Foto: Adriel Perdomo.
3 COMENTARIOS 12/02/2024 - 09:34

No falla. La solidaridad y la atención digna solo es posible lejos. Da igual donde se esté. Parece que el efecto de la dignidad solo se produce en el lugar en el que no estamos nosotros. Es un efecto curioso y digno de estudio.

Siempre se pide dignidad en la atención. Antes se disimulaba menos el racismo. Cuando se quiso hacer el centro de internamiento en Tahíche, se quejó un concejal, que hoy está en Vox, de que se iba a ver a los inmigrantes desde el campo de golf. Ahora las excusas se disfrazan.

Se pide el cierre del centro de La Santa, pero por su bien, se solicita el reparto por comunidades de los menores, que es una petición razonable, pero también es por su bien. Y cuando CC denunciaba las “condiciones inhumanas de los migrantes albergados en el Aula de la Naturaleza de Máguez”, también era por su bien, claro. Ahora alertan a los vecinos de que se va a construir un “macrocentro” en Güime. Si fuera solo un centro estarían a favor, pero un macrocentro…

No hay problema, porque el Ayuntamiento de San Bartolomé dice que no es el sitio idóneo por una cuestión medioambiental. También decía la exalcaldesa de Arrecife que el CATE de Puerto Naos está en el centro de la ciudad.

Dicen que las palabras cambian la realidad, aunque de momento solo cambian la forma de nombrarla. Es más fácil reformar el diccionario que eliminar la desigualdad. Los centros de internamiento son el rellano entre los centros de retención y los de acogida, pero la situación sigue siendo muy parecida: que los pongan lejos.

 

Comentarios

También es verdad que la constitución española nos permite decidir democráticamente cuanta gente migrante queremos en nuestro país, pero en la práctica la corrección política impide ese ejercicio democrático.
Así es. Mejor disimulamos la desigualdad pero sin preguntarnos el porqué esta gente de África pone en peligro sus vidas para venir a vivir a un continente cada vez más insolidario. Tendríamos que estar debatiendo con ellos éste porqué.
La situación es curiosa: Europa causa caos en el continente africano (lo último fue darle el sáhara occidental a Marruecos) y luego se beneficia de la fuga de cerebros en esos países y de la mano de obra joven necesaria para que no caiga el sistema de pensiones. Y son tan hábiles con el márketing que nos han convencido de que ese neocolonialismo en realidad es solidaridad y empatía. Toda esa propaganda deja de funcionar cuando les preguntas por qué no ponen un ferry que reeplazca a las pateras, además de dar demasiadas pistas a los países que estamos saqueando. Si no quieren migrantes, tengan hijos o acepten la pobreza extrema de ser demasiado viejo para trabajar pero no tener pensión. Y si quieren ser solidarios, dejen de beneficiarse del expolio y desestabilización política de los países africanos por parte de los países europeos. Pero todo esto que digo a muchos les parecerá una tontería porque, en el fondo, son racistas que no ven el gran valor de esa gente joven que nos llega en patera. Solo ven gente violenta y sin educación que por misericordia hay que darle cobijo. No ven son lo mejor de sus países de origen, quizás para no ser consientes del expolio del que somos partícipes. La verdadera solución es dejar de causar caos en los países africanos, dejar de expoliar sus recursos porque sus dirigentes corruptos (muchas veces producto de insurrecciones originadas por servicios de inteligencia europeos) nos los permitan. Luego exigir condiciones laborales y sueldos que permitan a la gente en Canarias tener hijos (y aquí vemos la verdadera razón por la que se ha tomado el camino que se ha tomado: dinero).

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