Fernando Prats, redactor del PIO de 1991

“Los hoteleros deberían saber que si se sigue creciendo, el valor de los hoteles será menor”

Fenando Prats, redactor del Plan Insular de 1991 / Foto: Felipe de la Cruz.
Saúl García 10 COMENTARIOS 06/06/2016 - 06:40

Fue el redactor del PIO de 1991 y de la Moratoria de 2000, dos planes pioneros en la contención del crecimiento turístico. Dimitió en 2005 sin poder aprobar el Plan Territorial Especial, que volvía a desclasificar terrenos. Hace más de diez años que no habla en una entrevista sobre Lanzarote. Participó en el último Congreso de la Asociación canaria de derecho urbanístico que se acaba de celebrar en Fuerteventura. En la entrevista hace un balance de los 25 años del PIO, de los retos actuales del suelo y de planes de futuro.

- ¿Cuál fue el asunto de debate central en el Congreso de Derecho urbanístico de Fuerteventura en el que participó?

- El tema central era el del suelo. Lo más interesante que está pasando es que después de muchos años vuelve a haber una plataforma cívica que toma posición y se moviliza. Hasta Paulino Rivero se ha sumado. Visto desde aquí, a partir de 2005 hubo un proceso de retroceso y el discurso que se hace en torno a esta Ley es una vuelta a las posiciones de los noventa. En cuanto al contenido, la impresión que tengo es que la legislación canaria es muy complicada, se ha hecho por acumulación. El PIO de 1991 lo hicimos con una ley que tenía sólo veinte páginas. En eso tienen razón. Pero en torno a ese motivo se ha hecho una reconsideración de la cultura territorial acumulada en las islas. Yo he presentado las Directrices de 2003 fuera de España como una de las aportaciones más completas y rigurosas de las que se han hecho en el mundo. Se vuelve a recurrir a un drama, que es el paro, para justificar un crecimiento del mercado inmobiliario y turístico al margen de la capacidad de carga.

- Parece que nunca se aprende porque los argumentos son los mismos y los resultados se conocen. Además, da la impresión de que hay un divorcio entre los ciudadanos y la élite empresarial que reclama la Ley del Suelo.

- No conozco al presidente del Gobierno, pero tengo la impresión de que el empresariado de las islas tiene una enorme influencia política, y esta es una Ley que harían los empresarios. El redactor de la Ley también alegó en el Congreso que no se puede medir la capacidad de carga. Eso no es verdad. Hay muchas maneras de acercarse a ese concepto, pero además, si te has pasado once veces de la capacidad de carga no hace falta medir con mucha precisión. Las islas están hiperdesbordadas. Seguir creciendo, aunque sea para crear empleo, es preparar otra crisis mayor y más irreversible en el próximo ciclo. Lo que no sé es hasta qué extremo la población es consciente de lo que está en juego. Además, si se ha vuelto a las cifras turísticas de 2007, ¿cómo puede haber un 30 por ciento de paro? Crecer no quiere decir crear empleo. Es como si nos dicen que vamos a relanzar el sector inmobiliario para salir de la crisis en España. También está el tema de la gobernanza: la corrupción entre empresarios y alcaldes ha sido terrorífica. Que en un lugar donde esto ha pasado, se plantee prescindir de un filtro como la Cotmac, incluyendo que te puedan pedir una fianza si pides medidas cautelares, es arriesgado. Esas simplificaciones sólo se pueden hacer en países con un nivel altísimo de honestidad y el nuestro ha mostrado su debilidad. El tercer asunto es que vivimos un cambio de ciclo histórico por muchas razones, pero una es la crisis climática y ecológica. Hay una asociación de pequeños estados insulares, que son las entidades más activas y preocupadas por esta crisis ecológica, y uno de los candidatos a presidir la ONU es su presidente. En estos lugares la situación es dramática, y cuando hablas en estos sitios que ni en Baleares ni en Canarias se considera este tema, no se lo creen. Parece que es un tema que está fuera del pensamiento estratégico en Canarias y que no tiene en cuenta la Ley.

“Se vuelve a recurrir a un drama, que es el paro, para justificar un crecimiento del mercado inmobiliario y turístico al margen de la capacidad de carga”

- Se habla mucho de la necesidad de adaptar la mano de obra a las necesidades del mercado, pero poco sobre si los empresarios están capacitados para afrontar los retos de la sociedad...

