Me causa cierta perplejidad la aparición del lema “Gobernar para la mayoría,” que el PSOE ha elegido para  sus carteles electorales. Eso es tanto como afirmar que alguien gobernará  para un grupo de mujeres, pero no para todas; que lo hará para parte de la población pero no para toda. Y la pregunta a la cuestión se me antoja comprometida, pues la plantearía en los términos de a quién dejarán fuera en caso de tocar poder. Si olvidarán a los viejos, ignorarán a los jóvenes, o marginarán a los que tengan militancia declarada en otras opciones políticas.

Hasta ahora siempre escuché afirmar a los líderes  políticos, que, de ganar unas elecciones, gobernarían para todos, lo cual evidenciaba una intención muy conciliadora, sin revanchas, aunque una parte de quienes fueran objeto de gobierno tuvieran otras ideas políticas. Resultaba un gesto de generosidad hacia quienes se sintiesen perdedores. No creo que significara otra cosa.

Gobernar para la mayoría, significa eso, que lo harán para una parte de la población, porque si lo que han querido decir es que gobernarán para un montón de gente, el lema es desafortunado, el ideólogo tiene poca cabeza, o se ha atropellado. Si lo que quieren decir es que, por contraposición con el PP, de quiene pude considerar que sus políticas van dirigidas a una minoría, las de ellos vna para la mayoría, pues el lema les ha salido de pena.

Otra cosa es escribir para una minoría; solicitar el voto de la mayoría o apelar a ella; defender que se tiene el respaldo de la mayoría, o afirmar que la mayoría de las personas busca la felicidad. Porque, desear la felicidad a la mayoría, pero no a todas las personas, resulta desconcertante, tanto como si el rey felicita las pascuas a la mayoría de los españoles o el papa plantea que se perdone los pecados de la mayoría de los cristianos. Viniendo aquella frase de un partido político, pues, sintiéndolo mucho, me parece que la ligereza del lema me conduce a no considerarlos en una eventual contienda electoral.  Por poquita cabeza.