Marcial Riverol

Ni papeleras ni contenedores

Dicen que, de manera habitual, cuando de una calle se anuncia el cierre, por obras o porque se peatonaliza, los conductores se echan las manos a la cabeza y anuncian la ruina y un caos total. Pero nunca pasa nada y bien pronto la normalidad se impone. Es tan así que cuando la Marina de Arrecife se reabrió y la alcaldesa anunció la recuperación del tejido comercial del centro de Arrecife, muchos conductores continuaron por sus vías alternativas y no han vuelto. Se nota, y mucho, pues la descongestión es evidente.

Con los residuos debe suceder algo parecido, que si nos anunciaran la retirada de los contenedores, sonarían las alarmas de los más pesimistas. En la playa de Famara han retirado los contenedores de basura y ya no hay residuos, pues cada uno se lleva los suyos. La ciudad de Tokio no tiene papeleras ni contenedores en sus calles, y estas están impecables, lo que manifiesta el nivel de urbanidad de sus habitantes. Pero también es cierto que en La Graciosa o en el extrarradio de Arrecife, sacan cientos de kilos de basura, lo que da la talla del nivel de incivismo de muchos. En Tokio clasifican en el hogar hasta 45 tipos de basura e incineran parte de sus residuos, siendo tal el control de la combustión que en lugar de humo, sus chimeneas expulsan vapor de agua. Cierto es que lo deseable es la reutilización de todos nuestros residuos, y ese es el gran reto. En Lanzarote se continua enterrando mucha basura y la expectativa de vida del vertedero desconocemos si alcanzará el año 2050. Y después de Zonzamas, ¿qué?

La ciudad de Oviedo, con unos 220.000 habitantes, no tiene contenedores, sino un servicio eficaz de recogida de residuos a una hora pactada, y un horario para sacarlos. Ni uno ni otro falla. Se deposita en la calle entre las 20:00 y las 22:30, y no se pueden dejar bolsas en el suelo, por lo que las comunidades de vecinos tienen tarea que hacer. Absolutamente todos los días pasan camiones de recogida, y determinados días la recogida es selectiva, cosa que tienen que tener claro los vecinos para no equivocarse de día ni de tipo de residuos. A las comunidades que separan correctamente se les aplica una rebaja en las tasas de recogida.

Arrecife tiene alrededor de una cuarta parte de habitantes que Oviedo, y Lanzarote, algo más de la mitad de habitantes que la capital asturiana. Habría que preguntarse por el número de vehículos y personal que tiene la isla y cuántos aquella ciudad. Lo siguiente es conocer si podemos mejorar para alcanzar aquel nivel de civilización y si es sensato considerar un servicio insular de recogida.

Ahora, más que nunca, pues, además, la quema de contenedores alcanza unos límites insostenibles y se demanda una medida como la descrita, el servicio de recogida de residuos debiera ser un tema prioritario, y no sólo hablar del vertedero o el mal denominado como complejo ambiental, pues la aspiración de elevar la calidad del destino pasa por ser excelentes en todo. Hablemos de la recogida. Ahí tienen tarea.

Comentarios

Debiera ser obligatoria su aplicación en Lanzarote desde ya.
El mismo fenómeno es aplicable a las señales de tráfico. Quítalas y mejoras la seguridad vial.
El problema es institucional... porque ponen contenedores de reciclaje si al final sotierran todo en zonzamas??? Basura es energia!!! ... pero los canarios prefieren quemar petroleo crudo en las centrales sin filtros ....

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