- La revisión de los patrones de desarrollo, en el mundo, no viene del mundo empresarial, aunque hay empresas importantes que reconocen que hay que cambiar esos patrones, pero en general los empresarios se resisten a una revisión de sus lógicas, y sólo consideran las variables monetarias como referencia. Como tienen tanto poder e influencia se ha retrasado una revisión de los patrones de crecimiento. En los últimos años ha habido un cambio, porque la evidencia científica es tan determinante que los grandes liderazgos mundiales reconocen que tenemos un problema vital. En 2015 la encíclica del Papa es una declaración de alerta extraordinaria. Para Davos, los problemas más graves y urgentes tienen que ver con la crisis ambiental, y Obama declaró que somos la primera generación que es consciente de los retos que tenemos y la última que puede hacer algo por resolverlos. El empresariado es el furgón de cola en esto. Sus intereses son a corto plazo. Por eso es clave la opinión de los ciudadanos. Si no conseguimos que la ciudadanía sea consciente de que lo que está en juego es la vida, esto va a ir muy mal.

- El Plan Insular de 1991 aún está vigente y se pueden construir otras 40.000 plazas. ¿Habría que seguir reduciendo el techo alojativo en el planeamiento?

- Nosotros llegamos hasta donde pudimos, no hasta donde hubiéramos querido. En el avance del PIO planteamos el objetivo definitivo de entre 80.000 y 90.000 plazas. Había más de 300.000. Desde el avance hasta la aprobación inicial, una serie de promotores urbanizaron, y al urbanizar, la limitación conllevaba indemnizaciones. Entonces decidimos ir hasta el final pero sin atravesar la línea roja de las indemnizaciones. Estamos hablando de 1987-1991 y era una experiencia singular. Eso nos hizo poner otro techo del que hubiera sido oportuno. Mi opinión es que habría que seguir haciendo un esfuerzo de camas cero.

“Las islas están hiperdesbordadas. Seguir creciendo, aunque sea para crear empleo, es preparar otra crisis mayor y más irreversible en el próximo ciclo”

- ¿Aunque haya que indemnizar?

- En esta isla he vivido un periodo como no he vivido en ningún sitio, de riqueza e inteligencia colectiva. El leit motiv de la Moratoria de 2000 era “tiempo para decidir nuestro futuro”. Pongamos un techo y busquemos nuevas herramientas… Contratando a la mejor gente que tenía el país hicimos una serie de trabajos, los proyectos Life, que me los han pedido en el mundo entero después, porque son de una osadía y creatividad intelectual... El primero era buscar una tasa que ahora se está poniendo, la ecotasa, para hacer un fondo y recuperar los derechos edificatorios. Eso se podía hacer en 20 o 25 años. Pero hay más. Pensamos en manejar el control de flujos, y no la oferta alojativa, a través de los slots aeroportuarios, que hay un margen de maniobra para decidir. El Gobierno regional podía llegar a un acuerdo para entrar en la gestión de los aeropuertos y así podría graduarse la entrada y salida con una política de no destrucción del patrimonio. El tercero era ver las cosas al revés. Si la capacidad de carga está desbordada tienes que ver lo que te cuesta crecer: el coste público de aumento de la oferta, y el resultado era brutal porque el beneficio era captado por minorías y el coste era muy alto. Yo tuve la oportunidad de hacer un trabajo en Playa de Palma, que se aprobó en el Parlamento balear por unanimidad aunque después vino la crisis y las lógicas cambiaron. En Baleares, los hoteles tenían las habitaciones muy pequeñas y lanzamos la idea de hacer de cada dos, una, pero el doble de buena. Rehabilitemos sin demoler y podemos crear un destino de primer orden mundial, sin crecimiento. Ese proyecto tenía una cosa que rompe las lógicas: contrastábamos si cada euro creaba valor en el mercado y beneficio medioambiental o no. Esa es una revolución. Cuando usted hace un proyecto debe entrar en esa lógica también. En estas islas no pueden pasar otros diez años sin que se hable de adaptarse al cambio climático. Es imprescindible trabajar en la ciudadanía, para que los ciudadanos reclamen estas cosas. Los partidos han renunciado a plantear este tema porque consideran que no da votos. Por otra parte, lo que nosotros vendemos no está al nivel de lo que ofrecemos y el trabajo de César en los Centros es de una inteligencia tremenda, y no lo ha hecho nadie más en el mundo.

“Nosotros llegamos hasta donde pudimos, no hasta donde hubiéramos querido. En el avance del PIO planteamos el objetivo definitivo de entre 80.000 y 90.000 plazas”

- Pero la lógica del mercado es muy clara: máximo beneficio en el menor tiempo posible.

