Aleddín Delacroix

Una corona de flores para el físico

Lo primero que pensé al ver la corona de flores bajo la estatua de Blas Cabrera Felipe fue en alguna efeméride, que se cumplirían equis años de su nacimiento o muerte y las autoridades lo estarían conmemorando. Por norma general, este tipo de actos suelen llevarse a cabo el mismo día que la personalidad en cuestión vino al mundo o le tocó abandonarlo. Así, por ejemplo, a la hora de erigir el monumento por el L aniversario de su muerte, se tuvo el detalle de, al menos, respetar su fecha de nacimiento e inaugurarlo ese día en concreto, el 20 de mayo de 1995. Pero al revisar la brillante placa con sus datos biográficos, empecé a mosquearme al no encontrar ninguna coincidencia que motivase tal ofrenda floral justo hoy o en estos días, pues ahí se especifica bien claro que don Blas nació en Arrecife el 20 de mayo de 1878 y falleció en México el 1 de agosto de 1945. Está documentado y escrito. Basta con teclear en Google el nombre del científico para que aparezcan varios resultados con fuentes fidedignas. Y si quisiéramos cercionarnos por completo, qué mejor que una búsqueda exhaustiva a la antigua usanza en las hemerotecas digitalizadas de la época. Sin duda es un trabajo más arduo y laborioso (aunque también más apasionante), que además suele dar su fruto y tener su recompensa.

Si nos tomamos la molestia, podríamos toparnos con el Diario de Avisos fechado el 29 de agosto de 1945, donde se nos informa del deceso (acaecido el día 1 agosto de dicho año, en efecto) de "nuestro ilustre paisano el sabio físico, don Blas Cabrera Felipe", a quien ya propusieran para el premio Nobel físicos de talla mundial como su colega Einstein y madame Curie, como se detalla en la noticia... Sí, es cierto, en 2020 se cumplían 75 años de su muerte, pero eso sucedió hace ya más de dos meses. Bueno, barrunté para mis adentros, quizá han pospuesto el acto a causa de la pandemia, aunque las cosas no hayan cambiado demasiado en ese lapso tan breve. Lo mismo daba hacerlo a primeros de agosto que ahora en octubre, si total, sería con distancia de seguridad y mascarillas, y además, recordemos que el Cabildo de Lanzarote suspendió la programación cultural a finales de agosto y no a principios, así que tampoco tenían excusa en ese sentido. Se podría haber celebrado perfectamente en la fecha adecuada y correcta. Qué raro, me dije, así que decidí buscar alguna noticia reciente que me aclarase aquella confusión. Ingenuo de mí. La prensa local (todos los periódicos de la isla, sin excepción) no solo no despejó la incógnita, sino que enmarañó todavía más el asunto. Por supuesto que recogían el acontecimiento (que tuvo lugar anoche), en grandes titulares y con la fotito de rigor de la concejal de Educación y acompañantes, pero en el cuerpo de la noticia, procedente en parte de una nota de prensa del Ayuntamiento capitalino, se señalaba que "como es conocido, Blas Cabrera Felipe [...] falleció tal día como ayer, 7 de octubre, en 1945, en México, país donde se exilió". ¿7 de octubre? ¿Pero no había muerto el 1 de agosto? ¿En qué quedamos, señores del Ayuntamiento y periodistas de la isla? ¿Verano u otoño? ¿Cambiamos la fecha de la placa o corregimos la errata? Porque incluso para un padre de la física es demasiado morir dos veces en un intervalo de tiempo de apenas dos meses. Parece que se hubiesen acordado a última hora, tarde y en fuera de juego (porque claro, en agosto, estrenando las tan merecidas vacaciones institucionales, les vendría fatal) de rendir un más que merecido homenaje a uno de los hijos predilectos de Arrecife.

Dudo mucho que a un físico del calibre de don Blas, amante de las ciencias exactas, le hiciese gracia un desajuste temporal de tamaña magnitud, aun siendo amigo de Einstein y conociendo los secretos de la relatividad y las paradojas de los viajes por el tiempo. La verdad es que para orquestar esta pantomima ridícula, vergonzosa, incompetente y desinformativa, es preferible no hacer nada. O, en todo caso, documentarse un poquito mejor y comprobar las cosas antes de repetirlas como loros. Por suerte, errar es humano (y divino perdonar) y los errores se subsanan. Ayer por la tarde escribí una fe de erratas al Diario de Lanzarote y me alegró comprobar que enseguida corrigieron la fecha. Gracias. En cuanto a nuestros ilustrados dirigentes... ya saben, tomen nota para futuros hitos históricos, no vaya a ser que la próxima vez se les agüe la fiesta y se les marchiten las flores.

En Arrecife, a 08 de octubre de 2020

Comentarios

Es un inmenso honor para Lanzarote tener un ilustre hijo, como el físico y científico,D.Blas Cabrera Felipe.

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