EL PASEO
Por Saúl García
Liberada ya del PSOE y ante la falta de rumbo, Astrid Pérez ha optado por hacer política con la inmigración y de la peor manera posible: metiendo miedo a la población
Astrid Pérez lleva veinte años en política, la mayor parte de ellos en la oposición, y cuando ha estado gobernando, ha sido en segunda fila, a la sombra de Pedro San Ginés. Ha aguantado el poder en el PP en Lanzarote con el anhelo de llegar al poder en alguna institución. Incluso lo aguantó en contra del criterio de José Manuel Soria, que apostó por otra candidata en las primarias de 2008. Siempre presumió de independencia de criterio y -en esto no es una excepción, todos son herederos del PIL- de poner por delante los intereses de Lanzarote. Pues bien: veinte años buscando el poder y cuando lo consigue, en lugar de ejercer como alcaldesa, se comporta como lo que es en realidad: la vicesecretaria de comunicación del Partido Popular.
Debería saber, y lo sabe, que los problemas de una ciudad no desaparecen de forma mágica por el cambio de gobierno. Debería saberlo porque ya se encuentra dando las mismas excusas que sus antecesores en la alcaldía. Cuando estaba en la oposición, los matices no existían y las promesas eran verdades absolutas. Sabe que es muy difícil sacar adelante ese ayuntamiento y por eso presume más de los avances de la iniciativa privada que los de la pública.
Debería saber que es mejor no escupir hacia arriba con los problemas que van a seguir: el urbanismo, el tráfico, el comercio, los problemas internos de funcionamiento, la vivienda... No es que no haya cambiado nada, es que ni siquiera se ha iniciado un mínimo cambio. Liberada ya del PSOE y ante la falta de rumbo, ha optado por hacer política con la inmigración y de la peor manera posible: metiendo miedo a la población porque ponen un centro de atención “en el centro de la ciudad” y diciendo que, o bien sale caro o es que alguien se ha llevado dinero.
Está feo dedicarse a la política para crear problemas en lugar de solucionarlos y está más feo aún hacer política a costa de unas personas que no tienen más que su vida, si es que la conservan. Tiene que ser muy escasa la confianza en lo que puedas hacer desde el gobierno para que fíes tu política a lo que le interesa a tu partido.
Y su partido se ha especializado en ajustar los hechos a sus argumentos, no al revés. Por eso, afirma sin rubor, como hizo en Radio Lanzarote, que “nunca se plantean los CATE donde gobiernan los socialistas”. Resulta que en Fuerteventura hay dos centros en Puerto del Rosario. En Las Palmas están Barranco Seco y La Isleta y en La Laguna, Las Raíces. Los tres tienen alcaldes del PSOE.
Caso aparte es su empeño en que el CATE de Arrecife está en el centro de la ciudad. “Es bastante centro porque pasan todos los extranjeros por ahí, todos los días de los cruceros”, dijo. Zara ya está buscando sitio entre las naves de Protección Civil y Calor y Café y alguien debería proponer ya trasladar el Ayuntamiento a la antigua nave de Agramar.
Pero lo mejor es lo de la falta de licencia: “La legalidad es lo primero”, dice. Por supuesto. Si se trata de un centro para inmigrantes. Si se trata de un chalé que ocupa una parte de suelo rústico que es de otra persona, pues ya, si eso, lo miramos otro día.
Comentarios
1 Javier Lun, 14/02/2022 - 09:21
2 Bufonadas Lun, 14/02/2022 - 10:27
3 La Ayuso de La ... Lun, 14/02/2022 - 12:40
4 Anónimo Mié, 16/02/2022 - 21:44
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