- Sí, pero entre 1990 y 2000, en estas islas se adoptaron decisiones para defender los intereses colectivos. Una población bien informada, una gobernanza congruente… Esto es posible aquí gracias a César Manrique, que establece un relato que convence a la población, que crecer indiscriminadamente es un error. Nosotros trabajamos sobre ese relato con un presidente del Cabildo convencido de ese relato. Si eso se organiza, se puede poner coto a los empresarios. Aquí también he encontrado empresarios que lo entendían. Hay un importantísimo empresario, no del que todo el mundo habla, que a mí me sorprendió su inteligencia y lo fácil que era llegar a un acuerdo. Me decía: en esta isla, cuantos más hoteles se hacen, mi inversión cada vez vale menos. Los hoteleros de aquí deberían saber que si se sigue creciendo, el valor de sus hoteles será menor.

- Hace 25 años que se aprobó el PIO y 16 la Moratoria. ¿El balance es positivo? ¿Está satisfecho con el resultado?

- Los objetivos siguen siendo válidos. Intentamos, con herramientas primarias, resolver un tema muy complejo. Teníamos que hacer públicas nuestras intenciones sin poder tomar medidas cautelares. Hoy, visto desde aquí, el PIO ha sido una barrera aunque nos colaron algo. También nos equivocamos, como cualquiera, pero había amplios sectores sociales que estaban convencidos de ir en esa dirección, y fueron diez años de una población como yo no he conocido en ningún sitio. Había autoestima, orgullo de ser lanzaroteño. Incluso gente que estaba en contra de esa operación, la vendía fuera como que en la Isla ocurrían cosas importantes. Pero no se consiguió convencer a personas clave de esta isla que iniciaron procesos para saltarse el Plan por la vía de hecho, que han llevado a un deterioro político, legal, jurídico y social altísimo.

“No se consiguió convencer a personas clave de esta isla que iniciaron procesos para saltarse el Plan por la vía de hecho, que han llevado a un deterioro político, legal, jurídico y social altísimo”

- Muchos años después seguimos dentro de un proceso para legalizar o derribar algunos hoteles y con una institución como la Fundación César Manrique, que ha pedido la ejecución de las sentencias y ha sido atacada como nunca.

- Hubo un momento de brillantez y después de reflujo, donde ha habido un proceso de desmontaje de las ideas, las personas y las instituciones, buscado, orquestado y bien ejecutado. Había un objetivo de desprestigiar la lucha por la sostenibilidad y el equilibrio. El Cabildo y la Fundación César Manrique son las dos instituciones más importantes de la Isla. El Cabildo pasó a tener otras políticas, y quedaba la Fundación. La única manera de que esa cultura no renaciera era acabar con la FCM, y ha habido personas que aquí han sufrido mucho, que se les ha hecho un cerco. Me gustaría vincular este proceso al futuro. Es una pena que este tema no esté resuelto ya. La potencialidad de esta isla, gente tan valiosa, ha estado demasiado tiempo bloqueada por este problema. Sería importante para resolverlo reconocer cuál ha sido el problema que ha existido. No se puede obviar el tema. Sería terrible. Todas las leyendas sobre que aquí no había nada, que faltaba un papelito…, ahora vemos que era el 200 por cien más de edificabilidad. No creo que haya espíritu de venganza, pero hay que gente que ha sufrido mucho y está represaliada, y eso no puede ser, y tampoco puede haber impunidad, de alguna manera tiene que haber compensaciones. Eso, si se quiere, no es difícil, pero hay que querer. No deberíamos seguir mucho tiempo arrastrando este tema sin dar una solución, para dar paso a un proceso de regeneración en torno a un proyecto ilusionante, volver a ser vanguardia. Yo he ido por todo el mundo invitado por la ONU para contar estas cosas, y la gente sabía que hacíamos algo que merecía la pena. Había una sociedad viva. Esta isla está en condiciones de superar esa etapa, resolverla y pensar en los retos de futuro.

“Había un objetivo de desprestigiar la lucha por la sostenibilidad y el equilibrio. La única manera de que esa cultura no renaciera era acabar con la Fundación César Manrique”

- Dimitió por los problemas del PTE en 2005, que volvía a desclasificar 38.700 plazas. Eso se torpedea y desde entonces no se ha aprobado ningún otro Plan. ¿Cuál sería el camino a seguir?

- Que se cierre rápido el mejor PIO posible, para sanar los enfrentamientos, y pónganse a trabajar en un proyecto de futuro ilusionante, a recuperar el tiempo perdido y trabajar en proyectos de futuro. En el Congreso de Fuerteventura había una estudiante con un trabajo sobre Famara sobre cómo incide el planeamiento en un territorio. Hubo un momento que en Famara había miles de camas turísticas previstas, casi 30.000. Ella dijo que cuando se hizo el PIO no había nacido pero que tenía que agradecer a los que hace años ganaron una batalla para que sus amigos y ella pudieran disfrutar de una Famara como ahora. Esas son las batallas que merecen la pena, las que contribuyen a cambios… y esta Isla, con sus errores, ha iluminado políticas y declaraciones de la Organización Mundial del Turismo, de Naciones Unidas, con sus líneas de trabajo. No tanto por los resultados sino por la capacidad de afrontar las responsabilidades desde el punto de vista de los intereses comunes, que son los del conjunto de la humanidad, porque con el desbordamiento de los límites de la Biosfera nos jugamos la vida. Y Lanzarote tiene las personas, el territorio, las capacidades, la historia y la cultura para poderlo hacer. Para eso hay que superar de forma responsable los problemas del pasado porque hay gente y experiencia muy valiosa.

