Mariel Reguilón

La caída en desgracia de El Almacén

Debo ser ya muy vieja, esa percepción llega cuando tus recuerdos sólo son tuyos, porque quienes te rodean aún no estaban cuando las cosas eran de otra manera. Los que quedan, tan viejos como yo, o no se enteran o han perdido la memoria. Recuerdo El Almacén como un lugar con una impronta estética que duró hasta el otro día, así como quien dice. Realmente, era algo sencillo y cuidado, muy recogido. La mano de César, siempre tan aplicado en lo estético, hizo mucho con pocos recursos para poner un bar que ha sido historia. El bar era sólo una parte de todo lo demás, y donde confluía lo social, lo lúdico, lo cultural y hasta lo frívolo. Aunque César no está, muchos nos recuerdan que no está y que no va a volver a estar, pero, con las mismas, apelan al espíritu de César, algo que, en boca de nuestra representación política, no se sabe muy bien qué es, porque el espíritu del artista adopta formas materiales, maneras de hacer y hasta un ideario.

Si quisiéramos recuperar el espíritu del Almacén, yo tiraría de unas cuantas fotos, que las hay, y abundantes, con el fin de reproducir determinada escenografía de lo que fue este sitio.

De la mano de CC en el Cabildo, El Almacén devino en estropicio estético, como de vida de garaje, con guiños al feismo imperante desde años atrás, pero sin renunciar a falsificar cosas que lo acercaran al artista. Cuando llegue el PSOE, pensamos algunas, no van a tener dificultad en devolver algo de aquella imagen anterior, una cuestión de detalles poco onerosos para una administración insular que maneja importantes recursos. Al fin y al cabo, en esa tasca se citó lo más granado de un PSOE del que sólo quedan las esquelas de sus protagonistas, porque muchos han muerto o han perdido la memoria. O el trono.

Lo del Almacén no es sólo un hecho, es un síntoma de la bajada de nivel general que afecta a todos los estamentos de las administraciones y que se manifiesta de muy diversas formas. Desde luego, no somos como la monarquía británica, que es capaz de mantener la mejor puesta en escena sin que decaiga un ápice. Aquí hemos caído en cascada, tal que si careciéramos de pasado del que aprender.

En lo que ha devenido este espacio no caben censuras a nadie que no sea al propio consejero responsable de estos desaguisados que ha decidido homenajear a sus antecesores en el cargo, a los de CC, responsables de su aspecto actual, recordándonos que esa forma de hacer tan cutre puede ser también el manual de estilo del PSOE. El otro es el de resistencia, y no vamos a decir que no lo estén usando también. Que el consejero firme los estertores de este lugar tan señero es lamentable, Si esta es la gloria que puede alcanzar un consejero de los centros turísticos, en muchos de los cuales se dan comidas; si este es el nivel de excelencia del personal, del que dicen que van a proponer como candidato al ayuntamiento de Arrecife, apaga y vámonos, que Arrecife no necesita porta macetas de ganchillo ni tan poco criterio. Por hablar, hasta podemos hablar de los que sirven en la barra de Los Jameos o del Mirador, ese pan descongelado con salchichón y poco más. Si además de malhumorado y poco empático, sin capacidad de autocrítica y permanentemente a la defensiva, carece de criterio, nos estaremos superando a nosotros mismos, y no siendo el alcalde que necesita Arrecife, de llegar a serlo, hasta echaremos en falta a Ástrid cuando no esté, si es que deja de estar. Y ya sería masoquismo añorarla.

Entre El Almacén y Fermina tenemos dos muestras del nivel al que vamos descendiendo. Y superándonos.

Comentarios

Lanzarote en estado decrépito, salvo los”artistas” que maman de las arcas públicas desde hace decenios.
Estoy de acuerdo que El Almacén hay que mejorarlo, se trata de una nueva andadura en la que a penas se han dado los primeros pasos. Lo principal es llenarlo de contenido, de cultura, de vanguardia. Lo que si haya que mejorar con urgencia es Arrecife, que está en un estado decrépito y vacío de contenido.
De acuerdo con la crítica al adefesio, el mal gusto y la decadencia estética de El Almacén. Lo demás me parece mear fuera del tiesto. No aporta nada constructivo y es ropa vieja.
Nefasto. Es lo que ocurre cuando pones a gente que odia a Manrique, y se cree artista, a decorar...
Y siempre los mismos artistas, repitiéndose una y otra vez. Hay que hacerse amiguito de Pepito

Añadir nuevo comentario