Dos operaciones pusieron en marcha la investigación al concejal Pedro de Armas: la donación en 2009 a sus hijos de 1,4 millones de euros, y los 800.000 euros que ganó por la compraventa de una parcela en el plan parcial Playa Blanca sin salir de la notaría.

De Armas ya era un viejo conocido tanto de la Policía como de la Fiscalía. Se le investigó en Unión por la declaración de Dimas Martín por su paso por Inalsa, en venganza por la denuncia, con muchas sombras, de Pedro de Armas, que acabó con una condena para Dimas por comprar el voto de un concejal del PP por 12 millones de pesetas.

Apareció en el caso Costa Roja porque el arquitecto denunció que había cobrado una comisión de tres millones de euros; y apareció en el caso Yate por varias razones: en el coche del ex alcalde de Yaiza había una factura de material náutico a su nombre que supuestamente pagaba Reyes; y como socio de Comcaype (Becerra, De Armas y Reyes), que compró una revista y luego una radio y facturaban al Ayuntamiento de Yaiza.

Con todo esto, la Udef puso en marcha la investigación hace un año y medio y hasta el pasado mes de agosto, cuando la archivó el juez Rafael Lis, quien ha tenido que abrirla de nuevo. Una investigación similar, sobre el patrimonio de la familia y por blanqueo de capitales, acabó con José Francisco Reyes, su mujer y sus hijos detenidos y acusados de ese delito. Ese escenario, al levantarse el secreto de sumario, no se repetirá. De Armas lo niega todo y el juez sólo ve suposiciones, pero la Policía y la Fiscalía ven indicios claros de la oscuridad del origen de la fortuna del concejal.

En una investigación muy compleja, han encontrado que participa en multitud de escrituras y productos bancarios y que tiene 66 cuentas abiertas en los últimos cinco o seis años, además de un ingente patrimonio, con más de cien fincas y nueve embarcaciones. Ha encadenado cargos públicos como consejero de Inalsa, presidente del Cabildo, concejal de urbanismo de Arrecife, gerente de Gesplan... con negocios privados.

En Arrecife, por ejemplo, compró una finca urbana en la que el vendedor perdió dinero (de 150.000 a 120.000 euros), y dos años después la vende a Luis Lleó por 600.000 euros, y este se la vende tres meses después a Fermín Curbelo (ambos detenidos en Unión) por el doble. La finca, en tres años, multiplicó su precio por diez, durante el proceso de elaboración del Plan General y cuando De Armas era concejal de la oposición.

Hay otra operación inaudita. Lanzagrava, una de las empresas constructoras más grandes de la Isla, debía a Pedro de Armas más de tres millones de euros, y realiza una dación en pago de un edificio en la Vía Medular con 23 aparcamientos, seis oficinas y un local.

La investigación tendrá que seguir, aunque el juez instructor, que es quien debe impulsarla, ya ha dejado claro lo que opina de ella. Falta por llegar al Juzgado el resultado de una comisión rogatoria desde Argentina y algo fundamental: el cotejo por parte de la Policía de las operaciones realizadas con las salidas de dinero de las cuentas, como la que hizo en febrero de 2007, invirtiendo en un solo día 260.000 euros en cuatro productos distintos.

Es decir, descubrir de dónde sacó el dinero que utilizó, porque la operación puede ser legal pero el origen del dinero también tiene que serlo. En el informe policial del 8 de agosto la Policía ya avanza que no se detectan movimientos de salida de sus cuentas.

‘Han confundido a Pedro de Armas con la Naviera Armas’

El concejal de Nueva Canarias en Arrecife, Pedro de Armas, declaraba esta semana a Biosfera Radio, en tono irónico, que la Udef debió “confundir a Pedro de Armas con la Naviera Armas” porque, según él, no tiene nueve embarcaciones. “¿Y si las tengo, qué?”, añadió.

Pedro de Armas niega que entre los miembros de su familia acumulen 66 cuentas corrientes y dice que le están “linchando”. Según él, la finca que tiene en Argentina no es de 13.000 hectáreas sino de 3.500, y dice que una hectárea allí cuesta 10 euros.

También señala que en 1977 comenzó su actividad empresarial de alquiler y venta de apartamentos y que en 1999 vendió los apartamentos Lanzamar, de los que tenía el 45 por ciento, por 900 millones de pesetas. De Armas dice “está todo en el IRPF” y argumenta que donó 1,4 millones a sus hijos en 2009 antes de que entrara en vigor el nuevo Impuesto de donaciones.