Comentarios

Esto nos demuestra de qué lado está la clase política de las islas. Lo único que interesa es el beneficio a corto plazo, si a la larga nos cargamos el territorio y medio ambiente, no les preocupa. Ellos ya se habrán llevado su tajada y a nosotros nos dejarán el muerto.
Extraordinaria entrevista. Alguien que sabe y, con sentido común, plantea una visión estratégica del turismo y el urbanismo de Lanzarote. Cuánto hemos perdido, viendo ahora dónde estamos y con quién estamos, me refiero a políticos y técnicos.
Gracias.
Camas 0. Ni una más, que no se enteran. No más hoteles, no más apartamentos.
Vaya por dios, ahora resulta que Paulino Rivero era un tipo molesto para los empresarios y un clarividente del urbanismo sostenible. De coña: basta leer las informaciones que salen de los 26 millones de euros que se adjudicó su gobierno a empresas de cargos de Cc y Psoe para dejar esa argumentación en su justo sitio: nada. Por no decir el pastizal de indemnizaciones con condena judicial firme que vamos a tener que pagar todos los que pagan impuestos aquí por los cantos de sirenas y brindis al sol de Paulino y su gente. Por no hablar del crecimiento exponencial de.... la isla de Tenerife en dotación hotelera de nueva planta (nada de rehabilitación, ni una) en el periodo 90- 00, pero ella allí y eso es cool, sostenible y de calidad, y tal y cual. Encima quiere arreglar las indemnización con una ecotasa, o sea gravar con impuestos al turista que entra para pagar los excesos del turismo. Coherencia sin fronteras... Lo mejor la referencia a la población informada y formada que nos gustaría ver con los niveles de formación y de educación que tenemos, ridículos, gracias a un sistema público de enseñanza que es ineficiente, inútil (vivimos del turismo y el bilingüismo es una cosa de gente con posibles en su mayor parte) y caro (con docentes con salarios de los más altos del país, inversiones por encima de la media del país y unos rendimientos paupérrimos,con unas universidades a la cola de casi todo). Y como siempre la muletilla de Cesar, con ese manoseo de su nombre para apelar al sentimiento de algo que hoy en día no deja de participar en el negocio turístico (centros, fundación). Siempre nos vamos a los extremos en las islas con iluminados en los dos extremos cuando lo razonable no es eso.
Sí la mayoría de la gente trabajadora de hostelería no ha conseguido tener un contrato digno. No debemos construir mas Hoteles o Apartamentos dónde se está explotando a la gente trabajadora de hostelería. Sí queremos calidad, tiene que notarse y aplicarse el bien común.
Bravo Píldoro por tu comentario. Ojalá algún día la población de Lanzarote esté preparada para votar a gente como tú. De momento la política es para mediocres y atrevidos, fiel reflejo de la población. Aun así te pido que sigas comentando de vez en cuando para que cuando te lea, se me olvide que la mayoría de los comentarios son de pobre gente que lo único que saben hacer es eso, comentar.
¡ Qué abismo tan grande entre este intelectual y los patanes que han destruido Lanzarote ! Solo dos líneas que explican tantas cosas : " no se consiguió convencer a personas clave de esta isla que iniciaron procesos para saltarse el Plan por la vía de hecho, que han llevado a un deterioro político, legal, jurídico y social altísimo ".
Grande, Prats! Cuánto le debe esta isla y lo ingratos que hemos sido con él. Da gusto leerle. En cada línea se aprende. Si lo ponemos en relación con las toletadas que un día sí y otro también escuchamos a los cargos públicos, adláteres y tertulianos... se cae el alma a los pies.
Gracias a Diario de Lanzarote por esta excelente entrevista. Creo que ha sido un privilegio para nuestra isla haber contado con Fernando Prats como urbanista. Gracias a su inteligente y generoso trabajo estamos como estamos hoy en día. Si no los corruptos y los especuladores, de la mano de nuestros políticos se la habrían cargado. Lo que no me explico es por que no sigue ayudándonos hoy en día. Es un profesional de lo mejor que hay en este país, un numero uno.

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