13 COMENTARIOS 14/10/2013 - 07:21

Es la tercera capital de Canarias en número de habitantes y tiene toda la potencialidad  para ser un referente de la economía social. Pero la ciudad arrastra  problemas crónicos (gestión deficiente, corrupción, suciedad, cierre de infraestructuras, destrucción del patrimonio, etc.) que le impiden avanzar.

Doce kilómetros de costa, una Marina extraordinaria, una joya llamada Charco de San Ginés, una población joven con una edad media de 35 años, una climatología benigna  que permite aprovechar el espacio público y cultivar la tierra, y alrededor de 56.000 habitantes de procedencias diversas (44.000 personas de nacionalidad española,  3.000 africanas, 2.000 europeas y 660 asiáticas).

Los datos revelan que Arrecife goza de una materia prima excelente. Pero el precipitado desarrollo de esta ciudad, formada por 17 barrios (con las nuevas incorporaciones de Puerto Naos y Punta Grande), ha tenido graves consecuencias: un urbanismo que no piensa en las personas, un parque móvil excesivo que supera los 38.000 vehículos, una elevada tasa de residuos (los arrecifeños generamos más del 35% de la basura que procesa el Centro Medioambiental Zonzamas) y un irrisorio porcentaje de recuperación de los mismos.

Los lugares que tienen, o tuvieron, algún grado de protección –valgan las Salinas de Naos o el Molino de Cabo Pedro como ejemplo–  son estercoleros. La ciudad tiene condiciones  naturales óptimas para el desarrollo, envidiadas por el Norte de Europa, pero se encuentra en estado crítico, en gran medida por los casos de corrupción (Unión, Jable y Montecarlo). Hay ‘tradiciones’, como la falta de profesionales en la gestión pública, que están tan asentadas como el Carnaval.

Hay infraestructuras cerradas porque sus obras se prorrogan, como el CIC El Almacén, la antigua Casa Cabildo o la Casa de Cultura Agustín de la Hoz. Otras permanecen arruinadas (la Casa de la Juventud y el caso impúdico del Islote de Fermina y el Parque Islas Canarias) y algunas más se pierden en los anales: el Palacio de Congresos que sólo fue maqueta, los futuribles en La Rocar, aquel Proyecto Maretas...

En algunas tertulias de barrio dicen, con sorna y sin ella, que “Arrecife nunca ha estado mejor”. Arrecife Centro es el escaparate. El del tren turístico, los cruceristas, las parrandas de mercado y las terrazas de combinados tropicales. Pero los edificios del siglo XIX se desmoronan (aunque se les pinten las puertas) y hay un cartel que anuncia un Museo de Historia que no existe.

Un estudio elaborado por el Observatorio de la Sostenibilidad en España y la Oficina de la Reserva de la Biosfera dibuja una ciudad con las condiciones perfectas para la energía solar fotovoltaica y la puesta en marcha de proyectos que revaloricen su  historia, su cultura y su origen marinero. Pero Arrecife no protagoniza cambios cualitativos.  Su suciedad encoleriza (o contagia) al residente, y asombra al visitante. A pesar de ser incuestionable la precariedad del servicio de limpieza, el Consistorio mantuvo el contrato de adjudicación con la empresa durante 10 años.

En Arrecife se concentra gran parte del tejido empresarial de la isla: la mayoría son pequeños negocios dedicados al sector servicios. Pero los quioscos públicos se cierran, la red insular de fibra óptica es una utopía y las calles revelan pobreza y falta de higiene. La opinión pública revela hartazón, indignación, también resignación y cierta desesperación. Arrecife se parchea y se barniza, pero de momento no tiene quien arregle sus cimientos.

TÚ OPINAS

Veracruz Curbelo. 43 años. Trabajadora de la limpieza. "A Arrecife le pondría un cinco como mucho. La suciedad es evidente. ¿Qué es lo peor de la ciudad? ¿Por dónde empiezo? No sé, en general hay que adecentarla más. No sólo los trozos que visitan los extranjeros, también los barrios y otras zonas".

Angustias Jiménez. 83 años. "Llevo seis años viviendo aquí. La ciudad es tranquila, pero está muy atrasada y va empeorando. Los servicios de guagua funcionan, pero bastante peor que antes y cobran más. Las reclamaciones en el Ayuntamiento tardan mucho en solucionarse".

Nadia Rodrigues. 23 años. Desempleada. "Me parece una ciudad pequeñita. Vengo de una ciudad grande como Lisboa y en comparación echo de menos muchas cosas; me parece más un pueblo. Lo peor es que está bastante sucia".

