“El genocidio es un arma usada por las entidades coloniales ante la resistencia”
Nadir Bouhmouch y Soumeya Ait Ahmed, cineastas
Soumeya Ait Ahmed (Casablanca, 1992) y Nadir Bouhmouch (Casablanca, 1990) son dos jóvenes artistas multidisciplinares marroquíes, especializados en trabajos audiovisuales y centrados en temas sociales, ecología e historia oral y popular. Ambos comparten un interés en la oralidad y en sus expresiones en el mundo del arte, y forman parte del colectivo Tizintizwa. Su obra se ha presentado en distintos festivales internacionales, incluyendo la 35ª edición de la Bienal de São Paulo. Soumeya y Nadir han visitado en varias ocasiones al archipiélago canario y fruto de sus viajes nace su último documental, Teide (2025), que fue presentado en las jornadas Campus África, organizadas por la Universidad de La Laguna (ULL). El documental aborda la huella amazigh que sobrevivió a la conquista de las Islas, entrelazándola con un fenómeno actual, las consecuencias de la masificación turística. Aunque distantes en el tiempo, ambos fenómenos comparten la raíz de la supremacía europea y la lógica imperialista que sigue dominando el mundo actual. La proyección en las jornadas de la ULL fue la primera en España, aunque la obra audiovisual ya se podía ver desde hacía semanas en el Centro Pompidou de Metz, en Francia, institución que financia su proyecto. La idea de los artistas es que se puedan organizar más proyecciones en el futuro en el resto de islas.
-A modo de presentación ¿qué significa Tizintizwa, el nombre de su colectivo, y qué objetivos persigue su trabajo?
-Nadir: Tizin hace alusión a un camino de montaña y tizwa significa abejas en lengua bereber. El “camino de las abejas” de un topónimo ficticio que se asemeja a muchos topónimos reales de origen amazigh que comienzan por T y que existen en Marruecos, y también en Canarias. Tizintizwa viene a simbolizar la manera en la que históricamente se ha difundido la tradición oral, que precede a la literatura, viajando de montaña en montaña y atravesando océanos. Los poemas y la oralidad han polinizado históricamente los territorios, pero la diversidad está amenazada en el contexto actual de globalización.
Soumeya: Antes de hablar de Tizintizwa tenemos que mencionar el proyecto Awal (que significa “palabra” en bereber), por el cual estudiamos la tradición oral amazigh a través de historias populares. Posteriormente surge Tizintizwa, que es una red de artistas con carácter colaborativa. Comenzamos como un dúo en Marrakech y actualmente el colectivo está formado por cinco personas principalmente, aunque nuestros trabajos son colaborativos y siempre engloban a una red de artistas e investigadores más amplia.
N: Nuestro trabajo pretende eliminar esa idea procedente de la herencia colonial racista que jerarquiza las formas de arte en dos. La visión occidental considera que el verdadero arte emana de los contextos urbanos y occidentales, mientras que todo lo que proceda del mundo rural y no sea occidental es calificado como inferior y siempre lleva la etiqueta de folklore. Queremos acabar con la idea de la jerarquización y folklorización del arte. También nos interesa cómo lo que ocurre en la naturaleza se refleja en el arte. En el Atlas, la cordillera que atraviesa Marruecos, hemos constatado que la introducción del monocultivo de manzanas en zonas donde antes existía una variedad de cultivos ha supuesto que se pierdan muchas prácticas artísticas. Es decir, los cambios económicos de homogeneización del campo se traducen en una falta de diversidad no solo en los cultivos, sino también en las prácticas culturales de dichas áreas.
“Queremos acabar con la idea de la jerarquización y folklorización del arte”
-¿Cómo surge su interés por el legado amazigh de las islas Canarias y por qué motivo deciden filmar ‘Teide’?
-S: Nuestro interés por Canarias nace de nuestra propia cultura amazigh. Mucha gente desconoce que Canarias forma parte del mismo linaje que el de las poblaciones originarias del norte de África. No obstante, nuestro interés por el Archipiélago no se limita a nuestros orígenes comunes ni a la herencia amazigh borrada por la conquista, sino también por el saber y las tradiciones populares que han perdurado. Esta obra es solo la primera piedra de un proyecto más ambicioso y de largo plazo, pues pensamos seguir trabajando este tema con profundidad.
