróleo, sí a las renovables, pero no así. Lo que no queremos es un modelo al servicio del oligopolio energético que colonice el territorio”
-¿Y los recursos económicos para llevar a cabo todo eso que plantea?
-Aquí hay un negocio brutal. La factura eléctrica en Canarias supera los 4.000 millones de euros. En Lanzarote pueden ser más de 300 millones. Ese dinero debe quedarse aquí y generar economía local. Hace falta personal técnico en ayuntamientos y en el Cabildo, unidades administrativas que acompañen a ciudadanos y empresas. Hay dinero de fondos europeos, solo falta voluntad.
-Hay quien dice que los sectores ecologistas se oponen a todo: antes al petróleo, en la época de las prospecciones petrolíferas frente a Lanzarote y Fuerteventura, ¿ahora también a las renovables?
-No es ciertos. Dijimos no al petróleo, sí a las renovables. Y decimos renovables sí, pero no así. Lo que no queremos es un modelo al servicio del oligopolio energético que colonice el territorio sin respetar el paisaje de las Islas. Endesa, Iberdrola y los fondos de inversión internacionales están detrás. La transición energética no se puede hacer así, no se puede cometer ese error. Ya no necesitamos carbón ni petróleo, tenemos sol y viento, tenemos la tecnología. Pero se están regalando esos recursos sin planeamiento, sin base jurídica. Ni siquiera han traspuesto la directiva europea a la que se quieren acoger.
“Primero hay que cubrir los techos de hoteles, apartamentos, polígonos industriales, hacer pequeños proyectos de autoconsumo… Lanzarote sería modelo mundial”
-¿No existen fundamentos legales sólidos del proceso que están llevando a cabo las instituciones con la Zona de Aceleración de Renovables?
-No la hay. Ni la directiva está traspuesta al ordenamiento español. La Comisión Europea incluso ha advertido al Estado por ese retraso. El Cabildo ha firmado con el Gobierno unos mapas sin ningún respaldo legal, sin evaluación ambiental, sin consulta. Ni siquiera han hecho el Plan Territorial Energético de Lanzarote.
-¿Qué propone en términos concretos?
-Que el suelo rústico quede fuera, salvo casos muy justificados. Hay que responder a la pregunta: ¿cuánto suelo necesitamos para cuánta demanda? Primero hay que cubrir los techos de hoteles, apartamentos, polígonos industriales, hacer pequeños proyectos de autoconsumo, con baterías para fomentar la descentralización. Esa es la transición energética que queremos. Si se hiciera así, Lanzarote podría ser un modelo mundial. Pero ahora mismo lo que tenemos es un disparate.

















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1 Lagunero Sáb, 29/11/2025 - 09:02
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