No falla. La solidaridad y la atención digna solo es posible lejos. Da igual donde se esté. Parece que el efecto de la dignidad solo se produce en el lugar en el que no estamos nosotros. Es un efecto curioso y digno de estudio.
Siempre se pide dignidad en la atención. Antes se disimulaba menos el racismo. Cuando se quiso hacer el centro de internamiento en Tahíche, se quejó un concejal, que hoy está en Vox, de que se iba a ver a los inmigrantes desde el campo de golf. Ahora las excusas se disfrazan.
Se pide el cierre del centro de La Santa, pero por su bien, se solicita el reparto por comunidades de los menores, que es una petición razonable, pero también es por su bien. Y cuando CC denunciaba las “condiciones inhumanas de los migrantes albergados en el Aula de la Naturaleza de Máguez”, también era por su bien, claro. Ahora alertan a los vecinos de que se va a construir un “macrocentro” en Güime. Si fuera solo un centro estarían a favor, pero un macrocentro…
No hay problema, porque el Ayuntamiento de San Bartolomé dice que no es el sitio idóneo por una cuestión medioambiental. También decía la exalcaldesa de Arrecife que el CATE de Puerto Naos está en el centro de la ciudad.
Dicen que las palabras cambian la realidad, aunque de momento solo cambian la forma de nombrarla. Es más fácil reformar el diccionario que eliminar la desigualdad. Los centros de internamiento son el rellano entre los centros de retención y los de acogida, pero la situación sigue siendo muy parecida: que los pongan lejos.
Comentarios
1 ¿Facha quién? Lun, 12/02/2024 - 11:07
2 Pilar Lun, 12/02/2024 - 14:35
3 Al 2 Vie, 16/02/2024 - 09:20
Añadir nuevo comentario