N: El factor latente de nuestro interés por las islas es el origen amazigh de su población. Consideramos Canarias como una continuidad de África y no como parte de Europa. A Soumeya esta conexión le viene de su tío, marroquí que participó en el primer Congreso Mundial Amazigh, que se celebró en Tafira, Gran Canaria, en 1997. En mi caso, el contacto con los movimientos amazigh de Marruecos me hizo despertar ese interés por las Islas.
-¿Qué otros temas están presentes en ‘Teide’?
-N: Más allá del nexo amazigh, hay dos temas principales de los que queremos hablar. El primero es el turismo de masas y las manifestaciones en su contra que han tenido lugar por todas las Islas. Este fenómeno ha contribuido a que se acelere la producción del documental, que se enmarca en este contexto. Tenemos una sensibilidad especial por las poblaciones que sufren la masificación turística y la gentrificación, ya que hemos vivido las consecuencias de primera mano en Marrakech. El otro factor que precipita la realización del documental es el genocidio que el mundo está presenciando en tiempo real. Nuestro trabajo pretende provocar una conversación sobre el genocidio del pueblo palestino que vivimos en la actualidad, hablando del primer genocidio de la historia moderna. Soy consciente de que en Canarias hay un debate y que no todo el mundo califica la conquista del archipiélago canario como un genocidio, pero para mí se cumplen todos los requisitos: desplazamiento forzado, tanto interno como entre distintas islas, muertes en masa, efecto de las epidemias, esclavitud, y destrucción de la cultura y de la estructura social. La existencia de supervivientes y el mestizaje forzado han sido argumentos usados tradicionalmente para no hablar de genocidio en el caso de Canarias. No obstante, no hay una contradicción entre el hecho de que se produjera un genocidio y la existencia de supervivientes. No es necesaria la aniquilación total de la población para que podamos hablar de genocidio.
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“Consideramos Canarias como una continuidad de África y no parte de Europa”
-Su documental está narrado por varias voces superpuestas, entre las que se incluyen el silbo gomero. ¿Cuáles son esas voces y qué significan?
-S: En el documental hay cuatro voces distintas. En primer lugar está el silbo, como voz representativa de los orígenes de Canarias. También hay una voz pan-amazigh que habla en el dialecto de la región de Souss, la más cercana a Canarias. Existe una tercera voz que repite de una manera frenética los topónimos canarios de origen amazigh, y que representa a la voz canaria del presente. Por último, hay una cuarta voz, que nos representa a todos, y que se ríe de manera provocativa, burlándose de lo absurdo de la realidad.
N: Yo añadiría una quinta voz, que pasa desapercibida. Se trata de una voz que también repite algunos topónimos canarios, pero en este caso es una voz de fondo que habla con acento extranjero, en alemán, en inglés e incluso en hebreo, creada con inteligencia artificial. En un momento del film esa voz pronuncia la palabra welcome mientras vemos en escena a Cristóbal Colón y a su mano rodeando la esfera terrestre. Queremos reflejar simbólicamente cómo el mundo está creado para recibir a los colonos, que se sienten con la legitimidad de ir donde quieran, ya sea en Canarias, en América, en Sudáfrica o en Palestina hoy en día.
-¿Qué tienen en común los topónimos de la voz canaria del presente que empiezan por T?
-S: Tegueste (Tenerife, el propio nombre de la Isla), Tuineje (Fuerteventura), Tamaraceite (Gran Canaria)... existen numerosos topónimos de origen amazigh en Canarias, y los que empiezan por T tienen en común que corresponden con la forma femenina del artículo en bereber. Quienes conocemos las dos orillas sabemos reconocer perfectamente el nexo común. En el resto de España es posible que la gente no tenga tan interiorizado el origen amazigh de muchos de los nombres de municipios canarios, pero la gente nota que hay algo distintivo en ellos y que no son de origen español.
