Cuando dos empresas anuncian que han instalado paneles fotovoltaicos, está muy bien. Cuando nos dicen que reducirán la factura eléctrica de una de ellas, está de primera, y ya desearíamos que nos pasara a nosotros. Si, además, nos indican que reducirán la emisión de mil toneladas de CO2 a la atmósfera y contribuirán a reducir el calentamiento global, ya es para tirar cohetes. Ahora bien, si después de eso señalan que la instalación de sus placas es equivalente a plantar cuarenta mil árboles, ahí tengo que disentir.

Una cosa es apostar por contaminar menos, lo cual es un ejercicio de responsabilidad y un compromiso con la salvaguarda del planeta y otra la de promover la plantación de cuarenta mil árboles que absorban el CO2 y que generen oxígeno. Con su planta fotovoltaica dejaran de contaminar como lo venían haciendo, pero, además, se ahorrarán un potosí en la factura de la luz. La pregunta es cómo mejorarán la calidad del aire, ¿sólo contaminando menos?

A una empresa como HIPERDINO podemos sugerirle que plante árboles, pero a una empresa eléctrica estamos en la obligación de exigirle que los plante.

Los paneles fotovoltaicos, que, insisto, que están muy bien, además del ahorro energético para HIPERDINO, le supone a ENDESA que la energía que se obtiene se vuelque en la red y así, como contrapartida por hacer la instalación, aquella puede disponer de una energía más barata para su negocio. Falta por conocer cuánto va a bajar la factura de los hogares canarios que pudieran beneficiarse de tal circunstancia, como es la de que la energía que consume no proviene de recursos fósiles, sino del sol.

ENDESA, ni ninguna empresa eléctrica, está para ser ejemplo de compromiso y generosidad. Más le valdría a HIPERDINO juntarse en la foto con entidades menos especuladoras.

Los 40.000 no-árboles de ENDESA-HIPERDINO, no dan sombra, no tienen impacto en el medio, no contribuyen a la mejora del paisaje ni de las calles de la ciudad, no benefician a la biodiversidad, ni reducen el estrés. No liberan vapor de agua. Tampoco purifican el aire ni evitan el calentamiento del suelo. No absorben el CO2, ni mejoran el paisaje, ni acogen fauna alguna. No saben en ENDESA-HIPERDINO que a nivel mundial el cambio de uso del suelo es una de las fuentes principales de gases de efecto invernadero, ni que sólo con árboles se pueden crear ciudades saludables. No parecen saber que un árbol adulto puede absorber 150 kgrs. de CO2 al año, que su presencia mejora la salud física y mental o que las propiedades en calles arboladas o entornos arbolados puede aumentar su valor hasta un 20%. Como conclusión, parece que instalar paneles fotovoltaicos dista mucho de ser equivalente a plantar árboles. Por tanto, invito a HIPERDINO a que apueste por energías limpias para sus empresas, tal y como viene haciendo, pero que,además, plante ingentes cantidades de árboles en aquellas ciudades en las que tenga presencia. Que cuente a su clientela cómo lo va a hacer y la implique en la medida. Antes antes de nada, le recomendaría que despida a los de su gabinete de prensa. Por tontos.

ENDESA, con sentar en sus consejos de administración a ex-altos cargos como premio por sus gestiones mientras mandaron, tienen suficiente. No me atrevo a sugerirle nada.