Matías Reyes

No hay alianza Corujo-Torres. ¿O sí?

Se definen como socialistas, pero ya ignoro si son otra cosa, si no, no se entendería la sangría a la que nos somete el Gobierno de Canarias cada vez que otorgan una autorización para que una empresa privada, saltándose todos los procedimientos habituales, porque así lo han establecido, se hagan con un suelo y lo llenen de placas fotovoltaicas y de molinos para la producción de energía.

No se entiende de los socialistas que no defiendan que sean empresas públicas las que transformen los recursos naturales en energía para las familias y las empresas.

No se comparte que vuelquen esa energía a las empresas privadas y que estas últimas tengan el control de los precios, ni que los inversores, a los que el gobierno autorizó de forma excepcional la instalación de sus infraestructuras, reciban unas ingentes cantidades de dinero por esa energía y que ello imposibilite abaratarla.

No se comprende que cada techo y cubierta de cada casa, edificio o nave industrial no se vea favorecida por una intervención pública de instalación de convertidores de sol en energía y que toda ella revierta en la comunidad, promovida por el gobierno central, el autonómico o el insular.

No se entiende que el Gobierno de Canarias haga uso de procedimientos excepcionales para regalar el control de la energía a operadores privados para colocarse en Fuerteventura y Lanzarote y que ello se haga sin el consentimiento de las autoridades locales. Tampoco se alcanza a comprender que el Cabildo de Lanzarote se muestre incapaz de controlar al gobierno de su propio color político y haya mirado a otro lado, ya en la instalación de las nuevas granjas acuícolas como en la retirada de las instalaciones viejas de Playa Quemada, o que no haya impedido la instalación de un complejo ambiental de tratamiento de residuos en medio de Arrecife, ni que se haya permitido abstenerse de informar la instalación de un parque eólico en Las Caletas, aunque ahora la presidenta del Cabildo anuncie un encontronazo con el Gobierno de Canarias por tal autorización, porque dice que sí se opusieron. Entiendo que acordaron en pleno rechazar la fórmula de Torres, otra cosa es que hayan elevado el informe que se les solicitó.

Viene ahora, según la ministra Teresa Ribera, Eldorado de la eólica marina, que es Canarias, y que está "en el radar de los desarrolladores de eólica marina del mundo desde hace muchos años". Debe querer decir que el PSOE, no contento con regalar nuestro suelo y nuestro paisaje a las empresas privadas sin que ello repercuta favorablemente en nuestro bolsillo, ahora les va a dar nuestro mar para que sigan haciéndose más asquerosamente ricos, aumentando nuestra pobreza material y energética, ese debe ser es Eldorado del PSOE. Es probable que, al final, Teresa Rivera sea premiada, como lo han sido otros ministros, con un puesto en el consejo de administración de las eléctricas en atención a los favores concedidos.

Queda por averiguar si la presidenta del Cabildo ha sido en algún momento el instrumento y la cara de quienes la colocaron ahí para que ellos pudieran seguir medrando desde las capitales en las islas que consideran menores; si sabe lo que el gobierno quiere ejecutar contra el más elemental sentido del buen gobierno; si su cargo ha sido el precio de su silencio aunque ahora parezca rebelarse. Y también queda por saber dos cosas más: si ignora lo que nos hacen y cómo nos chulea Ángel Victor Torres, que, de no saberlo, malo, y si lo sabe, peor. Y si alguien del partido en Lanzarote tiene conocimiento de ello y lo permite, es que manda más que Dolores Corujo y todo esto no merece más que les reviente y se pongan todos en su casa. Por su interés, y siempre que las palabras sigan teniendo un valor, Corujo afirmó en el X Congreso del partido que “ganamos para poner el Cabildo al servicio de la gente, no de los poderosos”. La observación, además de la que corresponde al compromiso que supone tamaña afirmación, sería matizar que debería haber comenzado la frase con un “gobernamos”, porque formalmente no ganaron, pues gobierna porque tiene los números para hacerlo, y si los hubiera tenido CC, por aquello de los pactos, pues hoy los seguiríamos teniendo con el control y el desgobierno en la primera casa de la isla. Esas son las reglas del juego.

Quieren vendernos que el único malo de la película es quien se hace llamar el cantinero, cuando todos ejercen la misma impostura, dejando poco margen para la competecia que se exige para batallar por un mejor destino. Porque amaga naufragio.

Echamos de menos el conocimiento de la civitas, esa cualidad -puede que pasada de moda y desconocida para ellos- que consiste en tratarnos como ciudadanos con derecho y obligaciones y no como súbditos de tercera, y se lo recuerdo expresamente a la presidenta del Cabildo Doña Dolores Corujo y al señor Torres, Don Ángel Víctor Torres.

Comentarios

¿No lo entiende? Son políticos de Lanzarote. Da igual, tienen la vista y las estrategias puestas en las próximas elecciones. El interés general nunca ha importado en esta isla y los medios de comunicación están a su servicio. No nos tratan como ciudadanos de tercera sino como a toletes. Son pura pose.

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