N: Los topónimos han jugado un papel clave en el renacimiento de la reivindicación de la cultura amazigh en Canarias. En el mundo académico, los trabajos de investigación sobre lingüística han constatado la analogía del origen amazigh común de los nombres de muchas localidades del actual Marruecos y de Canarias. Este argumento académico sirve para eliminar de una vez por todas algunas teorías ridículas sin base científica sobre el origen de la población originaria de Canarias. Por otro lado, me gustaría insistir en que es hora de que exista una revisión de algunas placas informativas de muchos museos en Canarias, pues siguen reproduciendo una narrativa racista y desactualizada que no responde a la evidencia científica actual. El enfoque colonial de etnógrafos franceses del siglo XIX y alemanes que en época nazi vinieron a Canarias a hacer estudios todavía resuena en muchas placas de museos que deben revisar y actualizarse.
“El mundo está creado para recibir a los colonos, que se sienten con legitimidad”
-Durante el documental se puede apreciar a un guía turístico junto a un grupo de viajeros en el Teide. Más allá de lo que muestra el documental, en el coloquio hicieron alusión a una anécdota que ilustra muy bien el momento actual de racismo que se vive en el mundo. ¿Qué les dijo el guía alemán mientras filmaban?
-S: Durante el rodaje estábamos trabajando en el Parque Nacional del Teide. Observamos que había un guía que resultó ser alemán. Decidimos pedirle permiso para filmar desde lejos cómo interactuaba con los turistas, ya que era ese el tipo de imágenes que buscábamos, y accedió sin problema. Poco después de tomar las imágenes, el guía nos preguntó de dónde éramos. Al enterarse de que éramos marroquíes nos preguntó que por qué estábamos allí y por qué no nos íbamos a grabar al Atlas, ante nuestra incredulidad.
-¿Qué legitimidad creen que tiene un guía alemán para decirles qué hacer en Tenerife?
-N: Es una anécdota muy ilustrativa ya que es un claro ejemplo de la superioridad moral de Occidente y de las actitudes racistas y coloniales latentes y presentes en muchos ámbitos. Su actitud nos dice quién, según su lógica colonial, tiene la legitimidad de viajar, hacer documentales, trabajar y alzar su voz por el mundo, y quién no. ¿Por qué nosotros, como marroquíes, no podemos viajar y dar nuestra perspectiva, y un alemán sí? Sabemos que no es tan habitual ver cineastas no europeos trabajando en suelo europeo. Nuestro trabajo es una defensa de nuestra legitimidad. Además, consideramos que nuestra mirada es mucho más rica y completa que la que puede aportar Occidente. Como país históricamente colonizado, conocemos ambas caras de la moneda. Hablamos nuestros idiomas locales y también hablamos los impuestos por los colonizadores. Hemos crecido con la televisión europea. Conocemos mucho mejor ambos mundos y eso nos aporta una riqueza adicional a la hora de contar historias. Por el contrario, y por desgracia, la mayor parte de los cineastas extranjeros que trabajan en Marruecos, incluso algunos marroquíes, lo hacen con fondos europeos que acaban reproduciendo esa visión occidental, orientalista, que no deja de ser una manera de vender nuestra cultura y nuestro territorio para complacer la curiosidad y la mirada colonial.
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“No es habitual ver cineastas no europeos trabajando en suelo europeo”
-En el documental están muy presentes los conceptos de colonialismo y de genocidio, términos que por desgracia están presentes en la actualidad. ¿Qué relación histórica existe entre colonialismo y genocidio?
-N: Creo que no todos los colonialismos tienen una vocación genocida, pero es evidente que el colonialismo reúne unas características que pueden llevar a un genocidio. La creencia supremacista sobre la que se sustenta el colonialismo lleva a quienes se creen superiores a considerar que tienen la legitimidad para ocupar y habitar una tierra. Esto puede desembocar en un genocidio, sobre todo cuando la población nativa muestra resistencia. Si no se llega a esa fase, lo que sí se produce casi con total seguridad es una limpieza étnica, que está a medio camino del genocidio. Esto es algo que se ve claramente en la conquista de las Islas Canarias. No obstante, si analizamos isla por isla, la realidad cambia. Podemos afirmar que en Lanzarote y en Fuerteventura sí se produjo un genocidio, porque la población local fue completamente aniquilada. En cambio, en otras islas hay más matices. En Tenerife podemos hablar de bandos de guerra y bandos de paces. La zona de Anaga también fue aniquilada, y la población fue remplazada por gomeros. En cambio, en otras partes de la Isla hubo colaboración con los invasores. En definitiva, el genocidio es un arma usada por las entidades coloniales cuando encuentran resistencia.
