Para concluir que la manera de hacer rentables los restaurantes de los Centros Turísticos es aumentar la jornada y bajar el sueldo a los camareros no hace falta ni un equipo directivo, ni un informe de Adecco, ni otro de Garrigues. Y si se pudiera lograr que trabajaran gratis y que los proveedores regalaran la mercancía (o que los ayuntamientos renunciaran al canon)  aún habría más posibilidades de que fueran rentables.

Que los restaurantes no funcionan es evidente. No se han adaptado a la demanda igual que la iniciativa privada y, desde luego, hay que tomar medidas para que la situación cambie. Pero aunque también sea una obviedad, los camareros hacen lo que les dicen (bueno, algunos ni eso). Los trabajadores no se niegan a cualquier medida, se niegan a ésta y a que los ajustes sólo vengan por una parte.

Por cierto, el coste del  sueldo (bruto anual)  de siete directivos de los Centros está entre 72.040 y 51.600 euros. Por ese dinero se podría exigir algo maś de imaginación para aumentar los ingresos y que los Centros no acaben primero en proceso concursal y luego en manos privadas. No sé si le suena.

Otras dos obviedades:

Dice Soria que en la manifestación contra el petróleo hubo maś gente que se quedó en su casa de la que salió a la calle. Conclusión: ninguna manifestación es válida. No conozco ninguna hasta ahora en que haya salido más de la mitad de la población. En ningún sitio.

Dice Francisco Fabelo que confía en que reabra Stratvs como revulsivo al sector vitivinícola. ¡Y qué va a decir el hombre! Lo que diría cualquiera en su situación... Y no me refiero a su cargo como consejero de agricultura.

El Consejo de la Reserva de la Biosfera ha aprobado la creación de una red insular de gestión de tributos. Es una propuesta que hizo el Observatorio hace quince años. Nunca es tarde. Es que son muchas las cosas que hay que hacer. Ahora el Observatorio (o mejor dicho, desde hace unos años) está insistiendo en que además de decir “No al petróleo” hay que ponerse manos a la obra con las renovables. No creo que el desarrollo de esta industria quede para la próxima generación de cargos públicos. Seguro que lo hacen estos mismos... aunque sea dentro de quince años.