¿Qué tiene en común Arrecife con la Navidad de Jerez, León, Soria, la patata limiana, la Fiesta del Cascamorras, Asturias, Almería, Granadilla de Abona, Torremolinos, la Cueva de Valporquero, la región de Murcia, la merluza de Burela, Cuenca, Mijas o La Rioja?

Todas se han anunciado en algún momento en el Metro de Madrid. A lo mejor es un atrevimiento, pero yo apostaría a que los concejales o concejalas y alcaldes o alcaldesas de turno también se trasladaron a Madrid. Incluso puede que fuera un viernes (para no romper la semana) a sentir el orgullo de ver su ciudad en tan magno lugar como el Metro de Madrid, donde todo el mundo sabe que la gente va con tranquilidad y atenta a lo que pasa a su alrededor.

En todas las noticias de la prensa local de cada uno de esos lugares no falta la mención a los cientos de miles de personas que pasan por allí cada día. Los responsables de la publicidad del Metro de Madrid tienen suerte de que construyamos un mundo en el que parece que solo importa lo cuantitativo. Y también tienen suerte de los complejos interminables de concejales de pueblo que ven colmadas sus aspiraciones cuando ven su pueblo en la capital.

Estaría bien saber cuánto ha costado la campaña y el impacto que produce. Lo tiene fácil el Ayuntamiento para contarlo porque el cartel lleva un código QR con el que se puede descargar una audioguía que presentó el Ayuntamiento en Fitur. Una “novedosa herramienta”, según la nota de prensa.

Arrecife es esa ciudad que es capaz de perder una subvención para arreglar el Puente de las Bolas, echarle la culpa a Patrimonio y después presumir del Puente en Madrid. O hacerle una foto al Charco, con la ventaja de que no se ven los vertidos. O dejar que se deteriore la Plaza de Las Palmas hasta el infinito y decir de ella que “aunque carece del empedrado original, su encanto se mantiene gracias a recientes adoquinados que evocan el pasado”.

Otro de los puntos de atracción para la audioguía es “estatuas (sic) César Manrique”. Dice la descripción del artista: “Su visión artística y su compromiso con la sostenibilidad dejaron una marca indeleble en Lanzarote, convirtiéndola en un referente mundial de armonía entre el ser humano y su entorno”. No sé yo. Quizá deberían incluir esta foto de Residuos Lanzarote y que cada cual opine por sí mismo.