-¿Qué importancia tiene el uso de la palabra genocidio hoy en día en el mundo del arte?
-S: Después del 7 de octubre hicimos un pequeño cortometraje para hablar de lo que ocurre en Palestina, pero como artistas estábamos un poco bloqueados. ¿Qué podemos hacer y qué impacto real tenemos? ¿Estamos simplemente imitando lo que se produce en Occidente? En cuanto a Teide, es muy interesante el hecho de que se proyectara por primera vez en Francia. En el documental usamos la palabra genocidio y proponemos un debate que inevitablemente nos lleva a hablar de Palestina. Sabíamos que en la presentación en Metz habría prensa francesa y teníamos curiosidad por si iban a usar el término genocidio en sus artículos. Finalmente solo una periodista se atrevió. Aunque sea para hablar de las Islas Canarias en el siglo XV, el uso de la palabra genocidio en la actualidad lleva implícita una reflexión sobre lo que ocurre en Palestina. En el mundo del arte occidental, y también en el periodismo y sobre todo en la política, se ha silenciado o se ha obviado pronunciar la palabra por todas las implicaciones que tiene.
“¿Por qué como marroquíes no podemos dar nuestra perspectiva?”
-El efecto nocivo del turismo de masas en la población local está muy presente en Canarias. En su caso, comentaban que también han vivido las consecuencias de primera mano. ¿Por qué decidieron abandonar Marrakech?
-S: Hace años resultaba extraño ver turistas por los barrios más alejados de la medina de Marrakech. Hoy, están por todas partes. Los alojamientos turísticos se han propagado como un auténtico virus que afecta ya a toda la ciudad, y todos los espacios culturales que se dicen alternativos no hacen más que alimentar ese virus. Miles de extranjeros se instalaron en Marrakech para disfrutar del sol durante todo el año, pero muchos de ellos se marcharon apresuradamente al empezar la pandemia. Paradójicamente, ese fue el mejor momento en cuanto a producción y difusión de nuestra obra, que se dirige a la población local. Cuando no se trabaja en las lenguas locales se crea una barrera que impide a la población local acceder a los espacios de arte. Si los jóvenes estudiantes marroquíes escuchan hablar inglés o francés, no tienen por qué sentirse interpelados. Además, esto contribuye a crear un sentimiento de inferioridad que puede generar frustraciones. Nuestro objetivo no es excluir al público extranjero. Por eso existen subtítulos en nuestra obra. Con el final de la pandemia y el repunte del turismo tomamos la decisión de instalarnos en Casablanca, donde todavía se puede trabajar con y para la comunidad local.
-Para finalizar, y en relación con la pregunta anterior, ¿cómo afecta la masificación turística al arte y al mundo de la cultura?
-N: La masificación turística tiene consecuencias directas en el arte, en la cultura y en cómo nos vemos a nosotros mismos. Los espacios culturales se acaban convirtiendo en lugares de arte de masas como respuesta a la demanda del turismo. En Marruecos existe un sentimiento de querer complacer siempre al turista y también al comisario de exposiciones extranjero. Este fenómeno deforma la creación artística porque el arte deja de hacerse para los locales. En Marrakech, la producción artística ha pasado a hacerse fundamentalmente en inglés y en francés, desapareciendo casi por completo la producción artística para la población local. Se trata de un imaginario orientalista que coincide con el marco ideológico del visitante. No creo que en Canarias pueda aplicarse esa visión orientalista de los europeos que visitan Marruecos, pero sí que existe una mirada exotizante hacia la herencia amazigh que se parece bastante.

















Comentarios
1 opino que… Dom, 21/09/2025 - 10:52
2 Puntualización Dom, 21/09/2025 - 11:41
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