5 COMENTARIOS 04/08/2025 - 08:32

Hace tiempo que la cosa ya se fue de las manos y seguramente no tenga vuelta atrás. Es la nueva normalidad, pero no siempre fue así. Un ejemplo: la semana pasada se inauguraban, en realidad reinauguraban, unas instalaciones del Punto de Inspección Fronteriza en el puerto de Arrecife.

En el fondo, se anunciaba la puesta en marcha de una sala de congelación. Para la gran ocasión vino la presidenta de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, acompañada de tres personas, dos representantes públicos del Ayuntamiento de Arrecife, dos del Cabildo, uno de la Delegación del Gobierno y otro más de la Cámara de Comercio, acompañados, no en todos los casos, de algún asesor, un asistente de prensa, fabricantes de vídeos para las redes o alguien que sostenga el bolso...

No hace tanto tiempo, antes de la irrupción de las redes sociales, en la prensa regional, si se podía evitar que apareciera en la foto el político de turno, si no era necesaria su presencia, se evitaba. Hoy, ese mismo político envía su propia foto al periódico, sentado en un despacho simulando leer, caminando informalmente junto a sus compañeros o vestido con casco y chaleco señalando a un punto determinado, y esa es la foto que se elige para para ilustrar una noticia sobre “la buena marcha” de una obra o simplemente sobre su opinión sobre cualquier cosa.

Cabría preguntarse, aparte de la deriva de la prensa (que sería un tema más largo) si los cargos públicos locales hacen algún otro trabajo además de la función representativa. Entre asistencia a tertulias, algunas reuniones, presentaciones o actos de todo tipo y algún sarao tienen una agenda inmensa, aunque sean concejales de un área poco lucida. Su obligación es simplemente estar. En ocasiones ni siquiera hablar.  

Con el día tan ocupado en representar sus funciones, tienen poco tiempo para esas mismas funciones. No para decidir, que para eso siempre hay tiempo, sino para tener una opinión formada sobre lo que tienen que hacer: leer, formarse, estudiarse la actualidad, recibir a vecinos… Lo que antes se llamaba trabajar.

 

Comentarios

Completamente de acuerdo con tu artículo, es evidente que se cumple con demasiada frecuencia aquello de "PROMETER HASTA METER Y DESPUES DE HABER METIDO NADA DE LO PROMETIDO". Pero más alucina llamar cargo público al presidente de la Cámara de Comercio que no representa para nada a la población y que solo busca intereses primero, suyos propios y después de los empresarios, para nada mira al pueblo y más flipante aún es que el presidente del Cabildo le haya cedido su puesto en la Autoridad Portuaria, más cuando es público y manifiesto que entre la clase política regional lo ven como un hombre de paja del Sr Martínez Mpanga
Nada más lejos de la realidad Sr Saúl , que dejemos hacer lo que estos Sres hagan lo que les dé la gana con los dineros públicos que gasten como quieran en lo que quieran y que no reviertan a los ciudadanos si no en su propia imagen y propaganda electoral y que nadie les diga nada , ponen a consejeros no electos asesores que no asesoran etc ,etc
Faltó enumerar en el artículo los desayunos de más de una hora en las cafeterías de Arrecife y algún concejal capitalino se le ha visto desayunar en otros municipios de la isla; y como los ciudadanos no decimos nada van fresco.
Buen artículo Saúl . Evidentemente dados los perfiles de los políticos que sufrimos en ésta isla obvia la reflexión . Arrecife es el claro ejemplo del te digo lo que haré pero no haré lo que te digo , eso si , salvo las fiestas y conciertos por doquier que para eso el dinero sobra ( público ) y el intermediario sabe que puerta tocar para alegrar al patio . Lo grave es que las expectativas nulas y Lanzarote a la deriva. Y por cierto lo de estudiar , formarse y conocer la realidad es una tarea solo para los bobos y bobas que pensamos que el esfuerzo vale la pena . Y de los medios creo que para otra ocasión .
Magistral, Saúl.

Añadir nuevo comentario