
EL PASEO
Por Saúl García
Por hablar que no quede, pero el modelo de discursos vacíos está agotado desde hace tiempo. Quizá se confunde redistribución de ingresos con reparto de dinero institucional...
“El modelo de isla ya lo hemos definido y lo presentaremos el próximo 3 de mayo, para que la gente conozca lo que tiene que ser Lanzarote. Estamos en el camino de esa colaboración público-privada para que esta isla lidere un modelo”. Esto lo dijo el presidente del Cabildo, Oswaldo Betancort, en marzo del año pasado.
Resulta que ese 3 de mayo al que se refería, el Cabildo presentó la nueva marca turística de Lanzarote, un logotipo del que nadie se acuerda. No puede ser que fuera ese el modelo, tenía que ser otra cosa. Buceando un poco más sobre el modelo, queda claro que el presidente busca un cambio de modelo, aunque no esté claro de qué modelo se escapa y hacia qué modelo se va.
Si se tienen en cuenta sus actos y declaraciones, parece que quiere huir del modelo que conformó y representó durante diez años su compañero de partido, Pedro San Ginés. Quiere secuestrar el contrato de la empresa de aguas que era una bendición para Lanzarote, según San Ginés. También dijo recientemente que “la culpa de cómo está Lanzarote la tienen quienes han gestionado la Isla, y no los turistas”.
Ese modelo que hay que cambiar tiene que ser el de San Ginés porque, como ha repetido varias veces Betancort, y con bastante razón, el PSOE no hizo nada en cuatro años, lo que supone que no le dio tiempo a cambiar el modelo anterior.
En enero, dijo esto sobre el modelo: “La estrategia turística de Lanzarote está centrada en la definición de un modelo cualitativo, donde los indicadores para analizar la evolución no se refieran tanto a entrada de visitantes, sino a su comportamiento en destino, por ejemplo, impacto en gasto o redistribución de ingresos en la economía insular”. Por hablar que no quede, pero el modelo de discursos vacíos está agotado desde hace tiempo. Quizá confunde redistribución de ingresos con reparto de dinero institucional.
El caso es que está empeñado en lo del modelo. Contrata una auditoría y habla de un cambio histórico de modelo, contrata cuatro guaguas y es un “paso histórico hacia un nuevo modelo de gestión sostenible en Lanzarote”, aparece una nueva empresa turística y dice que “el embrión del cambio de modelo turístico de Lanzarote se está gestando en Costa Teguise”, propone cambios en el carnaval y habla de un “nuevo modelo de gestión insular”.
Esperemos que se trate de una moda pasajera: mucho modelo pero poco diseño.
Comentarios
1 Mira Lun, 21/04/2025 - 08:32
2 Silvia Lun, 21/04/2025 - 09:21
3 Llueve sobre mojado Lun, 21/04/2025 - 16:00
4 Papeles Lun, 21/04/2025 - 19:08
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