Comentarios

Me ha gustado esta lectura de Arrecife, porque define todas nuestras miseras a la vez que apunta hacia el futuro, considerándolo un espacio con potencial mágico y rentable.
Pena tengo de leer lo que sabemos, pero con datos que duelen. Es una lástima el PGO que se estaba elaborando previo a la aprobación incial en el año 2003?. El mejor que se ha redactado nunca. Está en los armarios. Era conservador (con un Litoral y Las Salinas a lo largo de su recorrido que se recuperaban al suelo público y un Catálogo de Protección serio). Era un plan sostenible, donde se restablecían los equilibrios entre barrios, se unían y se comunicaban, se resolvían muchos problemas históricos...pero imposible creerlo por los pocos que se lo cargaron, con todos los problemas entre los partidos políticos de la Corporación. La enfermedad es crónica y lo malo es que no cuenta con terapia.
En este ayuntamiento hace falta gente con ideas de futuro y no retrógados enchufados y analfabetos como los que tenemos ahora. Se gastan millones en fiestas y tonterias y las vías públicas abandonadas. Para que una ciudad tenga calidad de vida han de ver zonas verdes cuidadas y limpias y si hace falta vallarlas como en cualquier ciudad del mundo para evitar el vandalismo de los 4 niñatos de siempre.
Es un sentimiento que muchos arrecifeños compartimos,es hora de cambiar las cosas pero quien y como?
"alrededor de 56.000 habitantes de procedencias diversas (44.000 personas de nacionalidad española, 3.000 africanas, 2.000 europeas y 660 asiáticas". Aquí me falta gente...de Colombia, República Dominicana, Argentina, Uruguay, etc.
He leído detenidamente el artículo y me falta algo ¿ qué hacemos los vecinos por mejorar nuestra ciudad? ¿ Quienes llenan de basura y detritus nuestro entorno? . Sólo recordando el pasado viernes, obvio me parece que para muchos la máxima preocupación es contar con música a todo trapo en plena acera y opción de beber; luego queda suciedad y resaca. ¿ Y ?. Exigir a los políticos es sólo una parte; movilizarnos y trabajar otra. La ciudad es de todos y mal que les pese , no de los políticos y asesores de turno , no de la troupe de propietarios de locales de copas que cada día nos invaden más y más nuestro espacio , no de aquellos que como oficio tienen la de la destrucción del mobiliario público y del bien ajeno. Debemos creer en la mejora y para ello aprender a unir esfuerzos y no limitarnos a criticar cualquier iniciativa de mejora del medio ambiente y de desarrollo sostenible.
Arrecife...buffff,
Es totalmente cierto que los principales causantes de que Arrecife no haya seguido creciendo lo tienen nuestros políticos, ahora bien, creo que debemos ser autocríticos, porque solo hay que darse un paseo por Arrecife y ver la cantidad de basura que tira la gente al suelo, me parece un acto deleznable, así como todos los solares en la que se tiran escombros y otros desechos. Mientras no seamos respetuosos con el medio donde vivimos, Arrecife seguirá siendo una ciudad sucia. No escapan los políticos, que ninguno que ha pasado por el poder se ha centrado en cambiar la imagen de Arrecife y fomentar su crecimiento. ¡Ah sí! Solo aquellas cosas de su interés.
Una ciudad con un potencial extraordinario secuestrado por "la baja volada conejera", que ni come, ni deja comer.
Excelente artículo MJ, enhorabuena. Los datos, incontestables, la realidad de la ciudad es tal cual la describes magistralmente. Disiento sin embargo en la carga de responsabilidades. En Arrecife no está sucediendo que una ciudadanía harta y vindicativa se reuna y se organice por y para sus cosas. Por contra, me parece leer una actitud generalizada más bien 'consentidora'. No me extiendo, sólo apuntar que quizá se pueda sumar a tu artículo 'Arrecife quiere pero no puede' otro que se titulase 'Arrecife puede pero no quiere'. En todo caso, un placer grande leer tu reflexión! :-))
"Arrecife puede ...pero no quiere", mucho mejor, en resumen...
Mi comentario se realizó antes de ser publicado el del arquitecto Díaz Feria, pero ya que coincidimos, no tengo mucho que añadir . Excepto, quizás, que algunos profesionales como él también tienen algo de responsabilidad en la deficiente y antiestética edificación que contemplamos desde mediados de los 90 hasta ahora.
Podemos sumar, a todo lo dicho, la imposibilidad real de acercarte a tus representantes y proponer. Y si propones, te dicen que te presentes a las elecciones. Sé que hay sugerencias y propuestas concretas para mejorar la percepción de la ciudad. Sólo con lo que se podría ahorrar quitando siete de los catorce asesores, mejoraríamos, no a nivel de infrestructura, pero sí a nivel de ornato con unas pocas acciones concretas. En el ADN llevamos la imposibilidad de entendernos y de conciliar.Lamentablemente

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