EL PASEO
Por Saúl García
El nombramiento de Hija adoptiva e Hijo predilecto es suficientemente importante como para separarlo del resto de honores y distinciones que se han otorgado y evitar el conflicto político
En abril de 2019, a las puertas de otras elecciones, el entonces presidente del Cabildo se quejaba de que la oposición se negaba a nombrar Hijos adoptivos de Lanzarote a dos personas. Decía sus nombres porque había hecho pública su candidatura, como había hecho pública otra propuesta un grupo de la oposición a dos Hijos predilectos, Y después añadía que también se negaban a “la propuesta de nombramiento de Hijo Predilecto de Lanzarote a una tercera personalidad distinguida de la isla, cuyo nombre la institución “se reserva el derecho de no trasladar a la opinión pública, por respeto al aludido ya que aún no ha sido comunicado al mismo ni oficialmente a sus familiares”. Ninguno de los cuatro fue reconocido, pero no estaría mal que estos nombramientos se llevaran siempre con la reserva solicitada para uno de ellos.
Cuatro años después vuelve la misma historia y también a las puertas de unas elecciones locales. De nuevo, se suspende un acto de entrega de estos reconocimientos cuando ya se había convocado. Ya pasó en 2013 con el caso de Juan Brito.
Alega el grupo de gobierno problemas de agenda de la presidenta, que es lo que se alega cuando no se quiere decir la verdad, como alegan problemas personales los que dimiten porque no quieren entrar en el fondo del asunto. No es cierto eso de la agenda, pero si lo fuera, sería igual de grave.
El nombramiento de Hija adoptiva e Hijo predilecto es suficientemente importante como para separarlo del resto de honores y distinciones que se han otorgado y evitar el conflicto político. También se podrían evitar las fechas preelectorales y la tentación de que los partidos de gobierno quieran sumar a sus valores los de las personalidades que se reconocen en estos actos.
Habría que hacerse mirar qué le pasa a una sociedad que tiene tantos problemas para reconocer a sus referentes sin polémica. César Manrique y Pepín Ramírez fueron reconocidos a título póstumo, y lo de esta vez, tampoco es la primera vez.
En esta ocasión, dijo la presidenta que han hecho el esfuerzo para que todos los grupos representados en el Cabildo aparquen sus “legítimas diferencias partidistas, con el fin de alcanzar amplios acuerdos a la hora de reconocer a las personas y entidades que merecen ser reconocidas”. Si es cierto, no lo han logrado. Se están empeñando en que esto se convierta en reconocer a lo mejor que puede dar esta sociedad desde lo peor que ofrece.
Comentarios
1 Anónimo Lun, 03/04/2023 - 10:26
2 Lectora Lun, 03/04/2023 - 16:11
3 Anónimo Mar, 04/04/2023 - 09:38
4 Fefo Vie, 07/04/2023 - 16:13
5 El tuerto Sáb, 08/04/2023 - 12:48
6 Hijo dependiente Sáb, 08/04/2023 - 12:55
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