Es asombrosa la profunda preocupación de algunas personas por que funcione el Estado de Derecho con todas sus garantías, y sin embargo los cientos de argumentos que tienen para justificar a sus jefes, amigos o allegados que se han saltado, y se siguen saltando, todas las normas habidas y por haber.

Vuelven las teorías de la conspiración (aunque nunca se habían ido). La Fundación César Manrique, la parte oscura del PSOE y el despacho de Canalejas montaron la operación Unión, la operación Yate, escribieron el reportaje de El País, encargaron el reportaje de La Sexta, quisieron echar a San Ginés del Cabildo y reparten droga en los colegios. Jesús, ¡qué actividad! ¿Y a Pamparacuatro cuándo lo llamaban para darle instrucciones, por la mañana o por la tarde?

Eso sí, se les fue la mano. Sólo pudieron imputar a uno del PP, y de refilón, y sin embargo detuvieron a varios socialistas (Arrocha o Segundo Rodríguez). Encima se quedaron fuera del gobierno en todos lados. Este grupo conspirador, para ser cuasi omnipotentes, omniscientes y omnipresentes en esta isla, ¡qué poca previsión!

Si todo el caso Union fue montaje, ¿los investigadores ya sabían que Fernando Becerra iba a contar todo cuando lo detuvieron?, ¿que lo iba a hacer Jacinto Álvarez o Matías Curbelo, que fue uno de los motivos por los que avanzó la segunda fase? ¿El viaje de María Isabel Déniz a Marruecos pagado por FCC fue una trampa del PSOE? ¿No fue Dimas quien facilitó la factura? ¿Para qué tantas tramas y tanta preocupación si el objetivo eran Rosa y Camero?

Un amigo íntimo de Luis Lleó es Ignacio Sánchez Yllera. Eso sí, no tan íntimo como para no cobrar, y bien, por sus servicios aunque tenga el cargo de letrado del Tribunal Constitucional. Yllera fue Jefe de gabinete de Teresa Fernández de la Vega y compañero en el gabinete del que luego fue ministro de Justicia, Francisco Caamaño. ¿Es Luis Lleó un enemigo del PSOE como para que le monten una operación contra él?

Mientras Pamparacuatro estuvo al frente del caso Unión, en España gobernaba el PSOE. Fue el Ministerio de Caamaño el que no le quiso dar un juez de refuerzo y fue el Consejo General del Poder Judicial quien le quitó del caso con seis informes a favor de que continuara. Curiosamente, la pieza que afectaba a Yllera y a otro letrado, Ángel Aguallo, ya está anulada. Si Pamparacuatro era afín al PSOE, qué poco se le notaba. Quizá si hubiera pertenecido a alguna asociación de jueces no hubiera tenido estos problemas (o directamente no se hubiera metido en ellos). Lo que le ha pasado y lo que le puede pasar está muy relacionado con ese afán de ir por libre. ¡Y después queremos independencia de los jueces!

Los mismos agentes de la UCO que llevaron el caso de Lanzarote, los mismos, adscritos a UCO Fiscalía y UCO urbanística, son los que están dejando al PSOE en paños menores con los ERE de Andalucía. Los mismos. Para ser fáciles de controlar por el PSOE, no veas cómo disimulan.

¿Alguien puede decir, por favor, cuál sería el objetivo de la FCM para hacerse con todo el poder en la Isla? ¿Hacerse ricos? ¿Controlar el territorio? ¿Manejar siempre el poder? Pues hay quien lo piensa (o al menos lo dice) y esos mismos son los que dicen que los empresarios que todos sabemos sólo hacen las cosas por amor a la Isla y por mejorar el destino. Comparemos las cuentas corrientes, la forma de vida y los valores de unos y otros, a ver ese amor en qué se traduce.

Pensamientos elaborados, de Primera división: como Espino es del PSOE y denunció el caso Unión, el PSOE controla el caso Unión. Claro, y como el caso Gürtel lo denunció un concejal del PP de Majadahonda, Rajoy da todas las instrucciones al juez Ruz.

¿Alguien de la Isla puede decir que no conoce a nadie a quien le hayan pedido dinero en algún ayuntamiento en los últimos veinte años, que no haya entrado por enchufe, que no le hayan ofrecido presentarse a un concurso amañado o que no le hayan ofrecido presentar facturas por trabajos que no ha hecho?

¿Ustedes creen que si tuvieran algún argumento para defenderse, aquellos que atacan el caso Unión, el periodismo y a los denunciantes, no lo utilizarían en lugar de expandir la mancha hacia todos los que suponen un obstáculo para que todo siga igual?

Y finalmente, esos medios y esos políticos y esos empresarios a quienes les preocupa tanto que los que luchan contra la corrupción sean impolutos, diseñan un escenario peor del que quieren defender, porque ya no niegan que haya corrupción, sino que está más expandida aún. ¿Y no sería su labor contribuir a acabar con ella? Pues lo sería, y sin embargo lo único que repiten son argumentos tan simplistas como que el que la haya hecho que la pague. ¿Pero cómo puede pensar alguien que está tan convencido de conspiraciones planetarias que las cosas son tan simples?

Por cierto, si alguien tiene pensado montar una conspiración para acabar con la corrupción en la Isla que me llame que me apunto.