La polémica casa del número 5 de la calle Fajardo, adquirida por el Cabildo en el año 2013 para destinarla a Museo arqueológico insular, tendrá finalmente otro uso como museo. El Cabildo de Lanzarote ha sacado a licitación el proyecto para convertirla en el Museo Arrecife. Puerto del vino. 

El expediente, iniciado por el Servicio de Patrimonio del Cabildo, ha cristalizado en un concurso mediante procedimiento abierto simplificado para redactar el proyecto museológico y el avance museográfico de este proyecto, con un presupuesto base de 42.800 euros y un plazo de presentación de ofertas que finaliza el próximo 9 de septiembre. El plazo de ejecución será de un año a partir de la firma del contrato.

En la Memoria justificativa del expediente se señala que “resulta imprescindible un estudio de planificación y sostenibilidad del bien denominado Casa Fajardo, que oriente de manera fundamentada su futuro y proponga sus funciones razonadas, tanto desde un punto de vista social, cultural y educativo, como desde el punto de vista técnico, en el que a su vez intervienen diversas perspectivas: la patrimonial, la expositiva (...) y la de las audiencias, garantizando su viabilidad y sostenibilidad, patrimonial, institucional y de gestión”.

La casa, como bien patrimonial, ha pasado por diferentes propuestas: sede del museo arqueológico, oficinas, casa museo o sala de exposiciones temporales. El proyecto de rehabilitación ya está realizado a excepción de los sótanos y de la parte trasera del edificio, que incluye el patio y otras dependencias.

La adquisición de la casa, en época de la presidencia de Pedro San Ginés (CC), causó una gran polémica porque se compró a la familia de la que había sido su pareja. El Cabildo pagó 1,6 millones de euros por la casa y después ha gastado otros tres millones más en su rehabilitación. A pesar de esta inversión, el inmueble no cumple las condiciones para albergar el Museo arqueológico.

Patrimonio considera conveniente que el actual concurso de proyecto museológico incluya también el avance de un proyecto museográfico “que oriente ya directamente la producción y el montaje del museo”, con el fin de ahorrar tiempo y para comenzar a desarrollar una agenda cultural y dotarlo de actividad. “La inclusión de un avance museográfico permitirá una estimación más ajustada de los tiempos y presupuestos para el posterior paso de producción y montaje”, señala la Memoria. El proyecto museológico es el que prevé el funcionamiento y la proyección del futuro museo y el museográfico el que materializa las líneas marcadas en el proyecto museológico.

Los pliegos no definen claramente los contenidos del futuro museo, sino que señalan que “los objetivos de la exposición permanente del futuro Museo serán especificados en el proyecto museológico, ya que dependen directamente de dicha propuesta”, así como que “deberán tener sensibilidad hacia la difusión de conocimiento y su comprensión, la puesta en valor del patrimonio en sus diferentes versiones, el rigor y la inteligibilidad, procurar distintos niveles de información, provocar, interrogar y dar respuestas, así como contextualizar el conocimiento, la historia, la sociedad, la tecnología, la ciencia, estableciendo referentes y capacidad de interrelación”.

“La Casa Fajardo tiene ya una cierta tradición en el desarrollo de exposiciones temporales en sus dos salas laterales transversales al edificio principal, experiencia que debería tenerse en cuenta a la hora de planificar las funciones del edificio”, señala la Memoria, que indica que la empresa ganadora deberá tener en su equipo una persona doctorada en Historia del Arte y otra doctorada en Psicología.

Estudio

En un estudio anterior sobre la historia y las características del inmueble se señala que la casa perteneció al médico Fermín Rodríguez, que la adquiere en el año 1920. El inmueble estuvo asociado al comercio del vino, ya que la esposa de don Fermín, Manuela García Parrilla, era la propietaria de la Bodega El Grifo, que hoy pertenece a sus nietos. Doña Manuela había heredado de su padre una gran cantidad de terrenos y propiedades y don Fermín amplió ese patrimonio acudiendo a la subasta pública de los bienes de la familia Cabrera.

Entre sus objetivos está difundir la economía histórica de la Isla

La vivienda cumplía tres funciones: la doméstica, la profesional, ya que albergaba la consulta, el despacho y la farmacia del doctor, y la comercial, pues las naves laterales, retranqueadas, servían para almacenar el vino que se traía desde El Grifo.

El estudio habla sobre las actividades de don Fermín: “Además de su trabajo como médico, invertía gran parte de su tiempo en la bodega El Grifo. Hizo distintos cursos de enología, según sus familiares y viajó a Barcelona para traer un cristal especial que recubriese los depósitos donde se almacenaba el vino y conseguir así una mayor higiene. Aunque la bodega ya existía desde el siglo XVIII, fue don Fermín quien la modernizó y la convirtió en la más importante de la época. Metido en barricas, el vino era trasladado hasta Arrecife en carretas de tipo portugués tiradas por tres bestias, y depositado en los almacenes laterales que flanqueaban su vivienda de la calle Fajardo número 5, en unos tanques recubiertos de cristal, como los de la bodega. Casi todo el vino se consumía en Lanzarote, aunque una parte también se exportaba. Cuentan las personas entrevistadas que iba todos los fines de semana a El Grifo. (...) Además de vino, vendía otros productos agrícolas que obtenía de sus múltiples fincas”, dice el estudio histórico elaborado por Mario Ferrer y Arminda Arteta.

Objetivos

Entre los objetivos de la redacción del proyecto se citan: valorar el papel histórico del puerto de Arrecife como eje vertebrador de la economía de Lanzarote durante los siglos XVIII y XIX, destacando su importancia como enclave comercial y estratégico en las rutas atlánticas; difundir el conocimiento sobre la economía histórica de Lanzarote; mostrar las conexiones comerciales nacionales e internacionales de Arrecife con otros mercados; contribuir a la preservación y difusión del patrimonio cultural de Lanzarote, fomentando el conocimiento y la transmisión de la memoria colectiva sobre la historia portuaria, comercial y marítima de Arrecife; crear un espacio expositivo innovador y accesible, capaz de atraer tanto al público local como a visitantes nacionales e internacionales, con un enfoque didáctico, participativo y orientado a la educación patrimonial; favorecer el desarrollo cultural de Lanzarote, integrando el proyecto museográfico en las estrategias de dinamización del centro de Arrecife y en los circuitos culturales propuestos desde el Servicio de Patrimonio; impulsar la colaboración entre instituciones, especialistas, comunidad local y agentes culturales, promoviendo la participación activa de la ciudadanía en la conservación y puesta en valor de su historia y su patrimonio.

El proyecto de rehabilitación ya está hecho, excepto la parte trasera

El proyecto deberá especificar cómo se van a desarrollar los siguientes aspectos: la coordinación de todas las acciones a realizar hasta las orientaciones en la fase de la producción y el montaje, los planes de viabilidad y gestión económica y de gestión y seguridad del edificio, la propuesta temática, la propuesta de colecciones, las condiciones de conservación, la propuesta y desarrollo del tipo de exposición, la distribución espacial con sus funcionalidades precisas, y descripción de los recursos, los recorridos posibles, los programas públicos y educativos y el plan de comunicación con la imagen digital del museo.

Además de esto deberá incluir el desarrollo de los espacios expositivos y no expositivos, con la ubicación de todos los recursos expositivos, así como la descripción de las infraestructuras básicas correspondientes para su gestión y mantenimiento, las plantas, alzados y secciones de conjunto, la descripción de los equipamientos y recursos expositivos que se consideren para la exposición, la especificación técnica básica de los recursos, etc.